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La candidata a la presidencia de México, Xóchitl Gálvez Ruíz se comprometió este sábado 9 de marzo a cerrar definitivamente las refinerías de Nuevo León y Tamaulipas, por contaminantes en los primeros seis meses de su gobierno, si gana las elecciones del próximo 2 de junio.
El objetivo de la abanderada del PRI-PAN-PRD al proponer cerrar en definitiva las refinerías de Petróleos Mexicanos (Pemex), de Ciudad Madero, Tamaulipas y Cadereyta, Nuevo León es la de proteger la salud de más de 6 millones de personas de esas dos zonas por la polución que generan esas plantas, sin embargo, el diagnóstico de la candidata del bloque opositor no es el correcto y no ha sido bien recibido por parte de las autoridades municipales ni por los trabajadores petroleros que temen perder sus empleos.
Lo que alega la ingeniera Xóchitl Gálvez es que la refinería de Cadereyta se encuentra a menos de 40 kilómetros de la capital de Nuevo León y es por ello que los habitantes de esta zona son victimas de la contaminación que genera la planta de petróleo.
La ciudad de Monterrey es una de las más contaminadas de América Latina, pues las partículas PM10 presentes en el aire de la capital neoleonesa rebasan continuamente los límites establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El exgobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez (”El Bronco”), así como el actual mandatario de la entidad norteña, Samuel García, se han quejado de que la refinería de Petróleos Mexicanos en Cadereyta, es el foco principal de la contaminación en esa región del país; pero cifras de la Secretaría del Medio Ambiente nos hablan de que los contaminantes más nocivos para la salud pública, son generados por industrias privadas, como es el caso de las pedreras.
Desde 2013 datos del Clean Air Institute, mostraban la contaminación que emitían las 64 pedreras que operaban en ese entonces en Nuevo León con permisos “emitidos vía corrupción gubernamental”, mismas que convirtieron a Monterrey en la ciudad más contaminada de América Latina, por encima de la CDMX, Cochabamba, Bolivia; Santiago de Chile y Lima, Perú; con una concentración promedio anual de 85.9 microgramos por metro cúbico de partículas suspendidas menores a 10 micras, cuatro veces más del límite recomendado por la Organización Mundial de la Salud.
Las pedreras ubicadas en Nuevo León extraen principalmente piedra caliza; dicho material sirve para la fabricación de cemento, destinado a sostener el frenético proceso de expansión urbana de Monterrey (la población se duplicó en la superficie de la ciudad y la mancha urbana se extendió 8 veces en los últimos 35 años), una parte del mineral también se exporta hacia los Estados Unidos. Muchas de esas pedreras están relacionadas con la empresa Cementos Mexicanos (Cemex) que utiliza los materiales extraídos para abastecer sus dos plantas cementeras ubicadas en la zona metropolitana de Monterrey.
La forma de explotar la piedra es a través de dinamitar los cerros aledaños a la capital de Nuevo León lo que provoca contaminación atmosférica por los polvos que se desprenden y respiran los habitantes de esa alcaldía.
Los habitantes de Monterrey y la zona conurbada se encuentran en constante riesgo de contraer graves enfermedades, debido a las emisiones de contaminantes muy por encima de la norma que produce una empresa que se dedica a la trituración de piedras, la cual está ubicada a menos de dos kilómetros de la zona urbana cuando lo indicado es que este tipo de fábricas este a por lo menos 50 kilómetros de las poblaciones.
Las labores de estas empresas traen como consecuencia la contaminación atmosférica, ya que emiten diversas sustancias que provocan efectos perjudiciales al causar afecciones en la salud de quienes habitan en las inmediaciones de dichas compañías, aunado a lo anterior contaminan de manera sonora por los ruidos producidos por las detonaciones de dinamita, mismas que ocasionan daños en las casas habitación y demás propiedades debido a las vibraciones que tales detonaciones generan.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), los casos de cáncer pulmonar, enfisema pulmonar y asma se han incrementado en la zona y todo apunta a que la causa de estas complicaciones en la salud de los habitantes de la capital de Nuevo León y zona conurbada se deben a la explotación de los minerales por parte de las pedreras.
La candidata a la presidencia también afirmó que “La refinería de Francisco I. Madero es una de las principales fuentes de contaminación del aire, el suelo y el mar en el sur de Tamaulipas, por la generación de dióxido de azufre, partículas PM10 y monóxido de carbono. Además, hay estudios que la señalan como una de las refinerías más peligrosas del país debido a su alta incidencia de muertes causadas por enfermedades relacionadas con los contaminantes, lo cual afecta a casi un millón de habitantes de la zona conurbada de Tampico y Ciudad Madero”.
La candidata del PRIAN solo parece estar viendo la contaminación que producen las refinerías, sin embargo, no toma en cuenta que existen más fuentes de polución como es el caso de las pedreras y otras industrias además de los vehículos automotores que circulan a diario por la capital de Nuevo León y su zona conurbada.
Luego de que la candidata de Fuerza y Corazón por México prometió que de llegar a la presidencia cerraría la refinería de Pemex en Cadereyta, en Nuevo León, el alcalde panista de ese municipio, Cosme Leal, se mostró en desacuerdo y señaló que no lo permitiría.
El edil neolonés afirmó en sus redes sociales que “Como alcalde de Cadereyta a mí no me tiembla la mano: voy a defender nuestra refinería contra todos los políticos, independientemente del partido que sean, cuando estos quieran afectar la fuente de ingresos de miles de familias jimenences”
El cerrar la refinería de Cadereyta no solo se afectaría a los trabajadores de la planta de Pemex, también serían afectadas las empresas del municipio que ofrecen productos y servicios para los trabajadores de Pemex y sus familias ya que el consumo bajaría de forma considerable.
El cerrar plantas de refinación no parece ser una buena idea ya que con esto se tendría un mayor rezago en la soberanía energética del país, por lo que habría que aumentar la importación de combustibles y pensar en la posibilidad de que todos los automóviles y camiones sean eléctricos en el corto plazo, es una utopía.
Elon Musk señaló en marzo de 2022 que apoyaba el aumento de la producción de petróleo y gas en Estados Unidos tras la invasión rusa de Ucrania, a pesar del impacto “negativo” que tendría en su empresa de automóviles eléctricos Tesla.
“Odio decirlo, pero tenemos que aumentar la producción de petróleo y gas inmediatamente. Los tiempos extraordinarios exigen medidas extraordinarias”, publicó en su cuenta de Twitter (ahora X) del 4 de marzo del 2022.
“Obviamente, esto afectaría negativamente a Tesla, pero las soluciones energéticas sostenibles simplemente no pueden reaccionar de manera instantánea para compensar las exportaciones rusas de petróleo y gas”.
Es muy común entre los panistas creer que los motores de combustión interna a base de gasolinas y diésel desaparecerán en el corto plazo, y que la movilidad será con automotores eléctricos, pero esto todavía va a tardar mucho.
La propuesta de la candidata Xóchitl Gálvez por cerrar las refinerías de Cadereyta y Madero no parece una buena idea y nacen de un diagnóstico erróneo.