“Jamás la civilización, la tierra estuvo amenazada por tantos peligros como lo está hoy, no por seres de otros planetas, sino por vándalos terrícolas vil sirvientes del sistema que se valen de sus medios bárbaros para llamar a toda su destrucción desarrollo.”

ALEX PIMENTEL

Hay de protestas a protestas. Mientras en Europa, especialmente en Barcelona, quienes protestan contra los turistas usan pistolas de agua, aquí en México, en la capital de la República, comercios son pintarrajeados y saqueados. Los volantes que los manifestantes reparten invitan a la violencia. Más que marcha, estamos en presencia de la agresión, provocación, destrucción.

Así que llamemos a las cosas por su nombre: una marcha es una concentración pacífica de individuos que se trasladan —marchan— a un lugar en específico para protestar o apoyar una causa en particular. Cuando un grupo de personas protestan vandalizando, no se trata de una marcha ni de la defensa del razonamiento que hay detrás. Los simpatizantes de la 4t los querrán convencer este lunes con argumentos manipulados y falsarios de lo contrario. No lo permitan. En la Ciudad estuvimos ante una revuelta tipificada como delito (daño en propiedad ajena), si bien les apuesto que no veremos denuncias y menos aún a la autoridad metiendo orden a partir de ahora.

Uno puede estar de acuerdo o no con la gentrificación, en este caso en las colonias que se conocen como la Condesa y la Roma en la capital de Mexico. Sin duda uno puede manifestarse en contra. Mas eso no da derecho a destruir.

Cualquier protesta que utiliza la destrucción y además, busca justificarla, pierde la posibilidad de ser tomada con seriedad.

Que millones de personas desperdicien horas de su vida yendo a su lugar de estudio o de trabajo porque en la ciudad no se han generado oportunidades de vivienda asequibles para la mayoría, merece una o varias manifestaciones (no violentas, naturalmente, y no solicitando sacrificar a un gringo, así sea de broma). Las justifican para presionar a que la autoridad ofrezca servicios públicos de transporte eficientes y en mejor estado para todos. Para que se aseguren de que la ciudad ofrezca seguridad pública, pero también jurídica. Que las casas habitación no serán derruidas, invadidas o que no tengan pisos de más para que se caigan al primer temblor.

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La marcha que tiene sentido no debiera ser contra los extranjeros, sino contra los gobiernos que cobran y cobran y cobran y no cumplen.

Atendiendo ese punto, en las grandes urbes del mundo, Nueva York, Tokio, París, hay millones de personas que toman el tren diariamente para llegar a sus trabajos. Sí, “desperdician” horas de su vida en traslados, pero lo hacen de manera segura, efectiva y en ningún lado protestan contra la gentrificación destruyendo las zonas de la ciudad donde quisieran vivir.

Clara Brugada, jefa de gobierno de la CDMX, emitió un comunicado que poco o nada coadyuva a disminuir la violencia. Empezando porque este rechaza sin excepción la gentrificación. A ella valdría la pena recordarle que la gentrificación no es un delito; que en cambio sí lo es la invasión de la propiedad o el destrozo de lo ajeno. Pero sobre eso Clara Brugada se ha quedado corta; pareciera que justifica lo que sucedió en la Roma y en la Condesa.

La jefa de gobierno olvida que su labor no es opinar o imponer ideologías. Su labor es resolver la violencia que se vive en la CDMX; pavimentar las calles que se encuentran en pésimas condiciones; mejorar el transporte público y una larga lista de obligaciones.

Convenientemente pasa de largo que el 26 de octubre de 2022, la entonces jefa de gobierno Claudia Sheinbaum anunció un convenio con Airbnb para promover la CDMX como la capital del turismo creativo. De hecho, apelaron a los nómadas digitales de Estados Unidos. Ergo, el pleito no es con los gringos. Es —si acaso— con quien promovió esa forma de impulsar a la Ciudad de los Palacios.

Por supuesto que la policía de la Ciudad de México no pudo aprehender a NINGUNA persona durante los destrozos de la referida protesta. Ninguno, cero, nadie.

ATENCIÓN: esa no es la mejor manera de anunciar a la capital de México en vísperas del Mundial de futbol 2026. Balazo en el pie.

Pero eso la jefa de gobierno no lo sabrá ni lo querrá entender.

Y es que sucede que Clara Brugada fundó la Unión Popular Revolucionaria “Emiliano Zapata”, dedicada —lo adivinan bien— a invadir y robar predios. Lo cual, genera dudas sobre su posición hoy como jefa de la CDMX… y, lo peor, la violencia desatada el día viernes recuerda mucho a la UPREZ y sus “prácticas”… Con estos antecedentes, ¿quién quiere resistirse ante/denunciar a invasores y despojadores de propiedad mientras instalan la legalización de los “paracaidistas”?

Pero sucede también que el “justificante” del gobierno de la capital es electoral (¡cuándo no!). Tanto la Roma como la Condesa se ubican dentro de la alcaldía Cuauhtémoc, gobernada por Alessandra Rojo de la Vega, opositora política cuya popularidad crece. Eso no gusta a la 4t.

Mas si piensan que con estas manifestaciones violentas golpean a la alcaldesa, están equivocados. Le pegan a la CDMX y al país.

Sería adecuado que Brugada aprenda que rechazamos el vandalismo, los asesinatos, los asaltos, azuzar los ánimos. Ojalá deje de preocuparse por quienes viven en la Condesa y mejor se ocupe de lo que rechazamos todos los que vivimos en la capital.

Clara Brugada permitió y justificó lo ocurrido el viernes; unas prácticas porriles que destruyen a México, a la ciudad. También a la presidenta Sheinbaum y el sueño de miles y miles de extranjeros que invierten y pagan impuestos en nuestro país.

Giro de la Perinola

(1) La incongruencia por bandera; Freud diría que es que desean ser lo que critican.

(A) Protestan contra los estadounidenses afincados en la Condesa y la Roma, pero bien que usan palabras en inglés. En lugar de decir “estampas”/”cromos” usan “stickers”; en lugar de decir “volantes”/”pasquines”/”panfletos”/usan la palabra “prints”.

(B) Van “contra los gringos” que viven en la Condesa, pero destrozan una taquería bien, pero bien mexicana

(C) Protestan por el maltrato a nuestros connacionales del otro lado de la frontera, pero aquí vandalizan lugares que dan empleo y sustento a mexicanos.

La neta, la neta, la neta: ¿en serio van contra los extranjeros que viven en la CDMX o en realidad quieren ser como ellos?

(2) ¿Cortina de humo para tapar el que el Tesoro de EU acusó a tres instituciones mexicanas de lavado de dinero? ¿O el pacto de Ovidio Guzmán con las autoridades de EU? ¿O la detención de Julio César Chávez Jr. del otro lado de la frontera? ¿O el desabasto de medicinas? Sea lo que sea: genera otra razón para la incertidumbre y para desincentivar la inversión.