“Poor is the mind that always uses the inventions of others and invents nothing itself.”

HIERONYMUS BOSCH

Son raros en la 4T. Mientras en otras latitudes tratan de construir, mismo a partir de las ruinas o edificaciones de antes, en México la administración federal se dedica a destruir. Destruir con el afán de volver a un pasado atávico en el que las cosas tampoco funcionaban como debían hacerlo.

En el Conacyt, de la mano (que no del cerebro) de María Elena Álvarez-Buylla, más de 10 mil proyectos quedaron “tirados” al extinguirse los fideicomisos del Consejo. Así lo reconoció públicamente la propia directora.

Más de 22 mil millones de pesos de fideicomisos ligados a ciencia y tecnología fueron devueltos a la Tesorería de la Federación para financiar —por lo pronto— el Tren Maya y Dos Bocas.

El Conacyt solía privilegiar el conocimiento, especialmente la investigación en ciencia y tecnología (aunque también se consideraban, en parte, a las ciencias sociales, historia y literatura). Ahora, con Álvarez-Buylla, solo se celebran la ideología, la obsolescencia y los amiguismos. Imposible olvidar la contratación de Edith Arrite Meza como subdirectora de la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad de los Organismos Genéticamente Modificados a pesar de que carecía de los conocimientos necesarios para desempeñar el cargo. Solo la presión de las redes sociales hizo que dicho nombramiento fuera desechado y, ¡faltaba más!, negado.

Los errores y pifias es la firma de Álvarez-Buylla al frente del Conacyt. Así, cuando presentó la vacuna Patria, dijo que tendría un costo del 855% menor que la cara del mercado. Algo imposible pues tendría un costo negativo… Ahora, en una declaración sumamente irresponsable, afirmó que dicha vacuna puede ser usada para completar el cuadro de vacunación contra el Covid. ¿No sería necesario primero fuera aprobada por las instancias internacionales competentes en la materia?

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Estrenándose como directora del Consejo contrató a David Alexir Ledesma. Lo designó coordinador de Comunicación e Información Estratégica. Y todo por haber sido asesor de discursos de Dolores Padierna y haber trabajado en el portal de Jenaro Villamil. Su sueldo inicial era de 44 mil pesos mensuales.

Mostrando la pobreza franciscana, el mismo año Conacyt pagó más de 15 millones de pesos a “PIGUDI”, para que del 22 de abril al 31 de diciembre de 2019 sirviera desayunos y comidas orgánicas a 120 trabajadores.

En la pandemia dijo que el Conacyt haría vacunas y ventiladores. Las vacunas —como ya dije— no terminan de estar, mientras que los ventiladores se presentaron más de dos meses tarde y tampoco prosperaron.

Luego de muchas intentonas, vía una comisión dictaminadora creada ex profeso, Álvarez-Buylla fue la que permitió que Alejandro Gertz Manero, fiscal general de la República, ingresara al Sistema Nacional de Investigadores. Como cereza en el pastel de la burla, Gertz ingresó directo al nivel III del SNI. El ingreso del fiscal a dicho Sistema incluyó el plagio de los libros de Guillermo Prieto…

Dijo que se debía hacer de lado a la “ciencia neoliberal”, cuando en realidad ella va en contra del conocimiento en general y el científico en particular. De paso, a la fecha persigue injusta e ilegalmente a una serie de connotados científicos y ex funcionarios. Acto a todas luces criminal e intolerable.

Mientras el promedio mundial de inversión en investigación, ciencia y desarrollo es de 2.63% del PIB, México apenas alcanza el 0.30%. Entre el 2014 y el 2018, el gasto mundial promedio en investigación aumentó en un 19.2%; en nuestro país disminuye (y además se roban los fondos de fideicomisos).

No es sorpresa que de acuerdo a la UNESCO, México ocupa el último lugar de los países del G20 en aportaciones a la investigación y desarrollo. ¿Los resultados? Entre otros: los países que invierten en ciencia y tecnología tuvieron la vacuna anti Covid en un tiempo menor a un año. En México ya sabemos que se les da eso de “hacer Patria”. Recordémosle al pueblo las consecuencias de eso.

Con justa razón, la directora del Conacyt ha sido señalada por la comunidad científica de cambiar el reglamento interno del CIDE, acto que vino acompañado de la imposición ilegal del director del Centro.

Las becas al extranjero han sido canceladas casi en su totalidad; se busca que los jóvenes profesionales de nuestro país no puedan tener las mismas oportunidades que sus pares del resto del orbe.

Álvarez-Buylla ha perseguido judicialmente a científicos, destruido los apoyos para maestros universitarios, impuso al director del CIDE, azota la ciencia y el conocimiento en toda forma posible. El recuento de su destrucción podría continuar. Sirva, entonces, lo aquí recordado para hacer constancia de su indolencia y nulo compromiso con el conocimiento en el país.

Es necesario que no olvidemos el daño que le ha hecho María Elena Álvarez-Buylla al presente y futuro de México, máxime ahora que López Obrador le llenó de piropos en su más reciente mañanera.

Que ni qué, con Álvarez-Buylla aplica eso de que “lo que natura no da, Salamanca no presta”.