Como les comenté, acudí a la llegada del nuevo avión E-195 de la fabricante brasileña Embraer, y pensé que era con acreditación de “prensa”, pero no fue así. Yo esperaba que abrieran un espacio para “preguntas y respuestas” con la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, porque tengo cuestionamientos sobre temas concernientes a dos empresas de aviación: Interjet y la antigua Mexicana de Aviación. Lamentablemente el formato del evento fue otro, y las preguntas se quedaron en el tintero, pero quiero hacer una reflexión con ustedes, estimados lectores.
Vamos a comenzar con el caso de ABC Aerolíneas, conocida comercialmente como Interjet. El asunto, en términos generales, es que los trabajadores sindicalizados solamente han recibido un pago derivado del concurso mercantil entablado contra la línea aérea, pero hay un “pequeño” detalle.
Los trabajadores de confianza no fueron “oídos ni vencidos” en este proceso judicial, y se quedaron fuera porque quienes se ostentan como los actuales dueños de la aerolínea, no proporcionaron la información correcta, y se la pasaron diciendo que la planta estaba “inflada” con gente que “aviadora”.
Esto terminó perjudicando tanto a los trabajadores de confianza, como a todos aquellos que en su momento -por la falta del pago de sus salarios- renunciaron a Interjet, pero la empresa jamás les pagó las liquidaciones a las que por ley tenían derecho.
Estos dos grupos de trabajadores están hoy en un limbo jurídico, con una mermada posibilidad de recibir un poco de “justicia”. Hoy por hoy viven en el desasosiego porque no hay nadie quien les eche la mano, son ignorados por los sindicalizados y vilipendiados por los supuestos dueños.
A manera de carta abierta, de manera pública y respetuosa pregunto: presidenta Claudia Sheinbaum, ¿de qué manera se les pueden reconocer y salvaguardar los derechos de los trabajadores de confianza, que de manera fraudulenta no fueron reconocidos en el concurso mercantil? El síndico que administra la quiebra de Interjet es Alfonso Ausencio Triujeque, el mismo que fue designado al frente de la quiebra de la antigua Mexicana.
Y según comentan abiertamente algunos trabajadores de confianza, dicho perito en derecho se negó a reconocerlos como trabajadores de Interjet. ¿Cómo se les puede proporcionar el acceso a un poco de justicia? Urge que el tema se aborde en el espacio de la conferencia mañanera, como el mejor foro para darles una respuesta clara a este grupo de trabajadores, que pusieron todo su empeño para sacar adelante a su fuente de trabajo, ahora no tienen absolutamente nada.
Sé de sobra que la familia Del Valle dentro de poco dirá que están a punto de arrancar de nuevo operaciones con Interjet, pero esa falsa promesa ha sido el clavo ardiente al que varios compañeros se aferran, porque quieren volver a tener empleo, pero sabemos que la realidad es muy distinta.
La fatídica labor de los Del Valle al frente de Interjet, fue precisamente para entorpecer cualquier atisbo de reparto de justicia; por este motivo no entregaron las listas correctas con los nombres de los trabajadores de Interjet y mintieron en medios para decir que “alguien” (sin decir el nombre de los antiguos dueños: la familia Alemán), había “inflado” la nómina de forma artificial.
Les ayudaría mucho a los trabajadores no sindicalizados, y los que no recibieron su liquidación tras renunciar, que el gobierno federal tome cartas en el asunto, y puedan transitar en la búsqueda de una solución, si no la mejor, por lo menos la más justa y digna posible.
Ahora pasemos con el tema de la segunda dispersión para los trabajadores de la antigua Mexicana de Aviación. Aunque se han reunido los sindicatos y las asociaciones de trabajadores de confianza y jubilados, no hay fecha aún para el pago que falta.
Es tan evidente como lamentable que los trabajadores no tienen (las más de las veces) la información tan clara, y como es de esperarse, suelen confundir a Compañía Mexicana de Aviación con la Aerolínea del Estado Mexicano.
Si bien es cierto que los trabajadores, a través de sus representantes, llegaron a un acuerdo, y aunque no fue el mejor, ni el más beneficioso, reconozco que fue la única vía real y legal para poder cobrar “algo” de lo que se nos adeuda lo que en su momento se llamó Nuevo Grupo Aeronáutico.
Es importante recordar que las acciones terminaron en las manos de una cosa llamada “Tenedora K”, grupo manejado por el abogado Jorge Gastelum Miranda, quien “casualmente” y por azares del destino resultó ser primo de Santiago Creel Miranda, en ese momento secretario de gobernación de Felipe Calderón.
Tanto el gobierno panista de Calderón, como el priísta de Peña Nieto, pasaron sus administraciones “pateando el balón”, sin dar respuesta alguna a los trabajadores que de un día para otro, nos quedamos sin nuestra fuente de empleo y con una mano atrás y otra adelante.
No fue sino hasta la llegada de la 4T que voltearon a ver a los trabajadores de Mexicana, pero no debemos perder de vista que en realidad quien nos debe, no es el gobierno, sino Gastón Azcárraga, personaje que quebró a la empresa de forma fraudulenta, con la anuencia del gobierno de Felipe Calderón.
Después de darle muchas vueltas, se buscó la forma de encontrar una solución para darle la salida más digna posible. Esto terminó siendo la venta de la marca y algunos de los bienes que quedaban, y así el beneficio de dicha transacción se iría a los trabajadores.
Y así fue, se hizo un avalúo y se vendieron, primero la marca Mexicana, logotipos y slogans, y se nos repartió ese dinero a través de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje.
Hoy los trabajadores estamos a la espera de la segunda dispersión, por concepto de la venta ahora de los bienes; no lo voy a negar, estoy cierta que si hubo retraso fue por culpa de los propios trabajadores, que entre nosotros nos metemos el pie; sin embargo ese escollo se ha solventado.
Por ello, aunque los sindicatos y asociaciones acaban de publicar un comunicado al respecto, la realidad es que seguimos sin tener certeza de cuándo se realizará el pago de la segunda dispersión Y no, no es que vayamos a cobrar cantidades millonarias, sino porque se trata de un acto de justicia social para con los trabajadores de la antigua Mexicana de Aviación.
Que estas líneas pudieran ser leídas por la presidente de la nación sería maravilloso, y mejor aún que nos tuviera una respuesta favorable para la clase trabajadora de dos líneas aéreas nacionales, con historias tan similares y distintas a la vez.
Agradecería mucho que se pudieran tocar estos dos temas en la conferencia diaria de la presidenta Claudia Sheinbaum, para acallar rumores mal intencionados y para tener claridad sobre estos casos.