Movimiento Regeneración Nacional (Morena) refrendó su mayúsculo dominio en las Elecciones 2021. Ganó 11 de 15 gubernaturas; todas ellas, con amplio margen de diferencia. Por ello, no quedó duda de la legitimidad en cuanto a la competitividad que, en términos porcentuales, fue más que notable.

Gracias a ello, la expresión lopezobradorista garantizó el programa de transformación que encabeza Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en gran parte del país.

La sociedad optó por un cambio y reconoció, eso sí, los perfiles que participaron el pasado 6 de junio. No obstante, el inicio de quienes encabezan las entidades encuentran, a corta distancia, una enorme crisis financiera que dejó la administración saliente. De hecho, a punto de concluir, se comenzó a desnudar el tamaño de la deuda en varios territorios.

Son 11 las entidades que dominó Morena. Por lo extenso que significa abordar todos, decidimos analizar los territorios donde, de entrada, el panorama luce complejo al inicio- ya que privilegiamos aquellas que han tomado posesión y, de igual manera, son técnicamente las que más encontraron complicaciones al arranque de la gestión para cultivar, al menos, su propia agenda de trabajo.

Michoacán, Sonora y Zacatecas

El primero, Michoacán, indudablemente uno de los territorios que sufrieron más desigual del gobierno saliente de Silvano Aureoles. Casi casi ocurrió una hecatombe. El estado quedó prácticamente sumergido en una crisis financiera. El sector educativo lleva cinco quincenas sin cobrar. Con ello, proveedores que suministraban algún tipo de servicio ni siquiera fueron atendidos antes de finalizar.

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En cuanto al tema de la deuda, indudablemente creció a pasos agigantados. Todos saben perfectamente en sí, que la administración saliente fue omisa. Se negó a pagar antes de dejar el despacho y se concentró en una guerra políticamente inútil y mediática con la Federación. Eso provocó más fricción y sucumbió mucho más los asuntos prioritarios.

Por esa razón, a Alfredo Ramírez le tocó remar a contracorriente. Y no sólo eso: heredó además de los problemas, un boquete financiero que, ante el mayor riego, la sociedad terminará de pagar las consecuencias por una deuda a largo plazo, que bien pudo ser factible para otros temas de carácter urgente como el caso de la educación y resarcir, al menos, los efectos que ocasionó la pandemia.

Aunque, por fortuna, el sábado pasado visitó la capital del estado el propio AMLO. Trataron asuntos medulares y una reacción inmediata a lo que provocó el gobierno saliente en términos económicos. Habrá, eso sí, mayor coordinación para tomar decisiones que beneficien al territorio. Ya era justo: llevamos años y años esperando un anhelado desarrollo en una entidad rica en recursos naturales. Ojalá. Michoacán de verdad lo merece.

Zacatecas

Se abrió el andamiaje de gastos operativos y, prácticamente sin ningún escrúpulo, la administración saliente dejó un desorden financiero. La deuda fue en ascenso. De acuerdo a los datos de quienes asumieron la titularidad de finanzas el agujero económico tiene un déficit de 7 mil millones de pesos. Vaya, eso sí que habla de un dispendio muy tendencioso, pero que se ha dicho, se examinará porque muchas de ellas no tienen fundamento ni razón de ser.

El gobernador actual ha sido bastante claro: el estado quedó a merced de una deuda que ocasionará, al comienzo, grandes complicaciones en la operatividad. Sin embargo, ha dicho que, con voluntad y trabajo, Zacatecas tendrá condiciones mientras se atienda con claridad los temas y controlando, eso sí, el gasto empezando por los funcionarios de primer nivel.

En pocas palabras, habrá una austeridad republicana para cuidar lo más sagrado que es el recurso. En apego a la narrativa de campaña, el propio David Monreal se involucró directamente en los asuntos de gestión con figuras de primer nivel. Ya resolvió, hasta hace poco, el tema de los adeudos al magisterio como una más de sus prioridades.

Bien. La cosa pinta de otra forma y los aires soplan vientos de cambio en Zacatecas.

Sonora

Casi, casi, un episodio similar a las demás entidades. La deuda no sólo aumentó, sino que se dobló. Pasó de 14 mil millones de pesos a 24 mil millones. Éste es uno de esos casos donde, la atención que brinde la Federación, será en términos de rescate un salvavidas que de oxígeno a las arcas del territorio.

Alfonso Durazo fue muy claro: Hay un estado con muchos problemas que nos hace, de principio, inmovilizar el esquema o programa de los ejes de trabajo trazados en tiempos de campaña.

Así, visto desde esa perspectiva, valdrá mucho el empeño y la capacidad de gestión que imprima al actual mandatario estatal.

De hecho, ya puso en marcha una serie de acciones en distintos rubros que cuentan, hasta este momento, con medidas de restricción en gastos que son considerados innecesarios. Más bien, más que unas disposiciones urgentes, son entendibles a propósito de la austeridad republicana la toma de decisiones que cimientan es, por mucho, la mejor determinación.

Javier Lozano en Twitter: @JavierLozanoMor