Han opinado sobre el tracking ClaudiaMetrics el estratega electoral regiomontano más competente y preparado, Mentor Tijerina, y un artista fundamental en la consolidación de la 4T, Epigmenio Ibarra. Todo lo que han dicho es interesante, pero me quedo con dos conclusiones: (i) sería un disparate que Claudia Sheinbaum hiciera caso a la comentocracia y rompiera con Andrés Manuel López Obrador y (ii) las Mañaneras de Claudia —si la presidenta electa decidiera mantenerlas— serían distintas a las de AMLO, pero igualmente efectivas, ya que ella es muy buena comunicadora, como lo demuestran sus siempre esperados jueves de gabinete.
La opinión de Mentor Tijerina:
Los resultados del tracking sobre la imagen de la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, nos permiten observar que la opinión pública sigue bajo los efectos de la elección presidencial. Recordemos que los resultados de la elección presidencial fueron:
- 1º Claudia Sheinbaum: 35,924,519 (59.75%)
- 2º Xóchitl Gálvez: 16,502.607 (27.45%)
- 3º Jorge Álvarez Máynez: 6,240,710 (10.32%)
Los resultados del tracking telefónico ClaudiaMetrics nos muestran grosso modo que los encuestados que aprueban las acciones de Sheinbaum corresponden al porcentaje de electores que votaron por ella, más la suma de los electores que votaron por Álvarez Máynez, alrededor del 71%. Esto se conoce en las democracias como “estado de gracia”: la gente quiere estar con quien ganó. Aun los electores que no votaron por el ganador o la ganadora, se manifiestan a favor de ella. Otro aspecto es que los encuestados que califican negativamente sus acciones, coinciden con el porcentaje de electores que votaron por su oponente Xóchitl Gálvez, alrededor del 25%.
La primera pregunta —“¿Cómo considera usted que AMLO y Sheinbaum han conducido la etapa de transición gubernamental?”— refleja la alta aprobación que mantiene el presidente López Obrador. Confirma, además, que la estrategia de campaña de CS fue la correcta en el sentido de plantear la elección como una continuidad de la 4T, del liderazgo de López Obrador y de sus programas de bienestar en beneficio de la gente que menos tiene. El periodo de transición es una prolongación de la estrategia de campaña: seguir en armonía con López Obrador. Si la estrategia funcionó en la campaña, no hay motivos para cambiarla.
La segunda pregunta —“¿Cuál es su opinión el gabinete de trabajo que la presidenta Claudia Sheinbaum ha conformado?”— nos muestra el mismo 71% de aprobación general, pero las cifras desglosadas cambian un poco, pues “muy buena” es de 44.9% y “buena” de 26.0%. Esto nos sugiere que tratándose del gabinete no existe el mismo conocimiento y la misma exposición que en el caso de la presidenta.
Finalmente, la tercera pregunta —“¿Cómo prefiere usted que Claudia Sheinbaum se comunique con la gente, durante su gobierno?”—, muestra un mayoritario 53% que considera que debe continuar todos los días con las Mañaneras, y un 20.9% que considera que debe ser semanalmente. Sin duda Sheinbaum debe continuar comunicando todos los días por las mañanas, pues esto es uno de los signos de cercanía y del estilo directo de comunicación de López Obrador. Los análisis sobre el fenómeno AMLO coinciden en señalar que uno de sus factores de éxito es su manera de comunicar a través de las Mañaneras, lo que le permite fijar la agenda, dar la cara, y mostrar un estilo de liderazgo cercano a la gente. Sheinbaum debe continuar con este estilo de comunicación y este estilo de liderazgo, introduciendo su sello personal. Que el 20.9% de las respuestas considere que la comunicación debe ser semanal, podría interpretarse como una señal a favor de que la Presidenta introduzca algunos cambios y modificaciones a las Mañaneras de todos los días.
La opinión de Epigmenio Ibarra:
Un fiel reflejo de la realidad me parece el ejercicio de medición cotidiana que SDPNoticias ha emprendido, ClaudiaMetrics. Esta transición inaudita —ejecutada a 4 manos y por todo el país por dos compañeros de lucha— deja profundamente satisfechos a las y los ciudadanos.
Serenidad y confianza sienten las y los ciudadanos por la forma en que Claudia y AMLO están manejando la situación. Esto contrasta notablemente con las opiniones vertidas por los intelectuales y líderes de opinión que se la pasan especulando sobre la “inminente” e “inevitable” ruptura entre el presidente que se va y la presidenta que llega. En las categorías con las que juzgaban al viejo régimen juzgan al México de hoy; están totalmente mareados.
Respecto a la Mañanera lo que es preciso destacar es que no se trata solo de un ejercicio informativo. La gente agradece y reconoce que el presidente y su gabinete den cotidianamente la cara. Este revolucionario e inédito ejercicio de gobierno abierto tiene ya carta de naturalización en el imaginario colectivo. De eso está muy consciente la propia Claudia que ya está poniendo en práctica, con sus conferencias de prensa y sus ya muy esperadas presentaciones de los integrantes de su gabinete, un ejercicio similar a las Mañaneras.
La gente quiere que continúen las Mañaneras porque quiere que el gobierno dé cuenta de sus actos y que el mismo presidente, que antes se mantenía distante, esté ahí todos los días dando la cara. ¿Cómo lo hará Claudia? No lo sé. Es muy buena comunicadora. Distinta a AMLO pero igualmente efectiva. Le tocará darle su toque personal a ese ejercicio de diálogo circular.