Muchos pensarán, dado a la cadena de rumores, que Claudia Sheinbaum ajustará algunas piezas de su gabinete legal y ampliado. A nuestro juicio, especialmente guiándonos por la labor, diríamos que será uno o dos movimientos que, en definitiva, no tienen nada que ver con la columna vertebral principal. Hay, de hecho, un aspecto sumamente claro en el que no piensa hacer ajustes, sobre todo por el grado de efectividad que han dado en su labor. En lo que respecta a esa función, de ese orden jerárquico, la permanencia de Rosa Icela está garantizada. Ella, una mujer de todas las confianzas de la presidenta, seguirá al frente de Gobernación. Es más, no hay nada que podamos cuestionar, básicamente en los momentos en los que tuvo que sacar a flote el oficio para negociar con sectores sociales que, se sabe, tenía un conflicto de interés con los partidos del PAN y del PRI. Algunas protestas, en efecto, fueron impulsadas desde la oposición. De ese modo, la tarea fue enormemente titánica, haciendo un trabajo operativo eficaz, máxime cuando se planteó paralizar las carreteras y autopistas.

La última vez que vimos tanta eficacia, recuerdo, fue en la gestión de Olga Sánchez Cordero. Ella, que actuaba con todo el respaldo de Andrés Manuel López Obrador para tomar decisiones, sacó adelante varios temas que le fueron delegados en el propio legislativo federal, sobre todo en reformas sustanciales para conciliar con las contrapartes. En aquel entonces, propiamente dicho, el entorno era mucho más complicado porque había que reunir la mayoría calificada en ambas cámaras legislativas. La propia Olga, que construyó puentes de interlocución, entregó buenas cuentas para que los ajustes fueran una realidad. Siendo así, vemos lo crucial que es, para la gobernabilidad, la misma secretaría de Gobernación. Se han cumplido más de una año y, en esa tesitura, Rosa Icela ha demostrado estar a la altura de las circunstancias.

Lo más importante, dada las encomiendas de Claudia, es estar dispuesta a entregar el máximo en las misiones que son delegadas. Rosa Icela, sin duda, es parte de esa columna vertebral o primer círculo de la presidenta. De hecho, siempre debería ser así: Gobernación es, de esa cadena de mando, la segunda autoridad después de la Presidencia. Y la propia titular de Bucareli, que ha optado por abrir las puertas de la secretaría, es de las piezas más cruciales del engranaje de la transformación. Equivale, sin ir más lejos, al mérito que se ha ganado la jefa de Estado en las propias encuestas de opinión. Mucho de ese trabajo, tras bambalinas, se gestionó a través de la Secretaría de Gobernación.

Sumándose a ese buen trabajo, de la columna vertebral que hablamos en el título de la columna, podemos citar al secretario de Seguridad Pública, Omar García Harfuch. Diría que él, de ese abanico de personajes cruciales de la presidenta, es el hombre de mayor confianza de Sheinbaum. Eso lo reconocen las propias encuestas que, por dentro y por fuera, califican el desempeño. Optar por él, en un entorno que domina, ha propiciado que los índices de inseguridad vayan a la baja. Hace un par de días, de hecho, mencionamos a García Harfuch como uno de los actores más destacados del 2025. Él, inclusive, sabe lo que eso significa para mantenerse como uno de los principales protagonistas. De hecho, muchos piensan equivocadamente que la oportunidad de ser jefe de Gobierno de la Ciudad de México acotó las posibilidades. Basta recordar cómo se dieron las circunstancias. El único contrapeso que encontró al interior del seno de Morena, sobra decir, fue quien ahora gobierna la capital del país. De ese modo, ella misma fue impulsada por ser, además del segundo lugar, la opción para cubrir la paridad de género que establece el órgano constitucional y electoral.

