Parece un cuento de nunca acabar, la novela de Boeing continúa y ¡vaya de qué forma! Empecemos con lo que ya es algo recurrente en la fabricante; resulta que el lunes pasado la Dirección General de Aviación Civil (DGAC) de la India puso a Boeing a girar en un tacón.
Y es que como la autoridad que es en dicho país, emitió una advertencia de seguridad para todas las aerolíneas que operan aviones modelo B737, pues tienen registros de problemas con el timón de la aeronave.
Un nuevo dolor de cabeza para la fabricante norteamericana de aviones, al grado que esta advertencia no viene sola, sino que es en respuesta a un informe reciente de la Junta Nacional de Seguridad del Transporte en los Estados Unidos de Norteamérica (NTBS por sus siglas en inglés).
En dicho informe se destacaron los posibles riesgos que hay con los rotativos que convierten la energía en movimiento giratorio, concretamente los actuadores de rodaje SVO-730 de Collins Aeroespace, asociados con el sistema de timón de dichos aviones.
Así que la India ha alertado a las aerolíneas que cuentan con este tipo de equipos, para que verifiquen a profundidad el funcionamiento del timón. Para ello tendrán que realizar muchas acciones: desde distintos tipos de simulacros, hasta abordar los muchos escenarios donde se pueden presentar eventos: un bloqueo del sistema del timón, o una posible restricción de su uso en las distintas fases del vuelo, por ejemplo, y sobre todo, prepararse para saber qué hacer ante un escenario de tal magnitud.
Todo en aras de que las operaciones de estos equipos sean lo más seguras posibles. Incluso han pedido parar algunos equipos, esto incluye a la gama de aviones modelo B737NG, hasta los de la familia MAX.
Para mala suerte de Boeing, se suma también la Agencia Federal de Aviación de los Estados Unidos (FAA por sus siglas en inglés), quienes proporcionaron detalles a mayor profundidad, ya que derivado de un incidente en febrero de este año con la aerolínea norteamericana United Airlines, se percataron de la falla en el sistema del timón.
A su vez la NTSB detectó que este fallo afecta a más de 40 aerolíneas extranjeras, según lo recabado por el medio Investing, que publicó lo siguiente:
“La investigación de la NTSB…16 de estos componentes podrían seguir instalados en aviones con matrícula estadounidense, y hasta 75 podrían haberse utilizado en instalaciones de posventa. Boeing ya había notificado en agosto a los operadores de los 737 afectados un posible problema con el actuador de guía del timón de dirección a través de un mensaje para varios operadores.
La presidenta de la NTSB, Jennifer Homendy, expresó su preocupación la semana pasada en una carta al administrador de la FAA, Mike Whitaker, por el hecho de que las compañías aéreas pudieran desconocer la existencia de estos actuadores en sus aviones Boeing 737. En respuesta, la FAA anunció que emitiría una notificación formal a las autoridades internacionales de aviación sobre el asunto.”
Investing
Y por si esto no fuera poco, Boeing se enfrenta a una muy seria turbulencia, ya que las acciones de la fabricante se han desplomado hasta en un 38.57% en lo que va este 2024. De hecho la agencia de calificación de riesgo Standard & Poor’s (S&P Global Ratings) está pensando seriamente en bajar la calificación a nivel de “basura”.
¿Qué significa? Que la deuda de Boeing es más grande que sus ingresos, lo cual hace que sus acciones sean “riesgosas” para quienes adquieran estas acciones, no las van a poder cambiar por dinero constante y sonante en caso de decidir venderlas, porque son “basura”.
Esta es una explicación a muy grandes rasgos; sé que de manera financiera el entramado es aún más complicado, pero esto se deriva en parte por el incidente del vuelo de Alaska Airlines, y ahora por la huelga que llevan a cabo más de 30 mil trabajadores de Boeing.
Respecto a la huelga, trascendió que falló el acercamiento entre la empresa y los trabajadores. Y es que Boeing ofreció un incremento del 30% al salario de sus trabajadores, sin embargo el sindicato que representa a estos más de 30 mil se mantiene firme, pues sus agremiados decidieron que sus peticiones no son negociables, ya que el aumento solicitado por ellos es de un 40%, con la finalidad de emparejar sus salarios, que se vieron congelados durante la pandemia.
La huelga -según lo descrito por Bank of America- costará más de 50 millones de dólares al día, así que las pérdidas de Boeing se siguen acumulando. Por si todo lo anteriormente narrado no fuera suficiente, aunque ustedes estimados lectores no lo crean, hay más.
Nos referimos a que todo esto ha logrado que Boeing solamente pueda entregar el 44% de aviones que tiene en su lista de espera. Desde principios del año hasta el mes de septiembre, la fabricante de aviones norteamericana solo ha podido colocar 291 aeronaves; si hablamos de los pedidos, tan sólo en el mes de septiembre estos registraron una caída del 71% con respecto a los solicitados el año pasado.
Queda claro, entre la huelga, el entredicho de sus estándares de control de calidad y la desconfianza en el cliente, Boeing navega hacia el naufragio, o así debería de ocurrir, pero les puedo adelantar que eso no va a suceder.
Otros factores reales de poder de nuestros vecinos del norte van a impedir -contra viento y marea- la caída de Boeing. Recordemos que además de la división de aviación comercial, realmente lo que hace que la empresa siga a flote es su división militar.
Además no van a permitir que otros mercados, como el europeo, el chino o el brasileño se queden con la tajada del pastel de la fabricación de aviones comerciales.
Con seguridad utilizarán los diferentes subsidios del gobierno norteamericano para salir a flote a pesar de las alarmantes condiciones económicas de Boeing. Esto lo quiero dejar bien claro para que luego ciertas voces nacionales no anden criticando que solamente en México se subsidia una aerolínea o un aeropuerto. Todos los países que aprecian su soberanía, defienden a su industria aeronáutica.
Si esto le pasara a otra empresa que no fuera norteamericana, el gobierno de Joe Biden estaría presionando para cerrarla y desaparecerla, sin ningún tipo de miramientos; pero como es el imperio norteamericano, “se la comen con patatas”, como dicen los españoles.
Vía de mientras, seguiremos atentos e informando sobre este culebrón de dimensiones apotéosicas. Y sí, “en todos lados, se cuecen habas”.