Un tono de piel tan característico de quienes nacimos entre los ríos Bravo y Suchiate; una estatura muy nuestra y un cabello tan negro como mi conciencia y picudo como la sangre que corre por nuestras venas. Son físicamente las características de Ignacio “Nacho” Ambriz, director técnico campeón del fútbol mexicano profesional en quien confían deportivamente en España.
Quién lo iba a pensar, cuando nuestro máximo representante político ante el mundo entero está preocupado por un asunto que sucedió hace más de 200 años, pasa los días exigiendo perdón por hechos muy ad hoc al tiempo; en el presente dejando atrás los rencores, aquellos gritos de “indio”, lanzados contra el ariete Hugo Sánchez en el viejo continente, hoy más que nunca son motivo de orgullo, grandeza y superación.
Marcos Ignacio Ambriz Espinoza firmó por dos temporadas con la Sociedad Deportiva Huesca, un club español, así de divisiones inferiores como si fuera el Tampico-Madero o el Correcaminos, en una de esas hasta con menos historia y arraigo.
El Huesca buscó a Nacho, pues ofrece como estratega un fútbol entretenido, un tipo de juego que vende, pero además de todo, da resultados. Nacho es campeón, debutó como entrenador con un Puebla encamotado directo al descenso; Ambriz ha sido asistente del polémico Javier “El Vasco” Aguirre; campeón en 2016 del torneo internacional Campeones de la CONCACAF con América; en el 2018 se coronó con el Necaxa, en la Copa, torneo que disputan puros equipos mexicanos de la primera y segunda división; pero en 2020 alzó el trofeo de La Liga con el club deportivo León, el mejor equipo de todo el torneo.
Nacho Ambriz, como jugador de la Selección Mexicana, integró una generación que hizo soñar a los aficionados, desde el mundial de Estados Unidos de 1994 cuando Nacho portó el gafete de capitán, ya nada ha sido igual para el seleccionado nacional y en la mente se sabe que sí se puede dar la pelea, que hay con qué para trascender y que con sacrificios, convicción, disciplina, lealtad a la profesión e ideales se puede dar la sorpresa y avanzar un paso más.
A Ignacio Ambriz lo acompañarán en su conquista del viejo continente Luis Pérez, Edgar Solano y Luis Fernando Martínez.
Nacho representa a México y este logro también es de todos los nacionales que han puesto en alto el nombre de México, aquellos que salieron de nuestra patria para con honor y amor escriben con letras grandes el nombre de nuestro país, pero que quede claro, México se escribe con acento en la “e”, y con “equis”, aunque les cueste.
Gracias a los mexicanos de bien que andan regados en el mundo y todo el éxito a Nacho Ambriz.
En la intimidad…
Vergüenza le debería dar a los mensajeros de Eugenio Hernández Flores, mover el nombre del ex mandatario en el marco del onceavo aniversario luctuoso de Rodolfo Torre Cantú; tantita memoria al que fuera candidato a gobernador, su amigo, su hermano, su prospecto de gobernador; igual, debería tener un poco de respeto el señor Baches, alias Arturo Diez Gutiérrez, uno de los peores alcaldes en la historia del priismo tamaulipeco, de lo peorcito del geñismo y eso que hubo varios muy malos. Dante Delgado, vas pa’ atrás.
@dect1608