Todo eso puso más a Omar García Harfuch en los reflectores de la prensa. Eso, de manera rápida, nos trajo por añadidura un solo desenlace: la Secretaría de Seguridad Pública en la que le ha entregado buenas cuentas a Claudia Sheinbaum. Así que no esperemos cambios en esta dependencia para el 2026. La presidenta continuará conservando su columna vertebral tal y como viene ejerciendo sus funciones. El principal motivo, del que es fácil darnos cuenta, es que tanto García Harfuch como Rosa Icela, dominan a la perfección las áreas que les fueron encomendadas. Se trata, a la par de una plena confianza por su labor, de dos espacios que se designaron para quienes más cumplían con los requisitos de cubrir dos secretarías cruciales para el armado institucional.

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Desde luego que la columna vertebral de Claudia se extiende a más dependencias y trincheras que, al igual, cumplen a cabalidad la función. Tan pronto como llegaron a cada uno de los espacios, claro está, dejaron constancia de que están más que calificados para contribuir al momento histórico que vivimos como país. La principal protagonista, evidentemente, sigue siendo la presidenta constitucional y su popularidad que, aunque la oposición la cuestione, ronda entre el 72 y 74 por ciento. Con esa proporción, y el dominio total de la agenda pública, es muy difícil, casi complicado, pensar en hacer ajustes a estas alturas. Todo eso, por ejemplo, ha traído gobernabilidad y, lo mejor de todo, ha permitido que las acciones aterricen en cada una de las entidades. De ese modo, se sigue discutiendo la viabilidad de más proyectos que, sabemos, son una realidad. Por eso se planea extenderlos y multiplicarlos, como el caso de la Red Ferroviaria o, de plano, la expansión de los espacios de enseñanza a través de la Universidad Rosario Castellanos, que puso la primera piedra en Chiapas por gestiones de su gobernador Ramírez Aguilar.

Eso fue necesario para replicar más espacios educativos a lo largo y ancho del país. Michoacán, por ejemplo, tendrá Universidad Rosario Castellanos. El Plan que ha diseñado la presidenta, además de cumplir con una función total para garantizar la paz y el desarrollo, se ha echado al hombro la tarea para sacar el mayor provecho posible con una perspectiva integral. Hablamos de Ferias de Bienestar, que coordina la Secretaría de Economía. Siendo fundamentales, de hecho, eso ha sido el parteaguas para que Michoacán, una de las zonas que más recursos naturales tiene, saque a flote la capacidad a través de la insignia Hecho en México. Al poner sobre la marcha esa situación, sabemos claramente que eso ha llegado a fortalecer el buen desempeño de Alfredo Ramírez Bedolla. Sé que se dicen muchas cosas; lo cierto es que, dado los tiempos, se acabó la época de los delegados especiales. Lo que ha planteado la jefa de Estado, en cuanto a lo que se lleva a cabo, podemos resumir que son acciones que han venido a coadyuvar.

Notas finales

Sheinbaum regresará de un tramo corto de vacaciones o descanso que tomó en Acapulco, Guerrero. Y esa entidad, que gobierna Evelyn Salgado, se nota que está haciendo las cosas bien para que la pacificación sea una respuesta clara a las demandas de la sociedad.

Recordemos que, para uno de los puertos más importantes de México, aterrizará una inversión histórica por gestiones del gobierno estatal. Siendo así, y con datos muy alentadores que evalúan la oferta hotelera, Guerrero se afianza como un enclave seguro para visitar en cualquier fecha.

De ese mismo modo, y gracias a estas estrategias de seguridad que se han coordinado eficazmente con la federación, Puebla, que le apuesta a la juventud, hizo posible que más de 300 elementos se graduaran y, con ello, se convirtieran en policías estatales para seguir fortaleciendo la vigilancia y, desde luego, ese vínculo cercano con todos los sectores de la ciudadanía.

Eso se hizo posible con el respaldo de la Universidad de las Ciencias Policiales, que pocos pueden presumir tener.