Les platico:
Ayer conversé de nuevo con Ron Ziv, el teniente coronel de la Marina del Estado de Israel, que está asignado a una misión en cierto país del continente americano.
Bueno, estaba, porque recibió noticias de que prepare maletas, porque el gobierno de su país ha emprendido la mayor movilización de sus reservistas esparcidos por todo el mundo.
“Es una movilización histórica. Todos debemos estar listos para acudir al llamado de la patria. A mí me corresponde cubrir la frontera norte de Israel con Líbano”, me dijo.
“La organización terrorista Hezbollah, asentada en Beirut, lanzó ayer su primera ofensiva de misiles contra Israel y si mi gobierno ordena responder al fuego, Beirut -por lo pronto- quedará reducida a escombros”, expresó.
Por cierto, Beirut, capital del Líbano, es de las ciudades árabes más occidentalizadas, pero pese a ello se ha mantenido al margen de acciones como las de Egipto y Jordania, que reciben ya por mar y aire a fuertes destacamentos de Estados Unidos, en apoyo a la causa israelí.
Basado en mis conversaciones con Ziv, escribo este artículo sobre la situación en esa región del Medio Oriente. ¡Arre!
Aeropuerto Ben Gurión
Es el más grande de Israel. Está situado cerca de la ciudad de Lod, a 15 kilómetros al sureste de la capital Tel Aviv.
Está considerado el más seguro del mundo y dicha categoría la tiene también la aerolínea oficial del Estado de Israel: El Al.
A diferencia de los aeropuertos de otros países, tomar un vuelo internacional en dicho aeropuerto obliga a estar mínimo cinco horas antes del despegue.
Todos -todos- los vehículos que llegan con pasajeros a dicho aeropuerto son inspeccionados acuciosamente con dispositivos de rayos X en puntos de control operados por el ejército, no por agentes de migración.
Llegar ahí desde el extranjero ocupa también tener bastante paciencia, porque el equipaje documentado se entrega a los pasajeros casi dos horas después del aterrizaje y las revisiones físicas de control de migración lo hacen a uno sentir que está en una sala de interrogatorio policial.
Vuelos cancelados, menos los de El Al
Hoy, la mayoría de las aerolíneas del mundo han suspendido sus vuelos de y hacia Israel.
Los últimos vuelos que recibió el aeropuerto Ben Gurión fueron el sábado alrededor de las 6AM.
Los pasajeros que llegaban en ese momento a Israel vivieron momentos dramáticos al desatarse una furiosa ofensiva de misiles de Hamas lanzados desde la Franja de Gaza.
Lamentablemente para sus propósitos de viaje -mayormente turísticos- fueron conducidos a refugios bajo tierra y ahí permanecen desde entonces.
El último reporte que recibí de la fuente ya citada establece que más del 80% de los vuelos están cancelados.
A diferencia de otras compañías, El Al ha triplicado sus operaciones.
Decenas de aviones de la aerolínea del Estado de Israel parten las 24 horas del día vacíos a muchísimos destinos en los cinco continentes y regresan llenos de reservistas, que se suman al ejército activo israelí.
Tal es el tamaño de la guerra de Israel contra Hamas y ahora también contra la organización terrorista Hezbollah.
Reitero: la declaración de guerra del Primer Ministro Benjamin Netanyahu no fue contra Palestina ni contra Líbano, fue contra los terroristas de Hamás y ahora, de Hezbollah.
Los servicios de inteligencia israelí detectaron -tardíamente, por cierto- que el lunes previo al sorpresivo ataque de Hamas del sábado pasado, los más altos mandos militares de Irán acordaron apoyar a Hamas en su incursión contra Israel y su población.
Irán y Líbano ya entraron a la guerra. El primer país a través de sus ejércitos y el segundo mediante la organización terrorista Hezbollah.
Este hecho, sumado a los rastros rusos encontrados entre los misiles disparados por Hamás contra Israel, le dan a este conflicto una magnitud que buena parte del mundo no alcanza a dimensionar todavía.
Cajón de sastre:
“Como dice Ron: no son rehenes los que ha tomado Hamas. Son prisioneros de guerra, porque el Primer Ministro del Estado de Israel se la declaró ya a las organizaciones terroristas de Gaza y Líbano. Esto contradice a los ignorantes que invocan en ciertos chats no sé qué tratados de la Convención de Ginebra sobre la definición de ´prisioneros de guerra´. Es el problema de opinar al más puro estilo de Clemente Jacques y con ello, confunden y enrarecen aún más el ambiente”, detona inclemente la irreverente de mi Gaby.