Podría decirse que el Partido Acción Nacional (PAN) está dividió en muchos grupos políticos. Cada uno tiene su liderazgo y esos líderes negocian candidaturas como mejor le convenga a su grupo. Con la llegada del presidente Andrés Manuel López Obrador se han ido diluyendo algunos, principalmente por problemas de corrupción. Así, el grupo actualmente con más poder terminó siendo el grupo encabezado por el exgobernador de Guanajuato, Miguel Márquez, y el actual de esa misma entidad, Diego Sinhue. A ese grupo pertenece Marko Cortés, presiente nacional del PAN.
Después de las elecciones del 2021, tras el arrase inesperado del la coalición Va X México en la CDMX, donde Morena perdió la mitad de las alcaldías, el grupo político capitalino del PAN tomó más relevancia. El mismo ha tenido durante más de 15 años bajo el yugo panista a la antes delegación Benito Juárez, incluso durante las elecciones del 2018, en las que Morena ganó casi todo.
Ahora el PAN CDMX, envalentonado porque por primera vez existe la remota posibilidad de ganar la gubernatura de la ciudad más importante del país, busca imponer candidato y todo apunta a Mauricio Tabe, el actual alcalde de Miguel Hidalgo.
Tabe es amigo de los que siempre han gobernador Benito Juárez y naturalmente sería el candidato que más les acomodaría. El plan iba en marcha hasta que la senadora Kenia López Rabadán se destapó y arruinó sus planes.
Kenia no pertenece al PAN capitalino y en realidad no se sabe muy bien cuál es su grupo político; su papel dentro del partido no es suficientemente relevante para considerarse un activo importante. Lo que sí se sabe es que su intención inesperada e ilógica de ser candidata podría obligar a su partido a poner a una mujer en la boleta por el principio de paridad que obliga a candidatear mujeres en lugares competitivos. Esto entorpeció los planes hasta del mismo Tabe.
No está claro qué movida harán en el PAN, pero lo cierto es que por ahora hay un caos dentro; primero por la vergonzosa jornada de sus elecciones internas entre golpes, armas de fuego y sillazos. Después, por el tambaleo de su candidato. Probablemente estén planeando la próxima movida política para controlar el nombramiento de la candidatura.