En su comparecencia en el Senado de la República por motivo de la glosa del cuarto informe de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, la titular de la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, acusó de “doble moral” a la oposición, quienes en público se oponen a que el Ejército realice labores de seguridad, y en privado piden que escolten a sus familias.
Cinco congresos estatales aprobaron ya la iniciativa para que el Ejército extienda su presencia en las calles hasta 2028. Oaxaca fue la primera entidad en aprobar la iniciativa que había pasado la aduana de las cámaras de diputados y senadores; lo mismo hizo el Congreso de la Ciudad de México.
Desde el viernes pasado, el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, inició un recorrido por varias entidades del país con el propósito de tener un encuentro con los legisladores de todos los partidos para que aprueben la reforma.
En contraposición, el dirigente del Partido Acción Nacional (PAN), Marko Cortés, llamó a los legisladores de su partido, incluso a otros de la oposición en los Congresos estatales, a votar en contra de la reforma constitucional del Presidente de la República.
La gobernadora panista de Chihuahua, Maru Campos, ha señalado que no le gustaría que la milicia realice labores de seguridad pública, en consonancia con la postura de su partido, pero también dijo que, está de acuerdo que la presencia de los militares en labores de seguridad sea provisional, “mientras fortalecemos nuestras policías estatales y municipales”. O sea, no, pero sí.
La también panista Teresa Jiménez, en su toma de protesta como nueva mandataria de Aguascalientes, se acercó a la representante del presidente Andrés Manuel López Obrador, Rosa Icela Rodríguez, a quien le pidió en privado apoyo para que el Ejército y la Guardia Nacional coadyuven en la seguridad de su estado.
El priísta, Esteban Villegas, quien tiene pocos días al frente del gobierno de Durango, y que llegó por la alianza “Va por México” (PAN, PRI y PRD), ha expresado su total respaldo a la reforma: “yo siempre estuve de acuerdo en que el Ejército siga haciendo lo que ha venido haciendo hasta hoy. Ellos nos han ayudado bastante para tener los niveles de seguridad que tenemos en Durango”.
Incluso su antecesor, el panista, José Rosas Aispuro, como gobernador había expresado su respaldo a la iniciativa presidencial. Antes de terminar su responsabilidad afirmó: “como siempre me he manifestado a favor de que la Guardia Nacional se incorpore a la Secretaría de la Defensa Nacional, porque esto garantiza que esta institución pueda perdurar en el futuro, eso garantiza que tengamos mejores instrumentos para poder combatir la inseguridad”.
El gobernador priísta de Coahuila, Miguel Riquelme, ha citado su voto a favor para que el Ejército y la Guardia Nacional “mantengan la paz y tranquilidad de las familias” de su estado.
Antes de que el Senado aprobara la iniciativa, Riquelme dijo: “como resultado de su alianza estratégica con las Fuerzas Armadas, Coahuila es diferente, y aquí sí se tienen resultados efectivos en materia de seguridad”.
El gobernador panista de Guanajuato, Diego Sinhue, ha citado su agradecimiento al Ejército. Afirmó: “todo nuestro apoyo para que realicen su labor, porque aquí, se respeta a las instituciones y el Estado de derecho. La gente ve en nuestros militares a gente ordinaria haciendo cosas extraordinarias”.
Otro panista, Mauricio Vila, ha reconocido las labores que el Ejército ha hecho para resguardar la paz en Yucatán. Ha señalado que las fuerzas armadas han conservado y acrecentado la seguridad de la entidad que gobierna. “Como resultado de esta colaboración de las Fuerzas Armadas y de seguridad de México, Yucatán ha reafirmado su papel como el estado más seguro del país”.
Desde luego, los gobernadores morenistas, por de faul, le han dado todo su apoyo a la reforma como era de esperarse, pero llama la atención cómo es que gobernadores panistas y priístas, están de acuerdo con la presencia militar en labores de seguridad, mientras que sus dirigencias se han expresado en contra, como lo ha dispuesto el propio Marko Cortés, y otros tantos regentes panistas y priístas de “alcurnia”, de “linaje”.
Es por eso que la Secretaria Rosa Icela Rodríguez los acusó de doble moral y, efectivamente es así, porque en corto, no sólo los gobernadores de oposición sino diputados, senadores y dirigentes partidarios, se refieren a la necesidad de que el Ejército se encargue de la seguridad junto con la Guardia Nacional, pero cuando salen a medios rechazan la iniciativa.
Por eso fue que, a la titular de la SSPC, le salió lo Rosa Icela, la sangre se le subió a la cabeza, y aun cuidando las formas, les dijo que acepta la crítica constructiva, pero en clara alusión a la senadora Lilly Téllez, a quien sin mencionar su nombre, le reviró: “nos llegó una solicitud de una senadora que un día crítica, y al otro descalifica a la Guardia Nacional, y al otro día pide protección con elementos del Ejército y la Guardia Nacional para su familia”.
Los senadores sabían a quién se refería, pues hace poco más de una semana la senadora Lucía Meza de Morena, le había reclamado a la senadora Téllez su doble discurso cuando le recordó que había pedido protección, luego de un supuesto atentado que la legisladora panista nunca ha podido mostrar que ocurrió.
Llamó la atención el tono de la respuesta de la secretaria que si bien, insisto, fue respetuosa, alzó la voz, y les restregó en la cara a quiénes estaban allí, a quienes les han solicitado apoyo para resguardar a sus estados, a ellos y ellas, y a sus familias, pero que en ese momento descalificaron al secretario Luis Cresencio Sandoval. Explotó.
Interesante es el debate en torno a que si es demasiado el “poder” que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador le ha dado a las fuerzas armadas, se vale la crítica, los disensos, las diferencias, pero es lamentable, la doble moral, el doble discurso, la politiquería barata, pero sobre todo, la conducta errante.
Punto Cero
Tras obtener su licencia como Institución de Fondo de Pago Electrónico, Spin de Oxxo y Femsa, han levantado las expectativas sobre su impacto como fintech en el universo regulado, ya que es la Institución de Tecnología Financiera de mayor tamaño en usuarios y con presencia física en el país, a diferencia de otras reguladas. Asensio Carrión Martínez, director general de Spin, comentó que su principal aspiración es aumentar su participación dentro del sistema financiero; y lo lograrán a corto tiempo.
*Periodista | @JoseVictor_Rdz