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La decisión de hace unos días del juez Mario Salgado Hernández, del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, que consistió en otorgar medidas cautelares a la empresa Oceanografía para frenar la venta de acciones, activos y todos los bienes de Citibanamex, hasta que no se resuelva en sentencia definitiva el juicio principal. Este litigio, que inició hace aproximadamente ocho años, nos trae a la memoria los actos de corrupción que se tejieron en los gobiernos panistas, entre el banco y la compañía de Amado Yáñez, y que involucraron a Petróleos Mexicanos (Pemex).

El mandato del juez se refiere a que el Grupo Financiero Banamex debe garantizar el pago de las cantidades demandadas a través de cualquier medio autorizado por la Ley, hasta por 5 mil 200 millones de dólares o su equivalente en pesos, según el mandato del Poder Judicial de la Ciudad de México

El acto más significativo, y que retrata los malos manejos, los actos fraudulentos y el tráfico de influencias de Citibanamex, y que además involucró la colusión de funcionarios públicos de alto nivel con empresarios, lo dio el caso de Oceanografía, que causó pérdidas significativas al patrimonio de Pemex.

La empresa de Amado Yáñez Osuna se volvió la contratista consentida de Pemex, tanto en transporte marítimo, como en limpieza y saneamiento de derrames, perforaciones en aguas someras y cuanta oportunidad hubiera durante los 12 años de gobiernos panistas en el poder, lo que provocó que Oceanografía experimentara una colosal expansión, además contaba también con el apoyo de sus socios, como el sobrino de Francisco Gil Díaz, Martín Díaz Álvarez, que volvió a la empresa el primer cliente de Banamex, y con los Rodríguez Borgio, dueños de Caja Libertad y de la tercera red en importancia de franquicias de gasolineras de Petróleos Mexicanos.

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El pleito legal, que hoy frena cualquier operación de venta de la filial de Citi, inicia con una denuncia presentada por Citibanamex el 28 de febrero del 2014 ante la Procuraduría General de la República (PGR), actual Fiscalía General de la República (FGR).

Lo que desató el escándalo de Oceanografía 2014, fue el fraude de Armando Yáñez Osuna a Banamex - Citigroup, cuando esta empresa petrolera consiguió un crédito por más de 400 millones de dólares del banco estadounidense con facturas apócrifas de Pemex, lo que causó una pérdida millonaria a la institución financiera.

El 11 de febrero de 2014, la Secretaría de la Función Pública de México emitió la Circular OIC-PEP-AR-18.575. 005/2014 por medio de la cual comunicó ‘’a las Dependencias, Procuraduría General de la República y entidades de la Administración Pública Federal, así como a las entidades federativas, que deberán abstenerse de aceptar propuestas o celebrar contratos con la persona moral Oceanografía, S.A. de C.V’'.

La inhabilitación en el sector público del corporativo petrolero, contratista de la hoy empresa productiva del estado, llevó como bola de nieve al destape de un gran fraude bancario contra Banamex, filial mexicana de Citigroup, por alrededor de 400 millones de dólares, y siguió con el aseguramiento e intervención por parte del gobierno federal de las instalaciones y documentación de la compañía de servicios para la industria petrolera que fue uno de los mayores casos de corrupción y manejo de influencias que se haya visto en México.

La empresa, cuyos orígenes datan de 1968, contaba hace ocho años con unos 4 mil 500 trabajadores en sus instalaciones en la Sonda de Campeche, Ciudad de Carmen, Campeche; Dos Bocas y Villahermosa, Tabasco; así como en Coatzacoalcos, Veracruz.

El fraude al banco se basó en préstamos tóxicos que la naviera y constructora marítima pedía a Banamex, presentando como garantía las cuentas por cobrar de los servicios prestados a Pemex Exploración y Producción (PEP) con facturas alteradas, que ascendían a un total de 580 millones de dólares, de los cuales sólo 185 millones de dólares eran pagos válidos respaldados en las estimaciones reales acordadas con la paraestatal; y los 400 millones de dólares restantes corresponderían a cargos fraudulentos.

La naviera Oceanografía, cuyos propietarios son Amado Yáñez Osuna y Amado Yáñez Correa, comenzó su despegue en el 2002. Desde entonces se le conoció como una influyente empresa que fue repetidamente favorecida en los sexenios de Vicente Fox y Felipe Calderón, a través de contratos que, se sospechaba, le hacían ganar Jorge Alberto y Manuel Bribiesca Sahagún, hijos de Marta Sahagún, esposa del ex presidente Fox, a cambio de jugosas comisiones, según denunció en su momento el ex legislador de Convergencia, José Manuel del Río Virgen.

La Auditoría Superior de la Federación (ASF) alertó en 2006 sobre violaciones a las leyes de Obra Pública por parte de la empresa Oceanografía. De 2011 a 2013, Oceanografía obtuvo unos 43 contratos de PEP por servicios en altamar, como reparación, mantenimiento y rehabilitación de pozos, transporte e instalación de plataformas, construcción de gasoductos y oleoductos, entre otros.

La Secretaría de la Función Pública investigó los contratos firmados con Pemex entre 2011 y 2012, aplicando una multa de 24 millones de pesos e inhabilitando a la compañía por 21 meses para trabajar con dependencias de la administración pública federal, por realizar cobros que excedían el precio pactado con la empresa que hoy dirige Octavio Romero; esto sin contar los préstamos que la naviera pedía al banco respaldo en esas cuentas.

Ante la gravedad de los hallazgos el Citigroup, cuya filial en México es Banamex, por medio de un comunicado fechado el 28 de febrero del 2014 se anunció un ajuste a la baja de sus resultados financieros producto ‘’de un fraude recientemente descubierto en perjuicio de Banamex’'.

De acuerdo con la información dada a conocer por Citigroup a través del citado comunicado, el Banco Nacional de México registraba en sus libros al 31 de diciembre de 2013 ‘’financiamiento de corto plazo por aproximadamente 585 millones de dólares a Oceanografía S.A. de C.V. (Oceanografía), una empresa mexicana que ha sido proveedor importante de servicios a Pemex’'.

El fraude de Oceanografía a Citibanamex le costó la chamba en la institución financiera al primo de Margarita Zavala que también estuvo implicado en el Fobaproa: el Sr. Javier Arrigunaga, quien ostentaba el cargo de director general de la institución financiera en México.

El motivo de la separación del cargo de Arrigunaga Gómez pudo haber sido que dejó pasar varios controles internos del banco cuando se otorgaron los préstamos a la compañía petrolera de Amado Yáñez.

El fraude descubierto hace 8 años tiene todavía implicaciones para el Banco, tiene en números rojos a Oceanografía y causó mucho daño a Petróleos Mexicanos.

Hay que recordar que el 11 de enero de 2022, la institución financiera estadounidense Citi, matriz de Citibanamex, dio a conocer que tiene la intención de salir de las operaciones de banca de consumo y empresarial en México, aunque continuaría operando su Negocio de Clientes Institucionales (ICG) con una licencia bancaria local.

El litigio entre Citibanamex y Oceanografía podría representar un obstáculo para la venta del banco y nos recuerda la corrupción que se dio entre altos ejecutivos de la institución financiera y funcionarios panistas, lo que afectó las finanzas de Petróleos Mexicanos.