Juntarse el hambre con las ganas de comer

El manual de periodismo de Carlos Loret de Mola es el siguiente —advertencia: no usarlo sin permiso de su creador o sin pagar regalías, ya que lo tiene perfectamente patentado—:

√ Loret tiene una alianza con grupos políticos y empresariales especializados en espionaje.

Son básicamente dos grupos: (i) el priista salinista, que tiene en Roberto Madrazo a su operador principal, y (ii) el ultraconservador identificado con el PAN y con el sector duro del empresariado mexicano, encabezado por Claudio X. González.

Tales grupos, abiertamente enemigos de la 4T, han dedicado muchos años y más dinero a espiar a AMLO, a su familia y a quienes integran su equipo más cercano.

Necesitaban un gatillero mediático para difundir, desde luego convenientemente manipulados y disfrazados de “periodismo de investigación”, los resultados del espionaje.

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Carlos Loret de Mola aceptó ese papel. Lo disfruta porque le pagan muy bien y le ha servido para ser más conocido en la sociedad mexicana.

¿La ética periodística? A Loret le importa poco y a sus patrocinadores absolutamente les tiene sin cuidado.

Carlos Loret no solo difunde lo que le envían sus jefes, sino que de plano inventa sus propias historias, como la de hoy miércoles 16 de marzo.

La mentira de hoy

Según Carlos Loret, el señor Adán Augusto López, secretario de Gobernación, ha decidido invadir el área de responsabilidad de Jesús Ramírez, vocero presidencial.

Ha dicho Loret en El Universal, que Adán Augusto estableció una alianza con un nuevo asesor, César Yáñez, en otros tiempos responsable de la relación de AMLO con los medios.

¿Para qué, se supone, necesita el secretario de Gobernación al señor Yáñez? Responde Loret: Para “disminuir a Jesús Ramírez. Evidenciarlo como el responsable de que López Obrador haya perdido control de la agenda y esté aislado, habiendo agraviado a demasiada gente y generando una división brutal dentro de su propio movimiento”.

¿Adán Augusto como Olga?

La mentira de Loret de Mola es evidente. Veamos.

Adán Augusto no se va a meter en una intriga semejante, sobre todo porque entiende perfectamente la razón por la que llegó a Gobernación: su antecesora, Olga Sánchez Cordero, dejó el cargo por pleitos con el exconsejero jurídico de la presidencia, Julio Scherer.

Lo contó el propio presidente López Obrador: “No tenían buena relación (Olga y Julio) y yo necesitaba que me ayudaran para atender asuntos de tipo político, de relación con gobernadores, incluso con el poder judicial, con la fiscalía; que hay asuntos de Estado; Ayotzinapa o los amparos y necesitamos relaciones en lo fundamental, en lo básico cuando está de por medio el interés general con el poder judicial y necesitaba yo a una gente como Adán, para resolver”.

Por pleitistas, Scherer y Sánchez Cordero fueron despedidos del gobierno. Lo confirmó el propio Andrés Manuel.

Sería muy tonto Adán Augusto —y, por supuesto, no lo es— si peleara con el vocero presidencial llegando al extremo de contratar un asesor —César Yáñez— para “disminuir” a Jesús Ramírez.

Si AMLO quisiera ver disminuido a Ramírez, el propio presidente le retiraría la confianza y el cargo. Y ya. Si ni lo hace es porque está a gusto con el trabajo de su portavoz.

Vulgar invento de Carlos Loret de Mola que, la verdad sea dicha, no ayuda a César Yáñez, a quien el columnista de El Universal presenta como un grillo a la priista; calumnia a Adán Augusto, quien llegó al gabinete presidencial para cohesionarlo y no para “disminuir” a nadie, y fortalece al “disminuido” Ramírez, quien queda como víctima de una intriga mucho muy barata claramente no generada por el secretario de Gobernación, sino por Loret para agradar a sus jefes Madrazo y Claudio X.