No sabía Vicente Fox qué decisión tomar:

  1. Equipar y tener a la vanguardia todas las secundarias públicas del país.
  2. Poner “piso firme” a unas dos millones de casas habitación.

Vicente Fox Quesada le pidió a su secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz, “que se consiguiera 6 mil millones de pesos que iban a ser destinados para cualquiera de las dos alternativas”.

¡Con qué facilidad le pidió a Francisco Gil Díaz, que le “consiguiera” 6 mil millones de pesos!

No mejoró la educación y no se puso piso firme en ninguna casa; bueno, tal vez sí, en la suya. Habrá puesto “piso firme” en la carretera para llegar a su Hacienda San Cristóbal, en sus lujosos y anchos pasillos y con el resto del dinerito habrá comprado los animales exóticos y los agaves azules y de paso, comprar los aspersores automáticos.

Fox presentó un informe sobre el estado que guardaba el sistema educativo nacional dando “cifras alegres” cuando no había nada que celebrar en cuando a la realidad de la educación, las cifras alegres tal vez sí lo fueron para el expresidente.

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Vicente Fox en el último año de su gobierno visitó la escuela primaria Alberto Correa. Estaba satisfecho de sus inexistentes logros educativos. Frente a los alumnos y maestros dijo que “la democracia promueve y defiende la igualdad, así como el respeto entre los mexicanos, independientemente de las diferencias étnicas, religiosas, lingüísticas, socioeconómicas o de cualquier tipo”.

“Aún nos queda mucho por andar”, señaló. Al despedirse escribió, con malos “hojos”, en el libro de visitas de la escuela: “Felicidades a una gran escuela que “a” formado una gran comunidad educativa”. Omitió la h… Maestras y maestros de la institución lo habrán disculpado entonces; ahora no nos sorprende, Fox no sabe escribir.

Vicente Fox no escribe tweets con mayúsculas para simular gritos; lo hace para “comerse los acentos”, ya que el colérico expresidente ignora que aunque escribamos con mayúsculas, las palabras se deben acentuar. A pesar de las burlas, él sigue…

Indignado, escribió:

Escribió Vicente Fox Quesada el 4 de agosto.

Todavía está en ese canal, que la educación se privatice aunque sea pésima. En el gobierno foxista el principal saldo en materia educativa fue haber impulsado a fondo la participación de la iniciativa privada, las cuales veían a los alumnos como “clientes y a las escuelas como espacios donde rigen las reglas del mercado”. Declaró Tatiana Coll, catedrática de la Universidad Pedagógica Nacional en 2006.

El “foxismo” propició no sólo una mayor participación del sector privado sino un creciente número de escuelas “patito”. En las que miles de alumnos de todos los niveles recibieron educación de bajísima calidad y en la que los maestros, aquellos que no obtuvieron plazas en las instituciones públicas, se vieron obligados a laborar con míseros salarios y en precarias condiciones. No había ningún tipo de regulación y los planes de estudio no existían.

Permitió que cualquier casa se convirtiera en escuela, no importaba si era un lugar seguro, lo importante era el negocio… Ahora el expresidente está indignado, explota y escribe frases llenas de odio, a veces ininteligibles.

Con frecuencia las saetas que lanza Fox, dan en el blanco equivocado. Rompieron la máscara amable indígena por opción de su amiga Xóchitl Gálvez, delata con sus afirmaciones y declaraciones la esencia pura del PRI y el PAN. Sus críticas, sus explosiones dejan en ridículo a los candidatos a los que dice apoyar. Así como Fox escribiría: los “a hechado de cabeza”, muchas veces, despojándoles de sus nuevas máscaras.

En otro tuit escribió:

Vicente Fox olvida que la educación pública durante su gobierno fue un fracaso. No recuerda los bajos resultados que se obtuvieron en las competencias de lectura y escritura de los alumnos de tercer grado de secundaria. Su gobierno fue el que impulsó el desmantelamiento de la educación pública.

Fox no tiene idea de lo que es la educación, ni la importancia que tiene para que este país siga creciendo. Él solo se aferra a lo suyo, el haber perdido los millonarios privilegios, y de seguro ya no tener a quien pedir que le consiga otros milloncitos…