¿Alguna vez usted se ha preguntado a dónde va el dinero que paga en las casetas de peaje? Desde 1989, el gobierno de México ha otorgado concesiones para la construcción y operación de autopistas de cuota a empresas privadas nacionales y extranjeras. Durante décadas para amortizar inversiones multimillonarias, las concesiones permiten a las empresas recuperar dicha inversión a través del cobro de peaje. Además, una parte del dinero también se destina a la administración de las propias casetas, incluyendo los salarios de los empleados, los equipos de peaje y las tareas de recaudación. También se utilizan para pagar los costos relacionados con la seguridad, mantenimiento y la vigilancia en las carreteras.
Es una realidad, los gobiernos requieren de las concesiones para que otras empresas se hagan cargo de la administración de los tramos, pues como ya se ha declarado en algunos medios de comunicación, más de 50% de las estructuras en vías de la CAPUFE y SICT están en condiciones regulares, malas o con riesgo. ¿Tendrá presente todo esto el gobierno de Guerrero? En un proceso con un dudoso apego a la ley, el gobierno estatal decidió retirarle la concesión del tramo La Venta–Punta Diamante a Autopistas de Guerrero.
Esto representa un golpe directo hacia trabajadores mexicanos pues, como es común en este tipo de inversiones, hay dinero de afores presente y los rendimientos de fondos de retiro pueden ser afectados. Asimismo, es cuestionable si el gobierno estatal puede asumir el mantenimiento de este tramo, el cual, naturalmente, se eleva a millones de pesos. Tome nota.