“Quien mucho amenaza, el miedo tiene en casa.
Hombre muy armado, de miedo va cagado.”
REFRANES POPULARES
La conseja popular, la del ‘pueblo bueno’, así como la profesión de la psicología coinciden en señalar que cuando se le tiene miedo a algo o a alguien, la forma de enfrentarlo es rehuyendo, amenazando y/o armándose. Esto es, poner defensas, trabas o peros para no encarar ese temor. Y el no querer darle derecho de réplica a Xóchitl es buen indicador de ello. Andrés Manuel le profesa a la senadora un pavor bárbaro.
En proporción a esa angustia, propongo que la sociedad crítica a la 4t se deje de barajas y que sea Xóchitl la propuesta ciudadana a la jefatura de gobierno de la Ciudad de México. En otras palabras, asegurar que le arrebaten a Morena la capital en el 2024.
¿Exagero? No lo creo. ¿La oposición y la sociedad crítica quieren buenos candidatos(as)? Pues ahí tienen una.
La señora es dicharachera como López Obrador, maneja un lenguaje florido, aunque a diferencia del tabasqueño no lo usa para denostar a sus oponentes; es buena ante la cámara y el micrófono (incluso mejor que el primer mandatario); ella sí proviene de la cultura del esfuerzo (lean sobre su vida); sabe de fritangas, las disfruta, y, por si fuera poco, es aficionada a un deporte que tiene más “jale” que el baseball. En otras palabras, conoce de alineaciones de equipos de futbol, aunque su corazón está únicamente con el Cruz Azul.
Y bueno, si bien en una ocasión cometió el desliz de subir disfrazada de dinosaurio a tribuna en el Congreso para señalar los anacronismos del plan B contra el INE, nada comparado a López Obrador quien disfruta llamar la atención colgándose flores, panes y otros artilugios en la cabeza, sin olvidar sus constantes cantos matutinos.
Ambos están de acuerdo en dar dinero a las personas más pobres, pero ella insiste que además hay que enseñarles a trabajar y ayudarles a encontrar un trabajo. Diferencia no menor.
Pero aquí una desavenencia reciente: en alguna mañanera el presidente hizo declaraciones inexactas y otras de plano falsas sobre la senadora. Ante ello, Xóchitl le solicitó el “derecho de réplica”. El mandatario se lo negó, ella interpuso una instancia judicial y la ganó. AMLO insiste en no atender la resolución, por lo que ella ya anunció se presentará en la mañanera del lunes próximo mismo a sabiendas de que tratarán de acallarla.
López Obrador ha manejado su eterna descalificación diciendo que Xóchitl intenta “una jugarreta de muy bajo nivel y vulgar”; que la legisladora de Acción Nacional es aspirante al gobierno de la Ciudad de México y que “sería el colmo que nosotros le hiciéramos la campaña a los conservadores”.
En otras palabras, el titular del Ejecutivo federal aceptó que su mañanera es una campaña constante para él y sus corcholatas. ¿'Diálogo circular’? ¡Pamplinas! Las conferencias de prensa son ilegal proselitismo en favor de él y los suyos a costa de nuestros impuestos.
En el colmo de la risa loca (entiéndase: miedo a enfrentarla), López Obrador le aconsejó a Xóchitl Gálvez que convoque a sus propias conferencias en las que pueda invitar al dirigente nacional del PAN, Marko Cortés, y a Claudio X. González a quien llamó “jefe de jefes”…
Insisto: la mañanera de Palacio Nacional es un espacio público, pues se paga con recursos que provienen de contribuciones fiscales, ergo, tanto él como ella, tienen derecho a ese foro.
El pánico a Xóchitl es real, mas no es el único. Pánico también en general a las mujeres; las que cada 8 de marzo rodean Palacio, pero también a los millones de ellas que no. Miedo a que el INAI, a solicitud ciudadana, saque a la luz pública todas las trapacerías y corruptelas de la 4t (por algo lo dicho por Adán Augusto: “estamos en el mundo ideal con la opacidad”).
“Quien mucho amenaza, el miedo tiene en casa”. La continua descalificación hacia todos, por cualquier motivo; culpar a otros de la situación en la que tiene sumido al país cuando él ya lleva cuatro años y medio en el poder, muestra que López Obrador vive en una situación en la que duda de sí mismo constantemente.
¿Será que si Gálvez se decidiera por competir por la Presidencia de la República le daría un buen “quien vive” a Claudia, ya no se diga a Marcelo?