AMLO se muestra obsesionado en dar seguimiento al juicio que se desarrolla en Brooklyn, Estados Unidos, en contra del ex secretario de Seguridad Publica, Genaro García Luna acusado de recibir sobornos por parte del Cartel de Sinaloa a cambio de favorecer al grupo delictivo.

El presidente lo ha convertido en un tema de seguridad para su gobierno y de propaganda e incluso ya le dedica una sección en su plataforma de comunicación mañanera: “Para que no se oculte información y se garantice el derecho del pueblo a la información, vamos a estar presentando información sobre el juicio de García Luna en Estados Unidos, porque no queremos que pase de noche”.

Surgen las dudas

Quizá lo hace porque siempre es más fácil hablar de las crisis del otro que de las propias, es decir, con esta nueva cortina de humo evita tocar temas como los incidentes en el Metro de la CDMX, los indicadores económicos o el fracaso de Dos Bocas y del Tren Maya, aunque también cabe la posibilidad de que el asunto realmente le preocupe.

¿Miedo?

En el noticiario de Ciro Gómez Leyva, Epigmenio Ibarra, su guionista de cabecera, ofreció un argumento que más bien parece ser un guion para un documental de realidades alternas.

En el tribunal de las mañaneras García Luna ya fue juzgado y sentenciado, tanto el presidente, como su publirrelacionista, se han encargado de asegurar que existen pruebas suficientes en su contra, y aunque en la corte de Nueva York el juicio apenas avanza, la preocupación crece Palacio Nacional y arrecian su mega campaña publicitaria.

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AMLO el corresponsal

La prensa nacional y extranjera brinda una cobertura puntual del juicio, pero ahora que el tema cobra notoriedad, AMLO sale con que: “Pero no es, para consuelo nuestro, un asunto sólo de nuestro país, el poder mediático es usado por las oligarquías en el mundo para someter gobiernos.”

Y para justificar su propia versión, afirma que en México el juicio no tiene suficiente difusión en los medios convencionales: “Y se apuesta a defender a García Luna porque pues tiene que ver con ese pasado que imperó durante mucho tiempo y con el proyecto que avalaron las élites, no sólo los traficantes de influencias, sino también los medios de información y los intelectuales orgánicos o alcahuetes del régimen.

Sin embargo, en el informe que presentó la mañanera de ayer, el presidente convertido voluntariamente en corresponsal del caso, de manera parcial destacó los testimonios de Sergio Villarreal Barragán, El Grande y Tirso Martínez Sánchez, testigos presentados por la Fiscalía, pero omitió decir que Brian Cogan, el juez que preside el proceso excluyó ambos testimonios por considerarlos como “rumor” y “pérdida de tiempo”.

En otras palabras, el Juez dejó claro que en estos juicios lo que cuenta son las pruebas objetivas como videos, fotografías, documentos o grabaciones y no los rumores u opiniones.

Desde el inicio de la cobertura, el corresponsal del noticiario de Ciro Gómez Leyva reportaba esa situación, incluso mencionó que el juzgado tuvo la oportunidad de estar sentado al lado de un integrante del gobierno de México aquien reconoció como un excelente abogado quien le explicó la importancia de la presentación de las pruebas, porque, de lo contrario, las acusaciones no servirían.

Pero Epigmenio, que seguramente debe conocer toda la trama de las acusaciones en contra de Genaro García Luna, afirmó: “Hablamos de la sustracción mediante un entramado complejo de empresas de más de 700 millones de dólares a lo largo más de 18 años. Hablamos del jefe policiaco de la AFI, del secretario de Estado y del consultor privado. Y hablamos de una red de empresas muy compleja, de muchos prestanombres y de paraísos fiscales, donde se lava y luego su dispersión”.

En respuesta Ciro, titular del espacio informativo, le cuestionó, si tiene todas esas pruebas ¿por qué no las presentan a la fiscalía?

Mucho lo hemos repetido en este espacio, AMLO engaña con la verdad y en su mañanera mencionó: “sí vamos a cuidar de estar informando porque, como se decía en la época de la Colonia, obedecer y callar, obedecer y callar es el deber del vasallo, y durante mucho tiempo eso hicieron los medios, obedecer y callar como vasallos”.

Mientras el presidente López Obrador busca hacer un “reality show del juicio en contra de García Luna, surge la duda acerca de lo que quiere, ¿tapar sus fracasos o curarse en salud? O quizá lo que busca es prevenirse en caso de salir salpicado en un juicio donde dan verdadero valor a las pruebas, no a las versiones que parecen producto de la ficción.

Twitter: @diaz_manuel