El atentado contra el periodista Ciro Gómez Leyva debe y ha sido condenado por todos. El presidente Andrés Manuel López Obrador lo ha hecho, igual la titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, de la misma forma la jefa de Gobierno capitalina, Claudia Sheinbaum.
Nadie puede celebrar este atentado a todas luces condenable, no sólo porque se intentó asesinar a una persona, a un ser humano, sino porque se atacó a un comunicador con el que se puede estar de acuerdo, o no, pero es preocupante que un hecho como el ocurrido cerca de la medianoche del jueves haya ocurrido así, porque se atenta -también- contra el país mismo.
Sí, México es uno de los países donde más periodistas han sido asesinados. Algunos, se ha dicho, como consecuencia de su trabajo periodístico que disgusta a grupos delincuenciales o políticos. Otros han sido víctimas porque pudieron estar coludidos con organizaciones criminales. Quién sabe.
El atentado contra Ciro trasciende porque es un líder de opinión, un fuerte crítico del gobierno del presidente López Obrador quien lo ha descalificado en varias ocasiones por los contenidos de sus noticiarios tanto en Grupo Imagen como en Radio Fórmula, y por lo mismo este atentado genera suspicacias y acusaciones, por cierto, sin pruebas; por ejemplo, que “fue ordenado desde el gobierno federal”.
Era lógico que de inmediato viéramos una avalancha de mensajes de solidaridad para el comunicador, no sólo de sus compañeros y amigos del gremio periodístico; también hemos visto la de políticos que, con toda sinceridad, celebran que la acción asesina no haya cumplido su última intención.
Pero también, encontramos textos oportunistas que más que ofrecer su solidaridad, aprovechan para acusar, repito, sin pruebas, al gobierno. Acusan que “es un atentado a la libertad de prensa” y hasta afirman que las balas fueron disparadas por unos sicarios a sueldo del gobierno federal.
Por eso fue interesante escuchar a Ciro en su espacio de Fórmula, cuando de manera clara señaló que no especularía, es decir, que no iba a hacer ningún señalamiento ninguna acusación de quién pudiera estar detrás del intento. Esto, desde luego, se debe aplaudir, y es muy sano porque de alguna manera frena a quienes buscan aprovecharse de un evento de esta magnitud para llevar agua a su molino.
Sí, el Presidente de la República tiene derecho a la réplica, a disentir, e incluso a criticar a sus críticos. Una práctica que en el pasado no se usaba, porque cuando al presidente en turno le incomodaban los reproches, tenía otros métodos para acallarlos, para censurar. Hoy soy de los convencidos de que como nunca antes en México se experimenta ampliamente la libertad de prensa. El cúmulo de notas periodísticas, artículos y columnas contra el Presidente y su gobierno, publicadas a diario, dan cuenta de ello.
También ha sido lamentable que a diario López Obrador se dedique a descalificar a sus críticos. Sí, como ya señalé, tiene derecho a expresar sus diferencias, inclusive a mostrar que hay trabajos periodísticos hechos con “mala leche”, pero no atizar un día sí, y el otro también contra los comunicadores. El resultado ha sido la polarización en la que como país estamos inmersos todos.
En este escenario el presidente López Obrador tiene una importante responsabilidad, pero, también quienes tenemos una pluma, un micrófono o un espacio periodístico. Cada uno podemos decir nuestra verdad, expresar nuestras diferencias, pero atentar contra la paz social del país, “asesinarla”, sería mucho muy grave para todos.
Me complace verte, escucharte y leerte mi estimado Ciro, que a decir de paso, has sido muy generoso con SDPnoticias y con sus directores Federico Arreola Castillo y Federico Arreola García al presentar sus trabajos en tus diversos espacios.
Punto Cero
Proyectos y Suministros Interdisciplinarios (PSI), que dirige en México Ezequiel Aguiñiga, está de plácemes. Sucede que esta misma semana la empresa mexicana sumó al consorcio de PSI-Internacional una oficina más en Costa Rica; con lo que se suman sedes en los Estados Unidos y en China. Bien por la inversión en tecnología mexicana que armoniza y abastece la necesidad digital en una buena parte del mundo.
Periodista | @JoseVictor_Rdz