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La Comisión Estatal del Agua de Tamaulipas reconoció hace unas semanas que esa entidad federativa del noreste de México está frente a una de las peores sequías en su historia, los niveles de almacenamiento del vital líquido están muy por abajo de las necesidades de la población; la presa Vicente Guerrero (la octava más grande de México y que abastece a la zona centro de la entidad, incluyendo a la capital) se encontraba el pasado mes de marzo en niveles mínimos de almacenamiento, a un 17,6% de su capacidad. Desde hace 23 años no había tan poca agua en su embalse, en el cual caben hasta 3,910 hectómetros cúbicos de agua.
El abastecimiento hídrico de los tamaulipecos se complica a un más debido a que políticos de oposición de Chihuahua al proyecto de la Cuarta Transformación impiden el escurrimiento de agua del Rio Bravo que le corresponde a los Estados Unidos según un acuerdo que data desde 1944 y tampoco permiten que haya trasvase de las presas del estado que gobierna la panista Maru Campos a Tamaulipas.
El 83% de los municipios de Tamaulipas sufren algún tipo de sequía, esto significa que en los primeros tres meses de este año la sequía aumentó un 30%, pues en enero apenas el 53% de los municipios estaban emproblemados por la falta de agua.
El Monitor de Sequía de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), señaló que, de los 43 municipios de la entidad, 10 sufren sequía extrema, 17 sequía severa, 8 sequía moderada y otros 8 están anormalmente secos.
La falta del vital liquido en Tamaulipas no solo afecta a la población para satisfacer sus necesidades básicas, los productores sufren también los estragos de la falta de agua.
El gobierno de Américo Villareal esta analizando un proyecto para que se arreglen y se les de mantenimiento a los canales de riego y haya un mejor uso del agua.
La falta de lluvias en Tamaulipas desde el segundo semestre del 2018 dejaba ver que sin la previsión adecuada habría consecuencias graves. En aquellos meses ya había ocasionado la muerte de ganado en la zona sur e impedía que se sembraran 40 mil hectáreas por falta de humedad, según el reporte del Monitor de Sequía de México. Sin embargo, el gobierno del exgobernador Francisco García Cabeza de Vaca fue omisa y no hizo nada para mejorar la infraestructura y pelear por que hubiera trasvase de las presas de Chihuahua a Tamaulipas que por derecho correspondían.
El diputado Juan González Lima ha emprendido acciones legales y legislativas para que haya trasvase del vital liquido de las presas de Chihuahua a territorio tamaulipeco.
Lo que esta sufriendo la entidad del noreste de México se conoce técnicamente como estrés hídrico y hablamos de este concepto cuando la demanda de agua es más alta que la cantidad disponible durante un periodo determinado o cuando su uso se ve restringido por su baja calidad.
Tamaulipas ocupa el lugar 15 en el rango de estrés hídrico dentro del territorio nacional con un puntaje de 4.11.
Otras entidades federativas que están en un rango alto son: Guanajuato (4.94), Ciudad de México (4.90), Aguascalientes (4.81), Estado de México (4.76), Querétaro (4.71), Hidalgo (4.63), Chihuahua (4.63), Zacatecas (4.63) y Sonora (4.60).
El problema del estrés hídrico en Tamaulipas es muy grave y se tienen que tomar medidas energéticas para reparar los canales de riego y tuberías para que se frenen las fugas del vital líquido, detener la perforación de pozos clandestinos para que haya un mejor uso del bien, por otro lado el gobierno federal tiene que obligar a las gentes de Chihuahua a que las presas que se encuentren en su territorio trasvasen liquido a Tamaulipas.