El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, no ha tardado y ha empezado a nombrar un equipo de políticos republicanos con experiencia en asuntos migratorios, seguridad nacional y crimen organizado. El común denominador es que TODOS los nombrados están considerados como “rudos” en sus respectivos ámbitos.
Por ejemplo, en temas de migración y seguridad de las fronteras ha nombrado a Tom Homan, zar de las Fronteras y a Stephen Miller, vicecoordinador de Asesores. Ambos participaron en una radical iniciativa conocida como “Proyecto 2025″, en la que se empuja la creación de campos de detención, el uso de la guardia nacional y la remoción de millones de indocumentados en los Estados Unidos.
Para el Departamento de Estado, encargado de las relaciones con otros países, se anunció al senador Marco Rubio. Este importante legislador emitió un comunicado el 12 de julio del 2022, señalando el “deteriorado clima de inversión en México” para las empresas americanas y, apenas hace tres meses, el 3 de junio, emitió otro duro comunicado exhortando a la entonces presidenta electa Claudia Sheinbaum a luchar contra el envío de drogas a EU (fentanilo) y contra la migración ilegal. Asimismo, enfatizó que el gobierno americano debía estar listo para combatir el crimen trasnacional, la corrupción y el narcoterrorismo en México.
También ha nombrado al diputado Michael Waltz, quien se hará cargo de la Seguridad Nacional en el equipo de Trump. Waltz es un militar activo y ex integrante de las fuerzas especiales de aquella nación (Green Beret), con experiencia de infiltración en varios países. Este coronel es actualmente también diputado federal (representative) y se ha especializado en proponer iniciativas para frenar el espionaje de China en EU.
Así que, es un equipo de radicales (“Hawks”, halcones, como se les dice en EU) con mucha experiencia y centrados en problemas que le achacan a México.
Por nuestra parte, ¿quiénes están en el equipo que les hará frente? Nuestra alineación:
El “director técnico” es Marcelo Ebrard, secretario de Economía, que ya tiene experiencia -y buena- lidiando con el equipo de Trump en su anterior presidencia.
El “arma secreta” de México podría ser Omar García Harfuch, quien desde la Secretaría de Seguridad debe ver ahora todos los temas de seguridad y narcotráfico. Tiene la enorme ventaja que lleva años tratando con las agencias de inteligencia de EU. De hecho, en el sexenio pasado era el único funcionario que tenía contacto con la DEA y Homeland Security. Así que, en los equipos de los “rudos” hay confianza en él.
Otro funcionario que podría construir rápidamente puentes con los “rudos” es nuestro secretario de Marina, Raymundo Pedro Morales, quien ha sido agregado naval en EU y es egresado del Centro de Estudios Hemisféricos de Defensa, una de las universidades élite del ejército norteamericano. Y también el consejero presidencial, Arturo Zaldívar, quien siempre ha tenido buena relación con los fiscales del Departamento de Justicia de EU.
Dentro del Ejecutivo, está también el canciller Juan Ramón de la Fuente (SRE), pero hasta ahora no se ha sabido mucho de él y está pendiente el nombramiento de su embajador en Washington.
En donde sí estamos muy “débiles” es en el Senado –donde se aprueba la política exterior de México–. Más comparando con los perfiles legislativos que trae el equipo de Trump. Y es que varios de nuestros legisladores que deben de relacionarse con EU, traen ellos o sus familiares acusaciones serias en aquel lado. No que sean ciertas, pero de una rápida revisión, ¿qué van a encontrar los “Hawks” ?:
Que nuestro presidente de la Comisión Frontera Norte, senador Alejandro Pérez Cuellar (Morena) es hermano del alcalde de Cd. Juárez, Cruz Pérez Cuellar, a quien se ha acusado de “narcoalcalde”.
Que nuestra presidenta de la Comisión América del Norte, senadora Ruth González Silva (PVEM), es la esposa del gobernador de San Luis Potosí, Ricardo Gallardo, a quien también se le han hecho señalamientos de narcotráfico.
Y, finalmente, en la Comisión de Seguimiento al T-MEC, hay un buen perfil, Waldo Fernández G. – quien trabajó para CEMEX– pero sus compañeros ayer no le dieron el quorum ni para para poder sesionar.
Hay que tomarse en serio lo que viene desde el Senado y desde el Ejecutivo. Debiera ser prioritario que la presidenta revise quiénes serán nuestros representantes con el Gobierno y Congreso entrantes en EU. Mandar un equipo débil o con dudas en su reputación sólo nos producirá tremendos costos como país.
Valdría le pena que se aclaren las dudas respecto a algunos senadores y/o sean relevados de sus Comisiones por perfiles menos polémicos. Insisto, ninguno de ellos –ni sus familiares– han sido acusados formalmente de nada, pero llegar con perfiles cuestionables no es algo recomendable para México ni para ellos.
Nunca nos imaginamos que Trump ganaría la Presidencia con tan alto margen y que, además, justo por el tamaño de su victoria, no tendrá contrapeso alguno en su Congreso, ni en su Corte. Es momento de tomarnos las cosas muy en serio y armar una “alineación” que pueda sacar adelante los enormes retos y esquivar los chantajes a los que nuestro país va a ser objeto desde ya.