“Me olvidé de soñar
Mientras lanzaba piedras a la luna Con la fuerza de una lágrima
Me olvidé despertar a la voz de tus caricias mudas
Quisimos buscar a oscuras
La luz que no vimos, nunca, nunca
Me olvidé respirar, como un beso bajo el agua
Me olvidé respirar, al sentir dejarte atrás
Ya no hay oxígeno de más
No hay palabras, ya no hay tiempo
No puedo más”
DAVID BISBAL
DAVID BISBAL
Primero pensé era broma. ¿Cómo una científica, con especialidades en medio ambiente, iba a proponer instalar masivamente estufas de leña para la población? Luego pensé: ¿para quién será el negocio? Al final entendí que se trataba de un nuevo distractor; todo para evitar hablar del desastre que tenemos en el país.
¿Para qué enfocarse en las muertes, desapariciones, mala situación económica, la inminente recesión, el desabasto de medicinas, en hospitales públicos desastrosos, en Trump y sus aranceles, si podemos crear un distractor? Eso sí, uno de los distractores más caros, menos útiles y más retrógradas que han ingeniado los de la Cuarta Transformación. Además, para que no quede duda, esta locura debía basarse en la tesis de Claudia Sheinbaum de 1988.
A ver: su diagnóstico es correcto; hay 3.3 millones de hogares en el país que usan fogones de leña para cocinar y esa forma de contaminación debe desaparecer. Pero la administración yerra en la “solución”. Esta no se dará promoviendo estufas de leña. Quemar madera aumenta el riesgo de cáncer de pulmón en las mujeres que trabajan cerca de ellas. Encima, un millón de estufas de leña no es garantía de que estas servirán de manera gratuita. Aquí de lo que se trata es de cumplir un sueño de juventud que hoy en día está más que superado en tecnología, en practicidad, en buenos hábitos alimenticios…
Si se trata de pensar en grande, ¿por qué no instalar paneles solares y estufas de inducción eléctrica? Claro, las estufas de inducción suelen ser más caras que los hornos de leña... y digo “suelen” porque con los números que ha propuesto este gobierno uno de inmediato se percata que o, bien, no saben hacer cuentas o están haciendo las cuentas del gran capitán (hay corrupción, pues). Las estufas de leña oscilan entre los mil y mil quinientos pesos; el gobierno 4t considera que cada una saldrá en más de 30 mil pesos. Leyó usted bien, la estafa de SEGALMEX se quedará corta contra lo que se propone; hablamos de 30 mil millones de pesos de sobrecosto. Ya entiendo… es la “justicia energética” que busca Morena…
La presidenta anunció las “estufas de leña eficientes” con una inversión inicial de 500 millones de pesos para hacer 16,500 estufas. Esto es, cada estufa saldría en 30,303 pesos…
Se equivoca al decir que una estufa de leña es ecológica. Por definición no lo es. Las personas que han fallecido de cáncer de pulmón por estar expuestas al humo, dan una idea del daño que causa en los pulmones y a la vida misma.
A lo anterior se suma el que, por muy “eficientes” que estas resulten, se seguirá requiriendo madera y por ende, se deforestarán bosques. Ojalá que en lugar de las estufas, se piense en tecnología de punta, no contaminante y no las de leña que generan emisiones contaminantes y coadyuvarán a que se sigan talando árboles.
La solución no es tal; si acaso, retardan el infierno. ¿Por qué no proponen las estufas que existen que frenarían el uso de la madera?
La propuesta de estufas/hornos eficientes que quemen madera es decadente, sucia y corrupta. Decadente, porque propone tecnología arcaica; hoy en día moderna y no contaminante. Sucia y corrupta porque tal vez resulte uno de los distractores más caros del país en términos ecológicos.
Giros de la Perinola
(1) Entiéndase, una estufa de leña NO puede ser ecológica. De seguir así, al rato dirán que Dos Bocas es ecológica. Momento… ¡ya lo afirman!
(2) Si gusta, yo le reviso de manera gratuita a la presidenta Sheinbaum sus discursos. ¿Cómo permiten que diga cosas como: “… vamos a lograr que baje el precio de la luz, ¿cómo le vamos a hacer? Pues si consumimos menos electricidad vamos a pagar menos…”? ¿En serio? Por supuesto, entre mayor sea el consumo, también pagaré más. Lógico.