La inseguridad en México cada día está peor y la respuesta del presidente AMLO y de su gobierno para las víctimas de los hechos violentos es la indiferencia y un discurso populista e insensible.

Desde el inicio de su administración hemos visto dos caras del presidente, un “AMLO humanista” frente a los líderes de cárteles y sus grupos criminales, y un AMLO con poca o nula empatía frente a los muertos que deja este terrible flagelo.

Aunque en campaña y como presidente López Obrador se comprometió a que en seis meses solucionaría el problema de la inseguridad, evidentemente, no lo cumplió.

¿Buenos resultados?

El fin de semana pasado se registró una nueva masacre que dejó como saldo veinte personas muertas en un Palenque clandestino en Michoacán.

Pero en el guion de su mañanera, a AMLO le tocaba hablar sobre los desaparecidos de Ayotzinapa:

“Decían que no se podía, se burlaban de que yo sostenía de que abrazos, no balazos, porque tenemos maneras distintas de pensar. Si no se atiende a los jóvenes, si no hay trabajo, si no hay buenos salarios, si no hay bienestar, si se desintegran las familias, si se pierden valores, ¿cuándo vamos a resolver el problema? Nosotros estamos teniendo ya buenos resultados porque cambiamos completamente la política en materia de seguridad. ¿Cuándo lo van a reconocer nuestros adversarios?”

AMLO

Para su mala fortuna una reportera, tímidamente y quizá violando el código de conducta de las mañaneras, preguntó: ¿qué le han reportado de lo de Zinapécuaro, presidente, lo de Michoacán?

AMLO respondió:

“Sí, que fue una masacre de un grupo contra otro en un palenque clandestino donde estaban, y llegaron y ahí balacearon a los asistentes, y hubo desgraciadamente muchos muertos… Las bandas que están ahí operando, pero ya salió un equipo para allá para la investigación y para atender el tema.”

AMLO

Y se despidió, evitando más preguntas sobre el asunto.

Los peores resultados

En abril de 2019 aseguró que se consolidaría su estrategia de seguridad basada en tres puntos: la mejora del bienestar de la ciudadanía, la creación de la Guardia Nacional y la erradicación de la corrupción.

En esa ocasión comentó y lo ha repetido hasta el cansancio, como si eso bastara para combatir la violencia que: “El mexicano no es malo por naturaleza”. “Lo fundamental es que haya trabajo, se atienda a los jóvenes y haya bienestar”.

Hasta ahora, la administración de AMLO ha obtenido los peores resultados en materia de seguridad que haya tenido cualquier otra. Al cuarto año de su gobierno se han registrado más masacres y el mayor número de víctimas por homicidios dolosos. De acuerdo con cifras oficiales del Secretariado Técnico de Seguridad, en 2019 hubo un récord con 34.690 víctimas de homicidio, el mayor número desde 1997 y la suma de su gobierno da una cifra escalofriante de 102,552.

El “humanismo” de AMLO también quedó manifiesto cuando entre risas se mofó del diario Reforma por publicarla estadística de las masacres en México: “A ver, pon la primera del Reforma, en una de esas la encontramos. Ahí está, mira. ¡Ahí están las masacres!, je, je, je. Son predecibles, muy obvios”.

Sin embargo, AMLO no reconoce el recrudecimiento de la violencia ni mucho menos que su estrategia ha fallado totalmente y lo peor es que muestra mucha más empatía hacia los victimarios que hacia las víctimas.

Solo recordar aquel saludo para el abogado y la madre del Chapo Guzmán, cuando se justificó con el argumento de que:

“Un adulto mayor merece todo mi respeto… La verdad, es irrespetuoso si voy con la señora y le hago así... la verdad es muy difícil humanamente. No soy un robot, tengo sentimientos”.

AMLO

Pero el caso es que fue más que un saludo, antes, la madre del Chapo había asegurado en una carta que “están en contacto directo” con quienes AMLO -a quien se dirige como “hermano en Cristo”- “designó para la repatriación”.

AMLO respondió que la petición de la madre del narcotraficante es un asunto “de carácter humanitario”. Poco después, otorgó una suerte de “salvoconducto” a Ovidio Guzmán, a quien dejó en libertad poco después de sercapturado en un operativo.

La indiferencia

Pero el AMLO humanista, que saludó y escuchó a la madre del Chapo Guzmán no se hizo presente con la cuñada del Fiscal Gertz Manero, una mujer de más de 90 años sobre la que hasta ayer pesaba una orden de aprehensión ni frente a su hija, quien fue recluida en un penal por órdenes de su poderoso Fiscal General.

En este asunto en particular, AMLO en todo momento mantuvo su respaldo para su fiscal carnal, sin importarle que dos mujeres de avanzada edad fueron acusadas injustamente, como ya lo determinó la SCJN.

Apenas al inicio de este mes, AMLO había reiterado su respaldo en este “asunto personal” a Gertz: “Entiendo la situación personal, moral, humana del fiscal, porque se trata de un asunto vinculado pues con su hermano”.

¿Qué dirá AMLO ahora que la Corte otorgó el amparo liso y llano a la cuñada y a su hija y ordenó su liberación inmediata?

Fusilamiento

Hace un par de semanas, cuando un grupo delictivo fusiló a varias personas en Michoacán, la reacción de AMLO en primera instancia fue negar los hechos y nunca ha manifestado alguna empatía por los más de 160 muertos que causó su lucha fallida contra el huachicol en Hidalgo, ni las matanzas en Zacatecas, Guanajuato, Morelos o Quintana Roo.

Es el “humanismo” selectivo de un presidente, indiferente frente a las muertes de periodistas, de las víctimas de feminicidio o del crimen organizado y mudo frente al abuso del poder de su fiscal. Indiferente e inhumano.