Habitualmente el secretario de Gobierno se encarga de la política interior del país. Toma decisiones, incluso es mediador en conflictos internos del territorio. De cierta manera, Olga Sánchez Cordero se suponía tenía la capacidad en casos particulares semejantes; sin embargo, era evidente el malestar que generaba o, tal vez, el recelo desde Palacio Nacional con los asesores más cercanos al presidente.

Eso la limitaba a la hora de resolver conflictos. Se le reconoce su experiencia y conocimiento, así como sus posiciones en todos los Poderes de la Nación. Sin embargo, tuvo una difícil coyuntura que dificultó su desarrollo; quizá lo más notable fue, hace menos de un año, una de las tareas que le encomendó el presidente López Obrador.

Fue entonces que Olga Sánchez Cordero llevaba la misión de buscar condiciones para gestionar una sesión extraordinaria en la comisión permanente en aras de apuntalar los términos secundarios de la Revocación de Mandato. No obstante, no pudo con el objetivo porque chocó con un bloque opositor acostumbrado a negociar con el coordinador de los Senadores de Morena, Ricardo Monreal.

Resultó evidente el fracaso. Olga Sánchez regresó a Bucareli con las manos vacías y con la comisión de Palacio Nacional fallida. Incluso, podemos casi casi asegurar que eso precipitó su salida de Gobernación.

Llegó Adán Augusto y todo dio un giro sustancial. El ahora secretario no solo goza de toda la confianza del presidente, sino que tiene facultades especiales en la toma de decisiones.

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A Olga se le limitaba, pero, a López Hernández se le otorgó la facultad no sólo de conciliar, sino de mover ante las coyunturas donde hay que determinar rápido un poder de proporción muy alta.

Él, desde que llegó, operó rápidamente los temas más urgentes de la agenda del presidente. En esa coyuntura, resolvió encrucijadas en un primer plano con gobernadores de oposición. Además de lidiar con ellos, atendió mesas de trabajo para diseñar una estrategia conjunta no se sí para lograr calmar la tensión y el torrente, pero dio resultados positivos.

Con esa misma dinámica, estableció un esquema de interlocución en los poderes legislativos y más frecuentemente con— Ricardo Monreal. No hace falta entender esta parte tan explícita: el coordinador de los senadores de Morena es un presidenciable de Movimiento Regeneración Nacional, muy fuerte por cierto.

En este camino de la sucesión presidencial adelantada— Adán Augusto— juega un papel clave. No sé si competirá en el proceso interno llegado el momento, pero sus acciones son fáciles de descifrar como una especie de mediador con los principales participantes. A raíz de eso, hizo posible un encuentro con Ricardo Monreal y Claudia Sheinbaum en las oficinas de Bucareli.

Y no sólo eso, en siete u ocho ocasiones ha ido personalmente al despacho de Ricardo Monreal. Finalmente, es natural la inquietud con el afán de garantizar la armonía y la unidad en Morena, pero también, aparece constantemente para hablar de temas como la sucesión presidencial, seguramente. Así, entonces, se puede explicar las charlas abiertas con el coordinador de los senadores.

Ahora bien, la visita de hace un par de días tuvo un mensaje especial. Fue a cerrar filas con Ricardo Monreal y, ante las versiones, a respaldar el liderazgo del presidente de la Junta de coordinación política.

Si bien había mucha tensión que provocó un par de senadores de los denominados duros del senado, jamás estuvo en riesgo la estabilidad y el equilibrio que consolidó el zacatecano. De hecho, jugó muy bien sus cartas y, estratégicamente, salió Ricardo Monreal ante los medios para realizar hincapié en el fortalecimiento de la unidad que no precisamente promovieron Antares Vázquez y José Narro.

Adán Augusto detectó rápidamente la intentona y, con una sola fotografía en la oficina de Ricardo Monreal, calmó el clima de polarización que un par de senadores intentó nublar. Asimismo, mandó un mensaje que, explícitamente, exhibe quién es, en el Senado, el que comanda el liderazgo para resolver situaciones del ejercicio legislativo y con quien tiene que dialogar para coordinar acciones.

A su vez, López Obrador manda señales a través de su interlocutor para dar cauce, eso sí, a los trabajos que están en puerta. Hay dos temas fundamentales como el proyecto de Reforma Eléctrica y Electoral que necesitan, inminentemente, la mediación y los oficios de Ricardo Monreal con la oposición al ser, constitucionalmente, una modificación al marco que exige mayoría calificada.

Notas finales

Hay inmensas expectativas con la presentación de los resultados de investigación, desde una perspectiva de política pública que presentará, dentro de muy poco, el Dr. Benjamín Revuelta Vaquero en la ciudad de Morelia. De hecho, no pudo haber mejor marco que la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Habrá todo un esquema de estudio minucioso sobre el aguacate que, en este territorio, hay epicentros de producción, pero sobre todo de exportación. La cita es el próximo 2 de febrero a las 10:00 a: m. Por lo pronto, esto llamó poderosamente mi atención y será, a grandes rasgos, un tema que daré acompañamiento.