La correlación de fuerzas políticas, militares y económicas se reajustan de forma peligrosa y uno de los puntos que definirán para dónde se cargará la balanza, son los países considerados BRICS+ o en vías de desarrollo, que comanda Rusia.
En 2021 los países emergentes que forman el grupo de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) dejaron de ser un bloque aspiracional para convertirse en un bloque geopolítico de pleno derecho en la comunidad internacional luego de superar al G7 en términos de paridad de poder adquisitivo y porcentaje del PIB mundial.
El G7 lo conforman Reino Unido, Estados Unidos, Canadá, Francia, Alemania, Italia y Japón, las siete economías “avanzadas” que dominan el comercio mundial y el sistema financiero internacional.
Según su sitio web BRICS+ es un grupo informal de Estados que buscaban ampliar su cooperación multilateral y hacer frente al orden mundial dominado por Estados Unidos y sus aliados occidentales.
Rusia
La semana pasada el líder ruso Vladimir Putin reunió en Rusia a cerca de 36 países integrantes del BRICS+ incluyendo a Venezuela y otros más.
El tema central de la Cumbre fue la alternativa propuesta por Rusia para poder eludir el dólar estadounidense por medio de la creación de un nuevo sistema de mensajería de pagos que lleva el nombre de “BRICS Bridge”, que funcionaría utilizando monedas digitales, blockchain y tokens como alternativa a Swift, el sistema de mensajería empleado para gestionar billones de dólares en pagos bancarios alrededor del mundo.
Sin embargo, la verdadera intención de Putin es convertir a Rusia en un país hegemónico y someter a otros países a sus designios, es decir, está repitiendo estructuras ya superadas por occidente, cuando Estados Unidos era un país hegemónico y sin competencia por las presiones económicas y militares que ejercía.
Cuando el mundo se dividía en países desarrollados y subdesarrollados y se hablaba de un primer mundo y del tercer mundo, el brasileño Fernando Henrique Cardoso y del chileno Enzo Faletto desarrollaron la famosa teoría de la dependencia donde analizaron cómo los procesos económicos internacionales se incorporaban en la estructura social de los países latinoamericanos. Esta teoría se basó en la idea de que los países del centro del sistema capitalista explotan a los países pobres de la periferia, lo que provoca que el capital se concentre en el centro y no llegue a los países periféricos.
Durante esta Cumbre, Lula Da Silva dio un fuerte revés a Putin y Nicolas Maduro. Lula parece conocer muy bien la teoría de Cardoso y sabe que Putin pretende repetir el fenómeno de la teoría de la dependencia, haciendo de Rusia el centro y los demás, proveedores para mantener a la potencia, aunque ello signifique sumir a los pueblos periféricos o emergentes en la miseria.
La Tercera Vía
Con la social democracia, la desaparición de la Unión Soviética y la implementación de la Perestroika y la glásnost se liberalizó el sistema político y económico. Estados Unidos con Bill Clinton, Reino Unido con Tony Bleir y otros mandatarios de la época, como el Dr. Ernesto Zedillo, permitieron dar paso a la Tercera Vía.
La Tercera Vía fue descrita por el sociólogo inglés Anthony Giddens, como una teoría sobre la importancia de la social democracia y las libertades política y económica a partir de la que se generaron ajustes en las economías internacional y subnacionales que se debatió y configuró en Europa, Estados Unidos y Latinoamérica.
Gidens aclaró con detalle cómo las ideas de la vieja izquierda quedaron obsoletas, y las de la nueva derecha se convirtieron en inadecuadas y contradictorias. Sin embargo, la luna de miel de este importante proyecto político-económico duró poco por la aparición y penetración de los populismos de izquierda y de derecha que tomaron cominos extremos hacia la concentración del poder en contra de la democracia, tal como ha sucedido en países como Nicaragua, Venezuela, Argentina, Ecuador, y más recientemente en Colombia, Brasil y ahora en México.
En otras palabras, la propuesta de Putin hacia el bloque de los BRICS+ es poco conveniente para México, y para el mundo. No se trata de sentimentalismos ideológicos, es una propuesta de dominación brutal por parte de Rusia para imponer el control sobre el mundo.
México
En este sentido, la presidenta Sheinbaum tienen que ser muy estratégica y muy clara, cabe resaltar que antes de la Cumbre aseguró que descarta un acercamiento con el bloque económico de los BRICS+ para enfocarse en su relación comercial con Norteamérica.
Sin embargo, hay algo que no se entiende, en el billete conmemorativo de la Cumbre de Putin aparece la bandera de México. Falso o cierto, la presidenta Sheinbaum aún no define si continuará con los criterios populistas de su antecesor y adentrándose al dominio de Rusia, o si realmente buscará un camino de democracia y libertad con alianzas estratégicas que le permitan estabilidad e independencia.
X: @diaz_manuel