“Yo le aclaro a la gente que nunca haríamos nada que los perjudicara”, aseguró no hace mucho el presidente Andrés Manuel López Obrador durante una conferencia mañanera. Pero mintió una vez más, siendo que tan solo en los últimos meses, borró de un plumazo 35 Normas Oficiales Mexicanas (NOM) relativas al ramo de la salud que estaban enfocadas en el tratamiento de diferentes enfermedades como lo es el cáncer de mama y la diabetes, propiciando que quienes presentan estos padecimientos queden en la orfandad de sus tratamientos y en la indefensión. Y a ello habrá que agregarle el atentado contra los niños y niñas a quienes pretende entregar libros de texto con errores, y con un claro sesgo ideológico en los cuales tergiversa la verdad y miente sobre hechos y situaciones con el fin de favorecer todo lo concerniente a su Cuarta Transformación.

Andrés es de ese tipo de gente que como dicen en Sudamérica “borra con el codo lo que escribe con la mano”. De una calaña que no suele respetar sus promesas, sus compromisos, que no respeta la palabra, que traiciona y se traiciona a sí mismo. Es un personaje nada fiable, porque miente, porque engaña y porque carece del rigor de los principios y valores con que las personas de bien se rigen.

Como se apuntó en este mismo espacio con toda oportunidad, el pasado jueves 1 de junio se publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) un suplemento a través del cual la Secretaría de Economía (SE) informó sobre la cancelación de 35 NOM de salud.

Al respecto, se indicó la finalización de un total de 32 Normas Oficiales Mexicanas (NOM), además de 3 proyectos de NOM que son administrados por la Secretaría de Salud (SSa).

Las NOM que fueron canceladas, son relativas al ramo de la salud, ya que estaban enfocadas en el tratamiento de diferentes enfermedades como lo es el cáncer de mama y la diabetes.

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Médicos y expertos en salud aseguraron que eliminar las NOM es poner en riesgo la vida de los pacientes de distintas enfermedades como cáncer, diabetes, infecciones de transmisión sexual entre otras; y advirtieron que se trataría de imponer una ideología política por encima de la salud de los ciudadanos.

El doctor Francisco Moreno Sánchez, ganador del Premio Nacional de Salud 2020, aseguró en redes sociales que la eliminación de las NOM es parte de la “destrucción del sistema de salud que ha generado esta administración” y retuiteó una publicación en la que se advierte que esta decisión del gobierno federal tiene las siguientes consecuencias:

-No se podrá demandar a instituciones de gobierno ni privadas por violaciones a normas

-No hay guías del mínimo de atención para enfermos de distintas enfermedades

-Se abre el camino al uso de medicamentos cubanos que no cumplirían con las normas

-La Secretaría de Salud será la que determine si se recibió una buena atención o mala atención en caso de haber alguna queja

-Abre el camino para que hospitales públicos y privados procedan sin reglas

-Cofepris perdería el rumbo en lo referente a la aprobación de medicamentos

-Las autoridades federales no podrán ser señaladas de desabasto, a lo que se suma la eliminación de la expedición de recetas

La falta de un marco regulatorio oficial pone vidas en riesgo, sobre todo de la población vulnerable, pues ciertas medicinas o clínicas no cumplirían con los estándares mínimos lo que compromete que se brinde atención de calidad, aseguró Felipe Villegas, director médico de la Fundación de Cáncer de Mama (Fucam) para El Universal.

Y como también lo denuncié aquí mismo, el autor de esta ocurrencia no podía ser otro que el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, quien preside el Comité Consultivo Nacional de Normalización de Salud Pública, y aseguró que se decidió la eliminación de 35 Normas Oficiales Mexicanas (NOM) porque “no se necesitan”.

“No se necesitan tener normas oficiales para regular la prescripción, la terapéutica, diagnostico de cada una de las enfermedades. Desde siempre, y continua siendo el caso, se brinda atención médica para cubrir estas 35 o más enfermedades, y atender en forma integral a las personas”.

Hugo López-Gatell

Sin embargo, David Sánchez Mejía, abogado experto en salud, señaló una contradicción en las declaraciones del subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell. “Claro que (las NOM) sí son necesarias, porque hay cuestiones en temas de protección a la salud que necesitan estandarizarse. Si no fueran necesarias, ¿por qué impulsó tan vehementemente la norma del etiquetado frontal de los alimentos?”, expuso.

¿Qué explicación dio de todo ello el presidente López Obrador cuando un reportero lo inquirió al respecto? Le dijo que el tema no tenía importancia y que no le contestaría porque “la gente ni sabe qué es”.

Los diputados de oposición han intentado ya varias veces hacer que comparezca López-Gatell para que les explique la razón de desaparecer estas normas, pero la ocasión anterior los diputados afines al régimen reventaron la sesión y esta semana votaron en contra la solicitud.

Los legisladores comentaron que el asunto de la eliminación de las normas “no puede ser una determinación discrecional que se tome de manera unilateral, ignorando los mandatos legales y desatendiendo las demandas legítimas de los pacientes y profesionales de la salud”, pero todos sabemos que el también llamado ‘Doctor Muerte’ no se manda solo y la instrucción la recibió de Palacio Nacional, lo mismo que los diputados que han cumplido a pie juntillas la orden de protegerlo a como dé lugar.

Ahora bien, en lo que se refiere al tema de los libros de texto, el presidente Andrés Manuel López Obrador, ha garantizado a los padres de familia que no hay nada de qué preocuparse, ya que los libros están bien hechos en sus contenidos, además de que es una invención de los conservadores que se enseña el credo de la Cuarta Transformación, no obstante, en los libros se les está enseñando a organizar asambleas, a realizar protestas, a cómo realizar peticiones a la autoridad.

Es tan grave la situación que en parte de un libro se les pretende enseñar a los niños el supuesto fraude electoral de la elección presidencial de 2006, en la cual no resultó electo AMLO, se les dice que Felipe Calderón manipuló la elección para ganar y que hubo una intromisión del entonces presidente Vicente Fox, también se le dedica unas páginas a criticar el sexenio de Felipe Calderón, tal cual el discurso de AMLO y se defiende a Claudia Sheinbaum del episodio en que niños del colegio Rébsamen perdieron la vida.

Lo que pretenden hacer es literalmente adoctrinar a los niños y cargarlos desde temprana edad con una ideología política. De manera perversa, abusiva y ventajosa, mienten, engañan, y faltan a la verdad imponiendo a su conveniencia episodios, narrativas, historias y doctrinas que favorecen y enarbolan a su secta denominada Cuarta Transformación.

Así que, como Andrés dijo, “no me vengan con que la ley es la ley”, desde aquí le digo, “no venga con que no haría nada para perjudicar a la gente”.

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