Bienvenidos amantes de la gastronomía. Los jumiles son unos pequeños insectos conocidos también como chinches del monte. Su nombre proviene del náhuatl xomilli o xotlinilli, y deben saber que existe un día dedicado a ellos, este año se celebra la edición LXXIX del tradicional Día del Jumil, que incluye la subida al cerro del Huixteco, en Taxco de Alarcón, Guerrero.

Esta fecha se celebra desde hace 79 años, y tiene lugar el lunes posterior al Día de los Muertos y representa, sin duda, una excelente oportunidad para darse una escapada y disfrutar de este manjar.

Deben saber que para esta localidad los jumiles no son simples insectos comestibles; ellos tienen la creencia que son los familiares difuntos que van a visitar a los que todavía siguen vivos. En el Templo del Jumil, este animalito de apenas un centímetro, es venerado desde la época prehispánica, sobre todo por los antiguos Aztecas, que acudían al templo en peregrinación.

Hablamos de un insecto perteneciente a la familia Pentatomidae, que se reproduce en los estados de Guerrero y de Morelos, sobre todo en el Parque Nacional del Huixteco, que se ubica a 2 mil metros de altura sobre el nivel del mar. La especie tiene como propiedades curativas, ayudar al reumatismo, la dispepsia y las erupciones cutáneas, además de ser un estimulante y tener poder analgésico.

Durante este festejo, podrás disfrutar del concurso del Rey Hojarasca y la Reina del Jumil, donde son coronados como ganadores aquellos participantes que encuentren primero “el jumil de plata” y a sus princesas, cuya función principal es el de seguir fomentando y preservando las tradiciones del pueblo de Taxco. También se presenta la tradicional “danza de los Jumileros”, cuyo zapateado se acompaña de música de guitarras y violines.

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Como dato curioso, les diré que estas chinches de monte suelen crecer entre los tallos, y son abundantes a partir del mes de noviembre hasta el mes de febrero, pues suelen desaparecer con las primeras lluvias. Estos animalitos despiden un olor fuerte, y lo más llamativo es que este suele intensificarse cuando son tocados, estando vivos.

Y ¿Cómo se consumen estos simpáticos bichitos? Pueden degustarse tan solo tostados, acompañados de limón y sal, en una tortilla; también se puede elaborar una salsa a base de chile guajillo y jitomate. Otra opción es tostarlos y molerlos con chile, a modo de que quede una especie de “sanzonador”, que puede ponerse a los frijoles.

Jumil, insecto

¿Qué tal una salsa de tomate verde, ajo, chile verde, cebolla, perejil y jumiles tostados? Imagínese esta salsita bañando unos huevitos estrellados sobre una tortilla frita de maíz.

También se pueden comer en huevo revuelto, sin importar si los jumiles están fritos o nada más tostados o asados en el comal; acompañan también al arroz, frijoles con chorizo, cecina, costillitas, o maciza de cerdo con salsa de jumiles; incluso en un mole de olla o en un delicioso huaxmole o mole de huaje, que se hace principalmente con semillas de guaje, también conocido como “mole de caderas”.

Ahora que si viajar a Taxco no es opción, en la Ciudad de México se encuentran una gran variedad de lugares para degustar estos interesantes insectos, como “La Cocinita de San Juan”, Calle de Ernesto Pugibet 82, Colonia Centro, donde encontrará los jumiles, las hormigas chicatanas y gusanos de maguey, que pueden comerse en diferentes guisos como cazuelas, tacos, gorditas o sopes. El costo promedio de consumo en este lugar va de los 500 a los 800 pesos por persona.

También se encuentra el Mercado de San Juan Pugibet, en cualquiera de sus locales donde venden insectos, pueden degustar un taquito por 50 pesos, o comprar el producto para hacerlo en casa.

Como siempre les recomiendo, aprovechen la temporada de jumiles y denles una oportunidad a estas chinches de monte, que fueron veneradas por los Aztecas, y ahora nos toca a nosotros reconocerles el lugar muy merecido que tienen dentro de la gastronomía mexicana.

¡Bon appétit!

Cat Soumeillera en Twitter: @CSoumeillera