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El presidente Andrés Manuel López Obrador habló en la conferencia mañanera de este viernes 9 de diciembre sobre el decreto con el fin de prohibir la importación y el uso de maíz transgénico en territorio nacional señalando que “Y tenemos lo del maíz transgénico, que nosotros no vamos a permitir que se use o se consuma por personas, por seres humanos, no aceptamos eso… sí importar maíz amarillo, pero de forraje, para forraje, no para consumo humano”.
Lo que no aclaro el jefe del ejecutivo es que si se podrá comprar en el exterior alta fructosa que se produce con el grano modificado genéticamente siendo este insumo esencial para la industria refresquera mexicana.
Hay que recordar que, en diciembre de 2020, el Gobierno de la Cuarta Transformación emitió un decreto para promulgar la prohibición del maíz transgénico para el consumo humano en 2024. La orden también pedía la eliminación del uso del glifosato, un controvertido pesticida que está sujeto a un polémico debate sobre sus efectos potencialmente cancerígenos.
El valor de las importaciones de este grano se encuentra en un nivel sin precedente en el país, debido a que los precios internacionales de los granos comenzaron a subir desde el año pasado producto de la reactivación económica global tras las afectaciones de la pandemia. Sin embargo, a inicios de este año su escalada ha sido más agresiva como consecuencia de la guerra entre Rusia y Ucrania, dos importantes productores.
De acuerdo con datos del Banco de México, entre enero y agosto de 2022 el valor de las importaciones de maíz ascendió a 3 mil 764 millones de dólares, el monto más alto desde que hay registros, siendo 9% más elevado que el desembolso de igual periodo de 2021 y 86% más alto que el de 2020.
Hace unos días la secretaría de Economía Raquel Buenrostro anunció la prórroga hasta el 2025 para poder adquirir en el exterior maíz amarillo transgénico parta forraje.
La noticia de este decreto causó consternación en Estados Unidos, dado que México importa cada año millones de toneladas de maíz amarillo modificado genéticamente de su vecino, para alimentación animal y uso industrial, como la producción de jarabe de maíz de alta fructosa.
El no poder importar el grano transgénico sería un golpe muy fuerte para los productores de edulcorante de alta fructosa y si el decreto también prohíbe la importación de jarabe de maíz que es producido por grano genéticamente modificado sería un duro golpe a la industria refresquera mexicana.
Las importaciones de jarabe de maíz de alta fructosa en la campaña comercialización 2021/2022 es de 780 mil toneladas métricas en base seca, lo que marca una gran dependencia de este edulcorante para los productores de bebidas carbonatadas.
El mandatario mexicano dijo que la solución es que se aumente la producción de maíz amarillo en el país sin granos genéticamente modificados y con semillas originarias y que no se comprometa la salud de las personas ya que los cultivos transgénicos causan efectos nocivos a la salud.
El consumo de bebidas embotelladas de refrescos y aguas de sabores con un alto contenido de alta fructosa causa daños a la salud, provocando enfermedades como obesidad, trastornos metabólicos y caries. A su vez, la obesidad se relaciona con diabetes tipo II, hipertensión, dislipidemias, algunos tipos de cáncer y con una inflamación crónica que debilita la respuesta inmune.
La industria refresquera mexicana tenía hace más de 40 años como insumo para endulzar sus bebidas el azúcar de caña, pero el jarabe de maíz es más económico ya que el cultivo de maíz amarillo transgénico tiene grandes subsidios en los Estados Unidos con lo que se alcanza un precio más bajo en el mercado internacional.
La propuesta del Gobierno de la Cuarta Transformación para prohibir el grano modificado genéticamente tiene una redacción ambigua y deja la puerta abierta a una prohibición de las compras en el extranjero de transgénicos, y tampoco aclara si se podrá importar alta fructosa.
Lo que quiere el mandatario mexicano es que no se consuma tortillas, frituras y otros productos de consumo humano producido con granos transgénicos, pero se tiene que saber si dentro de este decreto esta la alta fructosa.
El decreto para prohibir la importación del grano, podría llevar a México a una confrontación comercial con los Estados Unidos dentro del T-MEC.