El presidente Andrés Manuel López Obrador —por el Che, por Maradona, por Messi, por Latinoamérica— quería que ganara Argentina y su pronóstico se cumplió. Felicidades. Yo deseaba el triunfo de Francia y no se pudo; pagaré alguna apuesta que hice.
La verdad de las cosas, qué buen juego vimos en la televisión. Nada hay más emocionante que el deporte de alto rendimiento.
Lo mejor del Argentina-Francia:
√ El propio partido, de primer orden, inolvidable.
√ La actuación del francés Mbappé.
√ Todo lo que hizo Lionel Messi en la cancha y, más tarde, en la celebración por el campeonato, cuando abrazó a sus hijos.
√ Las lágrimas de los futbolistas argentinos.
√ La forma en que el presidente Macron apoyó a la selección de Francia y, sobre todo, su diálogo después del juego con Kylian Mbappé.
√ La despedida de Enrique El Perro Bermúdez como comentarista en los mundiales de futbol. Pero no nos pongamos tristes porque, como dijo Emilio Azcárraga en la transmisión de Televisa, en una de esas El Perro es como los toreros y sale del retiro para narrar la copa del mundo de 2026 en México.
√ El tuit del presidente López Obrador con el que celebró el triunfo argentino. Tiene razón, Argentina jugó muy bien, pero Francia también. Solo alguna divinidad no conocida pudo derrotar a la destacada selección comandada por Mbappé.
Argentina: por profesionalismo, justicia y como por mandato divino.
{username} (@lopezobrador_) December 18, 2022
Lo peor del Argentina-Francia:
√ El racismo. Demasiadas bromas de mal gusto en redes sociales acerca de Mbappé y sus compañeros ¿Solo los rubios pueden ser europeos?
√ La ausencia del presidente argentino, Fernández. No le representaba un esfuerzo mayor viajar a Qatar. Tuvo que haberlo hecho el líder de una nación en la que el futbol es tan importante como la religión —o inclusive más importante—. Si no lo hizo seguramente se debe a que su liderazgo no tiene solidez. Ni Macron pudo convencerlo de estar en el estadio; creo que tuvo miedo a las críticas si perdía Argentina.
√ El éxito de Qatar como organizador del mundial de la FIFA. Se auguraba que iba a haber problemas serios, y no ocurrió así. Lo que sigue en ese Estado árabe es abrirse a otros valores liberales de occidente, esto es, distintos al futbol, como el respeto absoluto a los derechos humanos, particularmente los de las mujeres y la comunidad LGBTQ. Si no se presenta tal apertura de nada habrá servido la brillante copa del mundo 2022.
¿Qué sigue para López Obrador?
Como Andrés Manuel ha descubierto que hay vida más allá del beisbol, deporte preferido por nuestro presidente que, sinceramente hablando, a mí no me gusta gran cosa, debe ahora pasar de solo ver los juegos importantes de futbol en la televisión para presionar a los dueños de los equipos mexicanos, de tal forma de que ya hagan lo correcto.
Lo correcto en el futbol empieza por fomentar el desarrollo de atletas mexicanos capaces de practicar este deporte tan querido por nuestra sociedad. No puede ser que la liga profesional esté llena de extranjeros. Un país de 130 millones de habitantes puede y debe dar muchísimos deportistas del mayor nivel.
Aunque el futbol es un negocio privado, Andrés Manuel tiene suficiente liderazgo como para obligar a quienes mandan en el mismo a no solo pensar en la rentabilidad:
Y, por cierto, hay otros deportes, Andrés Manuel. Te invito en julio de 2023, presidente, a que veas algunas etapas de alta montaña del Tour de Francia.
Si es cierto lo que dijo mi hermano Rolando en un artículo de SDPNoticias, habrá un latinoamericano, Egan Bernal, de Colombia, peleando por el maillot amarillo. Sé que Egan no apoyó al presidente Petro en las pasadas elecciones de ese país, pero el destacado gobernante de izquierda no será tan rencoroso como para no apoyar a su compatriota que ya ganó tal competencia de tres semanas y también el Giro d’Italia.
El ciclismo es un gran deporte que necesita promoción. Hemos tenido grandes corredores, como Raúl Alcalá, pero nadie fomenta esta disciplina que es maravillosa no solo por las emociones de los ataques cuando los pedalistas suben los Alpes o los Pirineos, sino también porque representa —por el desarrollo de cada vez mejores bicicletas eléctricas— una opción barata y no contaminante para resolver los problemas de movilidad en las grandes ciudades.
El presidente de México, comentando en redes sociales lo que ocurra en el Tour, promoverá el ciclismo y, por supuesto,le dará a Andrés Manuel un motivo para que ordene a quienes administran la política deportiva de su gobierno que intervengan en la federación de ese deporte, que tan mal funciona.
¿Por qué el colombiano Egan Bernal puede ganar el Tour de Francia? Porque ya lo ganó una vez y el Giro también. El año pasado no participó por una grave lesión, pero parece estar de regreso.
Bernal acaba de realizar una sesión de entrenamiento de 270 km (7 hrs de recorrido) en condiciones climáticas adversas y a casi 3 mil metros de altura. Rodó a una media de 38.5 km/h con una potencia normalizada por encima de los 220 vatios. Estos datos son extraordinarios, exhiben que quien los logró es un atleta superdotado.