Ya está la selección campeona del mundo de camino a Buenos Aires, pero toda la buena impresión, penetración y hasta pasión del pueblo qatarí, la tiraron a la basura gracias a su portero, Emiliano Martínez.

Cuando el Emir de Qatar, el gran personajazo que es Tamim bin Hamad Al Thani estaba en el estrado principal del centro del campo del estadio Lusail, esperando la entrega de los premios individuales a lo mejor de la Copa del Mundo, que él compró por cierto, nunca se pudo imaginar que le faltaran al respeto a su país como lo hizo el llamado “Dibu”.

El portero del Aston Villa recibió el Guante de Oro como mejor portero del mundial, pero al recibirlo lo primero que hizo fue ponérselo en la zona del pene, ante el asombro y disgusto instantáneo del Emir, y claro de toda su familia que en el estadio idolatraban a Argentina.

Por eso cuando el jefe de jefes de Qatar mandó comprar a Lionel Messi para jugar en su equipo, el PSG, y que tuvieran un mundial al costo que fuera, nunca pudo imaginar ni pensar que se metieran contra la cultura conservadora del país árabe.

Trasciende en Doha que Argentina por este acto se convierte en “Non Grato”, o pide una disculpa el portero o no lo dejarán entrar de nuevo al país, así de drásticos son en estas tierras ex mundialistas.