Quizá la oposición piensa que tomó oxígeno y recuperó el aliento de algunas conclusiones que ellos mismos interpretan de caóticas y carentes de resultados por proceso de la consulta popular que, en términos proporcionales de participación, no podemos llamarlo así. México avanzó y sentó las bases a través de los mecanismos democráticos.

En todo caso, fue un buen ensayo para afinar la maquinaria en vísperas de la revocación de mandato que no es desafiante para el presidente, sino un ejercicio que ratifica el mayúsculo respaldo popular que, de acuerdo con varios estudios, cuenta con un inmenso apoyo de más del 60% del país que pueden decidir en las urnas a su favor.

En definitiva, todo eso ha impactado en la expresión o vehículo de participación política que lo llevó a Palacio Nacional. Morena se ha convertido en una alternativa, por cierto, muy atractiva para la ciudadanía; en gran medida el respaldo social es alimentado por la imagen y el poder político del presidente López Obrador.

Por esa razón, la oposición no puede lidiar con la inmensa legitimidad del presidente.

Eso ha propiciado una guerra propagandística sin cuarteles; eso sí: fallida. La derecha ha sufrido las consecuencias de los desastres administrativos, no solo políticos, sino económicos, sociales, culturales.

Esa desesperación se puede ver en sus actuaciones y en la narrativa feroz. Sin embargo, todo ha sido en vano: la oposición sigue sufriendo las consecuencias que vale la pena decir son obra de la inoperancia de un sistema político que falló. Nos queda muy claro que, para la derecha en el país, las cosas siguen siendo caóticas. Para desgracia de ellos— no se han podido reponer de la aplanadora que— les pasó por encima en 2018. A pesar de los resultados parciales que obtuvieron en 2021, aun así, salieron perdiendo.

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Y, todo parece indicar que, el escenario en 2022, tendrá un efecto similar.

Morena domina de acuerdo con los primeros sondeos 5 de 6 estados. La cuestión es que lo hace de forma contundente; prácticamente si esta proporción se mantiene, la oposición será nuevamente aplastada en las entidades. Para tener una noción de ello, Morena arrasaría en Durango, Tamaulipas, Hidalgo, Quintana Roo y Oaxaca, y dará la pelea en Aguascalientes con el PAN.

Pese a que relativamente falta tiempo, creemos que la suerte está echada: Morena seguirá extendiendo su poder social que, en temimos políticos, se asocia, por supuesto, a la expresión Lopezobradorista plenamente consagrada en el país.

En cuanto a la oposición, el escenario es muy complejo. Básicamente no tienen cómo competir, es más, ni unificados. El factor clave siguen siendo la combinación de dos hechos fundamentales: el gran respaldo social con el que cuenta el mandatario y, algo fundamental, la derecha cayó a su peor crisis en el país. Sin ese contrapeso, Morena camina sin contratiempos a conquistar más territorios convirtiéndose en una alternativa viable.

En general, veremos una misma versión con las mismas características con la que enfrentará la oposición al poderío que acumuló Morena. Dicho de otro modo, la derecha se medirá de nueva cuenta a una enorme maquinaria social que se ha convertido en el principal motor de la 4T, con una mezcla variopinta que ya se moviliza para ganar terreno, aunque sin éxito a pesar de su duro discurso.

Mientras que las semanas avanzan, Morena se sigue consolidando en todo el país. Los pronósticos lucen alentadores; sin embargo, para la oposición reina la incertidumbre, el aislamiento y la soledad. No tienen ideas; caminan sin ninguna agenda estrictamente opositora; sobrevienen políticamente de milagro, sobre todo el PRD. En fin, una vez que esto siga avanzando— será más tangible el arrastre que continúa manteniendo el presidente Obrador y, por añadidura, Morena.

Justamente ese programa de gobierno del presidente Obrador es la principal plataforma o columna vertebral que mueve a la sociedad. Por ello, no puede ser la excepción que Morena esté apoyado en el corazón ideológico y práctico que manifiesta el mandatario federal.

Finalmente, Morena parte como favorito y con una columna enorme de senadores que aspiran a llegar a gobernar sus estados. De hecho, la gran cantera morenista inmensamente competitiva puede detonar de allí. Recordemos que hace un año quienes buscaban posicionarse en una candidatura fueron altamente competitivos, incluso, para ganar. Logró obtener su boleto Félix Salgado Macedonio, Víctor Manuel Castro Cosió, Miguel Ángel Navarro, Rubén Rocha Moya y Cristóbal Arias Solís que regresó a Morena luego de un paso por Fuerza por México.

En consecuencia, hay un escenario similar

Todas las direcciones y los sondeos previos posicionan a Ramón Enríquez en Durango; en Hidalgo a Julio Menchaca; en Tamaulipas a Américo Villareal; y en Oaxaca, Susana Harp se sitúa como la favorita. Falta, eso sin duda. Aunque, lo que sí es un hecho— es que Morena es inmensamente superior a toda la oposición aglutinada.

Los hechos y los datos así lo demuestran.

Ya veremos...