Un articulista del diario español El País publicó el domingo una columna intitulada “América Latina gira hacia una nueva izquierda”. En ella el autor realiza un desatinado análisis en torno a la ola de nuevos regímenes que han alcanzado el poder en la región latinoamericana, y muy particularmente, en México, Argentina, Chile, Perú y Colombia.
El texto de este diario español de centroizquierda asegura que el compromiso con la democracia, el feminismo y el ecologismo marcan la nueva agenda (risas a discreción para el caso de México) ¿Es AMLO un político progresista? Pareciera que su proyecto político está más cerca de la derecha reaccionaria que de la izquierda progresista. Me explico.
- AMLO no es progresista por que no es un político responsable de izquierda. En vez de diseñar políticas públicas encaminadas a combatir la pobreza en sus causas, tales como una mayor inversión en educación y salud, opta por remedios inservibles como la entrega en efectivo de dinero que no únicamente no contribuyen a resolver la problemática, sino que estimulan la creación de una clientela electoral.
- AMLO no es progresista porque no tiene el menor interés en el cambio climático. Por el contrario, continúa su apuesta por el petróleo, por el combustóleo y por todas las energías contaminantes. No únicamente no camina hacia una transición energética, sino que ha dado la espalda a compromisos internacionales de México tales como los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 y el Acuerdo de París.
- AMLO no es progresista porque no ha movido un dedo para paliar la desigualdad. Ciertamente el tema está presente en sus discursos matutinos como parte de su narrativa populista, pero se resiste a lanzar una verdadera reforma fiscal que contribuya a una mayor redistribución de la riqueza en México. AMLO jamás ha mirado hacia los consensos en materia económica, y muy a pesar de su narrativa diaria y de contar con mayorías en el Congreso, se ha desistido de lanzar una transformación del marco fiscal.
- AMLO no es progresista porque no es feminista. A lo largo de sus cuatro años de gobierno, los feminicidios han alcanzado un récord histórico. Y en segundo lugar, el presidente mexicano ha hecho nada en favor de los derechos reproductivos de las mujeres. Aun peor, sostuvo la candidatura de personajes como Félix Salgado Macedonio.
- AMLO no es progresista porque no es un demócrata. Busca, sin más, desparecer a las autoridades electorales, con el objetivo de asegurar la perpetuación de su fracasado proyecto político, sea en la persona de Marcelo Ebrard, Claudia Sheinbaum, Ricardo Monreal o quien mejor aparente rendirle loas y lealtad política.
- AMLO no es progresista porque en el fondo es un conservador a ultranza. Ha violado flagrantemente el Estado laico con sus reiteradas referencias al papa Francisco como ejemplo de su quehacer político.
En resumen, la “izquierda” que AMLO representa nada tiene que ver con los principios abanderados por los movimientos progresistas en el mundo. Quizá Chile camine hacia esa dirección. México, por su parte, está lejos de ello. ¿AMLO progresista? ¡Qué va!