A 9 meses de iniciado su mandato, la “luna de miel” de Joe Biden ha quedado muy atrás.

”Nada cambiará fundamentalmente”, esa fue la promesa de campaña desde 2019 de Joe Biden a las élites que conforman los principales donadores del Partido Demócrata de los Estados Unidos.

El status quo bien puede parecer atractivo para el 1% que se ha visto ampliamente beneficiado por los “apoyos” económicos del gobierno de Estados Unidos a partir del inicio de la pandemia. Pero para los votantes demócratas e independientes, las acciones de Biden, principalmente en el aspecto de la pandemia, están dejando mucho que desear.

De acuerdo al estratega político Simon Roserberg, esta alarmante caída de Joe Biden en los porcentajes de aprobación, cerca de un 14% en los últimos meses, se ha debido principalmente a un manejo “irregular” de la emergencia de salud que atraviesa los Estados Unidos.

Peor aún, la gran apuesta del gobierno de Biden para contender con el aparentemente imparable ascenso de China, el concepto “Build Back Better”, acrecienta una percepción por parte de los votantes que el gobierno demócrata ya no está interesado en la pandemia.

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Biden y su administración hicieron grandes promesas al inicio de su mandato, prácticamente decretando el fin de la pandemia gracias a las vacunas.

Sin embargo, el fanatismo de los sectores antivacunas en Estados Unidos y el levantamiento de las restricciones en pleno auge de la variante Delta, “aguaron la fiesta” del actual gobierno norteamericano.

Con las elecciones intermedias apenas a un año de realizarse, es muy factible el regreso a la mayoría de los republicanos, lo que podría aplanarle el camino a un eventual regreso de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos, si así lo desea, en el 2025.