Una de las herramientas de las que se ha valido la 4T para avanzar es la debilidad institucional, a costa de la cual han consolidado su capacidad para imponer su voluntad, sea por la vía legal o por medios cuestionables.

Un ejemplo preocupante es el comportamiento de actores clave en instituciones que antes eran garantes de legalidad y transparencia. El caso reciente y representativo es el de la consejera electoral Carla Humphrey, que, sin importar la polémica, avaló decisiones en favor de su esposo, Santiago Nieto, camino a la gubernatura de Querétaro.

El fiel de la balanza

A pesar de las múltiples irregularidades que se documentaron en la elección del poder judicial, la votación del Consejo General del INE fue extremadamente cerrada. Cinco consejeros independientes votaron en contra y cinco alineados con el oficialismo votaron a favor. La decisión final quedó en manos de Humphrey quien inclinó la balanza respaldando la validez del proceso.

Su voto generó críticas y sospechas. Principalmente porque su decisión no parece producto de la autonomía, sino resultado de negociaciones políticas ligadas al avance de Morena en estados clave como Querétaro.

Un claro ejemplo de estas prácticas, es la propia reforma al poder judicial, aprobada a espaldas de la ciudadanía con toda clase de presiones y operaciones políticas. En el Senado, cuando Morena necesitaba dos votos para aprobar el dictamen, el senador del PAN Miguel Ángel Yunes Linares solicitó licencia para que su suplente, su propio padre, Miguel Ángel Yunes Márquez, votara a favor. El otro voto faltante se resolvió con la desaparición temporal del senador emecista Daniel Barreda.

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En la Suprema Corte, el ministro Alberto Pérez Dayán dio el voto decisivo para validar la reforma. Según un reportaje de El País, el sentido de su voto fue acordado días antes de la sesión del 5 de noviembre de 2024 con el senador Adán Augusto y la presidenta Claudia Sheinbaum

Votos con beneficiario

La molestia de Sheinbaum contra los consejeros del INE que se opusieron a validar la elección del poder judicial prueba el peso que representaba esa votación. Carla Humphrey recibió elogios y su esposo, Santiago Nieto, ya se perfila como el principal beneficiario político. Para muchos, el aval de Humphrey fue el primer paso hacia la candidatura de Nieto a la gubernatura de Querétaro.

Santiago Nieto fue director de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) y operador clave del lopezobradorismo, señalado por utilizar la UIF como un instrumento de persecución política. Un ejemplo fue el caso de Guillermo García Alcocer, entonces presidente de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) a quien se le fabricó un expediente de lavado de dinero para presionar su renuncia.

Nieto se vio obligado a dejar su cargo tras el escándalo de su lujosa boda con Humphrey en Antigua, Guatemala, a la que asistieron invitados como Layda Sansores, gobernadora de Campeche y su pareja sentimental el embajador de México en Guatemala; los diputados Sergio Gutiérrez Luna de Morena, Javier López Casarín (PVEM) y Diana Karina Barreras (PT); Horacio Duarte, entonces titular de Aduanas; la ministra Yasmín Esquivel y su esposo, el contratista José María Riobóo y exgobernadores como Francisco Domínguez y José Calzada, ambos en el radar político de Morena.

Pero el motivo real de la salida de Nieto, fue la indiscreción de la secretaria de turismo de Sheinbaum, Paola Félix Díaz, quien para asistir a la boda viajó en un avión privado con 35 mil dólares en efectivo, cosa que encendió las alertas y provocó un fuerte golpe mediático y político.

El discurso

Sheinbaum no cambió ni una coma cuando criticó a los consejeros del INE que votaron en contra, acusándolos de actuar con motivaciones políticas, afirmó:

“Son un grupo de consejeros que no buscan cumplir con la voluntad del pueblo. Tienen una posición política: todo lo que esté en contra del gobierno de la Cuarta Transformación hay que votarlo a favor”.

Y peor, justificó la mano de Morena en el proceso, asegurando que los jueces, magistrados y ministros electos están “vinculados con el movimiento de la transformación” y que el PAN y el PRI “se negaron a presentar candidatos”, admitiendo de facto que Morena impuso a sus aspirantes.

Históricamente Querétaro ha sido gobernado por el PAN. Mauricio Kuri, goza de aceptación popular y ha sabido mantener una postura diplomática frente a las presiones de Palacio Nacional. Aunque algunos especulan que ya fue doblegado, no hay señales claras que lo confirmen.

Sin embargo, con el INE alineado a la 4T, Morena en Querétaro parece inevitable.

Para rematar, la reforma electoral que impulsa Sheinbaum contempla eliminar a los diputados plurinominales y recortes al financiamiento de partidos políticos, medidas que afectana la oposición y más considerando que Morena sigue recibiendo recursos informales sin rendir cuentas.

Como están las cosas, todo indica que en Querétaro Morena ganará la elección en la mesa y no en las urnas.

X: @diaz_manuel