La semana pasada la zona metropolitana de la CDMX vivió cuatro días de contingencia ambiental. No recuerdo un caso igual en nuestra ciudad. ¿Qué impacto tienen estas contingencias? ¿Cómo evitarlas? Por dos años, la pandemia de Covid-19 obligó al distanciamiento social y a la disminución de actividades, por lo cual no tuvimos contingencias. Por fin la pandemia cede y las actividades vuelven en su totalidad, con sus consecuencias en la contaminación y la movilidad.
Las autoridades son propensas a la aplicación de castigos, como establecer multas, aumentar impuestos y otras medidas coercitivas. Debe reconocerse que el problema ya no se resuelve prohibiendo la circulación de automóviles. ¿Qué hacer para evitar o enfrentar las contingencias y mejorar la movilidad?
Utilicemos la experiencia adquirida en la pandemia. En días de contingencia apliquemos el trabajo en casa de actividades no esenciales. El trabajo en casa ya demostró su productividad, eficacia y eficiencia. La cultura laboral debe cambiar del acumulamiento de tiempo en la oficina a la de productividad. Cambiar las horas “nalga” por resultados.
Durante la pandemia el uso de la bicicleta aumentó en 300 por ciento. Sigamos promocionando su utilización, se necesitan más kilómetros de ciclo vías, estacionamientos públicos para bicicletas e incentivos para su uso.
La apuesta en el mediano y en el largo plazo debe ser por el transporte público no contaminante. Se debe recuperar el plan maestro del metro para duplicar las líneas, costoso sí, pero indispensable en una ciudad como la nuestra; los trenes de cercanías, no sólo al Aeropuerto Felipe Ángeles, debe crearse una red para llegar en tren eléctrico a Toluca, Puebla, Querétaro, Cuernavaca y Pachuca, que son las salidas y entradas históricas de la CDMX.
Con o sin reforma eléctrica, la transición energética va, por lo cual debe existir un plan para sustituir los vehículos de combustión interna por eléctrico a más tardar en el 2050.
Hace más de un año vendí mis automóviles. Ahora, en general, si la distancia que tengo que recorrer para llegar a un lugar es de un kilómetro o menos, camino; si la distancia es de alrededor de 10 kilómetros monto bicicleta, todas las ocasiones que puedo ir al trabajo en bici lo hago; y si la distancia es mayor a esos 10 kilómetros uso mi vespa, una de las mejores creaciones de la ingeniería italiana. El transporte público, sólo los fines de semana, en días laborales colapsa.
Utilizar bicicleta o motocicleta en la CDMX es riesgoso, la cultura de la utilización de la bicicleta y la moto aún no avanzan lo suficiente. Hay muchos imprudentes circulando. Las calles están llenas de baches o carentes de mantenimiento; llueve la mitad del año, pero con todo, es mejor que la pérdida de tiempo, el derroche de dinero y la contaminación que genera el uso del automóvil. Además si montas bicicleta haces ejercicio y aprendes a ver la ciudad de otra manera.
Particularmente, la bicicleta es el transporte del presente y del futuro. Eso pienso yo, ¿usted qué opina?