La forma más rápida de transporte para los dueños de empresas y para el ciudadano común que desea llegar pronto a su destino, es comprando un boleto de avión., desde el AIFA salen muy económicos, por cierto, aunque muchos aferrados a sus ideas fachas lo desdeñan y prefieran ir a los tumultos en el Benito Juárez. La situación en los vuelos mexicanos es ya de por sí alarmante, las líneas aéreas en México en un afán de competencia prometen el oro y el moro, pero a la hora de abordar o solicitar los “beneficios” prometidos, es cuando la puerca tuerce el rabo…
El caso que les comentaré a continuación es de una persona muy apreciada por mí, mi contador Lic., en derecho fiscal, que en días pasados se llevó tremendo contratiempo al ser víctima de una agresión sin sentido, y lo afirmo así porque le conozco hace más de dos décadas, hombre muy tranquilo, educado, tolerante, que tuvo que actuar y hacer una denuncia a la CONAPRED por discriminación; Y se preguntarán ustedes: ¿cómo, un contador con despacho establecido sufrió discriminación? Pues agárrense que ahí les va la historia.
Carlos Alberto Arauz Góngora y su esposa Sandra Milena reservaron y compraron asientos para el vuelo a Tijuana con número 1248 de la línea VivaAerobus, los hechos sucedieron en la sala de abordar número 17 de la terminal 1 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
Hechos
Primero: en compañía de su esposa Sandra Milena, Carlos Alberto Arauz Góngora acudió con suficiente tiempo de antelación a la citada sala 17 para abordar el vuelo antes señalado, teniendo asignados los asientos 11-D y 11-E de dicha aerolínea.
En determinado momento, cuando comenzaron a llamar a las zonas de abordaje, pusieron atención y se percataron como fueron llamando a las zonas 1, 2, 3, 4, y 6.
Al saber que tenían en el pase de abordar zona 5, se formaron para abordar pensado que había sido un error el que no mencionarán la zona 5., al llegar a la punta de la fila empleadas de VivaAerobus les preguntaron la zona de abordar y la pareja les indicó de manera respetuosa;
“Oiga, tenemos la zona 5…”
Interrumpiendo de manera muy déspota, las empleadas le contestaron casi en grito:
“No han llamado esa zona; quítese de la fila”
Carlos Alberto replico sereno; “No hay lógica, señorita, pues tengo asientos en la fila 11 y las personas que abordan tienen asientos mucho más atrás…” la respuesta severa fue:
“¡Quítese de aquí, no va a abordar hasta que llamen a la zona 5!”
Así que conteniendo el enojo y tragándose el coraje por la manera tan irrespetuosa y los gritos, se hizo a un lado y decidió esperar., para ese momento las empleadas de VivaAerobus reaccionaron de manera molesta diciendo en tono alto que se quietara porque estorbaba, qué no dejaba abordar a los demás, “cosa totalmente falsa por qué no estorbamos como ellas decían” …empleadas de VivaAerobus reaccionaron de manera molesta diciendo en tono alto que se quietara porque estorbaba, qué no dejaba abordar a los demás, “cosa totalmente falsa por qué no estorbamos como ellas decían”…
Al ver que Carlos Alberto no se movía, aun cuando no les estorbaba, llamaron a una supervisora, presentándose una señora obesa que escondió (ojo aquí) su gafete para que no fuera posible ver su nombre y le dijo de manera discriminatoria:
“¡Esto no es un camión, es un avión, se nota por cómo te ves que nunca has viajado en uno; y vas a perder el vuelo, porque no te voy a dejar subir”
Esta mujer con gafete oculto y asentándose como supervisora le estaba informando que perdería el vuelo por qué no le permitiría el abordaje, nomás por sus calzonsotes, ¡hágame usted querido lector el rechingado favor!
Carlos Alberto, atónito, no dio crédito a las palabras; “¡¿qué me está diciendo?!”
Para aumentar su estupor escucha como la “flamante supervisora” llama a la seguridad privada del aeropuerto y al llegar una agente, de manera mentirosa le indica que Carlos y su esposa no hacían caso a sus indicaciones y que no los dejaría abordar.
La agente de seguridad privada a su vez llama a una oficial de marina, SEMAR, la cual llegó y al entender la situación logra un concilio.
Para ese momento intervienen otros pasajeros que estaban abordando, relatando los verdaderos hechos, e indicando que ni Carlos ni su esposa habían sido irrespetuosos ni nada parecido, a lo que la supuesta supervisora furiosa les amedrentaba con que a ellos también les negaría el abordaje si seguían apoyándolos.
Con todo y la intermediación de la oficial de la Marina, la supuesta supervisora no les permitió el abordaje al avión, hasta después de que subieran todos los pasajeros.
Y por si no fuera poco lo anterior relatado y que usted querido lector, si ha volado, ya se hizo toda la película en la cabecita., al momento de subir al avión los señores que auxilian el vuelo con chalecos naranjas les comenzaron a revictimizar, señalándoles e indicando al personal de la tripulación que Carlos y su esposa estaban de conflictivos, sí, como en cárcel hacen a los malosos: “Hay te los encargo manito, estos son los conflictivos” ...
Pueden imaginar el calvario que representó ese vuelo para Carlos y su esposa., casos como el narrado no son nada nuevo en los viajes en avión el día de hoy, pero dependerá de cada ciudadano implementar su queja y darle seguimiento, volar se ha convertido en una necesidad y los empleados de las diferentes aerolíneas deberían de tener una capacitación especial, los grandes beneficios que en antaño se daban hoy se esfumaron, parece que aparte de vuelos caros y que hasta una botella de agua te la venden en un sobreprecio brutal, también se tienen que soportar las majaderías y malos tratos de personas que no respetan su trabajo y a los clientes, sin importar quienes estos sean o como se vean, ¿acaso debes vestir de etiqueta rigurosa para un simple vuelo a Tijuana? ¡Avísenme!
Carlos interpuso la denuncia en la CONAPRED, pero solicité su permiso para contar su terrible momento, los que vuelan frecuentemente saben que es pan de todos los días, pero si no hacemos algo como clientes y más en un caso garrafal de discriminación, las cosas no cambiaran.
Aparte de CONAPRED señalan también como responsable a la Agencia Federal de Aviación Civil, ya que todo ocurrió en sus instalaciones y se les conmina a solicitar copia de los videos de seguridad de la sala de abordar 17 de la terminal 1, del Aeropuerto Internacional Benito Juárez, ya que precisamente ahí debe de observarse todo lo aquí narrado, también presenten el reporte de incidencias que debió de elaborar la empresa de seguridad privada que opera en la terminal 1 del aeropuerto internacional Benito Juárez.
Se hace responsables a la aerolínea VivaAerobus, la Agencia Federal de Aviación Civil y el personal que realizó el abordaje del vuelo 1248 de VivaAerobus Ciudad de México-Tijuana, que despegó a las 21:15 horas del día 30 de septiembre del presente año, 2023.
Estaremos pendientes de la respuesta que la CONAPRED de, a Carlos Alberto Arauz y también a las recomendaciones o castigos impuestos a los responsables, eso ya será parte de otra columna.