“Conviene saber que el planeta no es tu cenicero y pensar que mañana

Los hijos que aún no tenemos lo van a heredar

Conviene saber que no hay bronca mejor que aquella que acaba en la cama

Cuando se abre la ropa la boca se suele cerrar

Conviene saber que en este mundo hay demasiados gilipollas

Amigos que es mejor no conservar

Conviene saber que hay gente que ama solo el éxito y las joyas

Y señores que al ver un buen culo no pueden pensar”

MARWÁN

‘Al cliente, lo que pida. Atentamente, Christopher Landau’, podría firmar el subsecretario estadounidense.

¿Qué quiere usted?, ¿que le quiten su visa? ¿Que mejor no? ¿Busca pleito en redes sociales? Pues bien, que lo encuentre a satisfacción. Porque al cliente, lo que pida.

Mas no pocas veces existe noción de lo que se está pidiendo, hasta que no llega alguien que responde bajo las mismas reglas y con la misma tesitura. Basta entonces una excusa para llorar y patalear.

Melissa Cornejo es de los últimos ejemplos de ello. La consejera estatal (por Jalisco) de Morena y colaboradora de una diputada de ese partido, escribió en X un mensaje de mal gusto al respecto de una visa de internación a ese país con la que ni siquiera contaba. Despreciaba a Estados Unidos. Nunca pensó que el vicecanciller Landau le contestaría y la exhibiría como la mentirosa que es.

Porque si bien los estadounidenses se reservan el derecho de admisión a su nación, recientemente solo en la película de Quentin Tarantino, “The Hateful Eight”, aparece un cartel que dice: “no se aceptan mexicanos o perros”. Pero una cosa es reservarse el derecho de admisión a casa, negocio o país, y otra es que los que ya se adentraron hagan estropicios. También se entiende que nadie quiera dejar pasar a quien desprecia el país o las normas propias de uno mismo.

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Llama —o debería de llamar— poderosamente la atención que los políticos mexicanos insistan en defender la soberanía nacional, lo cual para ellos incluye que nadie del extranjero pueda opinar sobre lo que pasa en nuestro país, pero se sientan en total libertad de opinar o rasgarse las vestiduras por las visas, los impuestos y las decisiones de otras naciones. Nadie puede opinar sobre lo que pasa en nuestro país, pero ellos sí pueden opinar sobre lo que pasa y hacen en otros países.

Lo que es peor, que el presidente de la Cámara de Senadores se ponga ‘muy gallito’ sobre las tasas que ha impuesto el gobierno federal estadounidense a las remesas. ¿El resultado? Nos va a salir muy caro ese desplante, pues el republicano Eric Schmitt avisó que por ello el impuesto a las remesas sería mayor, incluso hasta llegar al 20%.

¿Qué diría el mismo y despreciable señor Fernández Noroña si un senador estadounidense pretendiera cambiar un impuesto en nuestro país? Exacto, no lo permitiría.

Es buen momento para que Noroña se pregunte lo que sucede, pues ahora ha generado resistencias inclusive entre los suyos; acaba de meter a México y a los millones de migrantes en un BRETE mayúsculo. No conformes con pisotear la soberanía de los EEUU, Ricardo Monreal (presidente de la Cámara de Diputados) solicitó a la presidenta Sheinbaum que conduzca la relación con Estados Unidos. El chiste se cuenta solo…La relación bilateral MEX-USA se ha deteriorado cortesía de integrantes de la 4t, pero bien que piden que Sheinbaum se haga cargo; los diversos viajes que los legisladores hicieron no sirvieron de nada.

Yo digo que nos habríamos ahorrado muchos dolores de cabeza si siguiésemos la máxima siguiente: si quieres estar en un lugar, respétalo. Eso hacen los millones de connacionales que viven allá. Son respetuosos de sus reglas, de sus horarios, de sus formas; son buenos ciudadanos y magníficos trabajadores.

Los comentarios vertidos por gente como Melissa Cornejo, Fernández Noroña y ahora José Ramón López Beltrán muestran una profunda incongruencia entre lo que solicitan y lo que dan.

Por si fuera poco, los allegados al régimen de la República no se dan cuenta (o no quieren hacerlo) del daño que hacen sus comentarios a la relación binacional y a la presidenta Sheinbaum.

Dado que no quieren la visa estadounidense y quieren inmiscuirse en las políticas internas de Estados Unidos, ¡al cliente lo que pida! Que les quiten la visa gringa, que se vayan a vivir a Venezuela, a Cuba, a Corea del Norte y no a Estados Unidos. Y dado que se inmiscuyen en las políticas de nuestro vecino país del norte, no se digan sorprendidos cuando EEUU haga lo mismo.

Giro de la Perinola

(1) ¿Quieren protestar? Dejen la llamarada de petate que es romper una visa (sea esta vigente, caduca, a punto de caducar o inexistente). Si de verdad quieren protestar, la 4t debe crear fuentes de empleo y condiciones sociales en México para que los migrantes que están allá puedan regresar a su país de origen. Todo lo demás los hace ver pequeños, poca cosa, demagogos irresponsables.

(2) Hagamos un ejercicio teórico que nos servirá para entender lo hipócrita —además de inútil—, que resulta destrozar una visa.

¿Qué opina usted de la medida de morenistas y simpatizantes del régimen que rompen su visa estadounidense?, ¿sirve para algo?, ¿es puro show?, ¿solo fastidia al resto de los mexicanos que quieren tener visa? ¿Serviría de algo que la presidenta Sheinbaum rompiera su visa como medida de protesta?