El presidente de Argentina, Alberto Fernández, pudo haberse ganado la antipatía de Latinoamérica tras su desafortunada declaración relacionada con el origen de los argentinos. Sin embargo, el mandatario, fiel a la identidad que une a un gran número de su connacionales, principalmente los residentes en Buenos Aires, no buscó la polarización al interior de su país.

Desafortunadamente para México, el presidente AMLO lo hace diariamente. En este contexto, los medios nacionales se  han hecho eco de los comentarios realizados hace algunos días en la mañanera relacionados con las clases medias. En palabras de AMLO, las clases medias son “aspiracionistas” que buscan a toda costa “salir adelante” y que “van a la Iglesia”.

El presidente de Argentina, Alberto Fernández, pudo haberse ganado la antipatía de Latinoamérica tras su desafortunada declaración relacionada con el origen de los argentinos. Sin embargo, el mandatario, fiel a la identidad que une a un gran número de su connacionales, principalmente los residentes en Buenos Aires, no buscó la polarización al interior de su país.

Desafortunadamente para México, el presidente AMLO lo hace diariamente. En este contexto, los medios nacionales se  han hecho eco de los comentarios realizados hace algunos dias en la mañanera relacionados con las clases medias. En palabras de AMLO, las clases medias son “aspiracionistas” que buscan a toda costa “salir adelante” y que “van a la Iglesia”.

En primer lugar, bien valdría recordar que la RAE no reconoce la existencia del término “aspiracionista”.

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En segundo, buena parte de las clases medias es representada por talentosos mexicanos que mediante sus esfuerzos han alcanzado a adquirir un patrimonio modesto y una forma de vida decorosa. Se trata de aquel pequeño o mediano empresario que batalla diariamente para hacer sus deseos realidad.

Por otro lado, se trata de aquellos profesionistas que recibieron una educación de calidad y que quizá tuvieron la fortuna de estudiar en el extranjero, muchos de ellos gracias a una beca otorgada por el Estado mexicano o de algún otro gobierno.

Las clases medias están conformadas por la principal masa crítica de este país. Quizá lean el Reforma. Pero también han tenido acceso al aprendizaje de lenguas extranjeras lo que les ha facilitado nutrirse de la información publicada en diarios extranjeros. Quizá lean también Le Monde o The Economist; diarios que no han resultado recientemente agradables para el presidente AMLO.

Las clases medias son también aquellos intelectuales que batallan diariamente en el debate de las ideas mediante la puesta en aplicación de sus conocimientos y el ejercicio de sus profesiones. Son aquellos que comentan, leen, escriben y que buscan sensibilizar a la nación mexicana en torno a la importancia de la evidencia, de los hechos, y a la vez, que pugnan por sacar de la indefensión idelógica a los millones de mexicanos que, derivado de condiciones estructurales, viven en las penumbras de la ignorancia.

AMLO es el maestro de la polarización. Su mensaje se nutre de ello.

Sin embargo, no es sorprendente, pues se trata de una tradicional táctica política utilizada por mandatarios carismáticos carentes de una auténtica visión de Estado. Lamentablemente, nos lacera como nación.

En segundo, buena parte de las clases medias es representada por talentosos mexicanos que mediante sus esfuerzos han alcanzado a adquirir un patrimonio modesto y una forma de vida decorosa. Se trata de aquel pequeño o mediano empresario que batalla diariamente para hacer sus deseos realidad.

Por otro lado, se trata de aquellos profesionistas que recibieron una educación de calidad y que quizá tuvieron la fortuna de estudiar en el extranjero, muchos de ellos gracias a una beca otorgada por el Estado mexicano o de algún otro gobierno.

Las clases medias están conformadas por la principal masa crítica de este país. Quizá lean el Reforma. Pero también han tenido acceso al aprendizaje de lenguas extranjeras lo que les ha facilitado nutrirse de la información publicada en diarios extranjeros. Quizá lean también Le Monde o The Economist; diarios que no han resultado recientemente agradables para el presidente AMLO.

Las clases medias son también aquellos intelectuales que batallan diariamente en el debate de las ideas mediante la puesta en aplicación de sus conocimientos y el ejercicio de sus profesiones. Son aquellos que comentan, leen, escriben y que buscan sensibilizar a la nación mexicana en torno a la importancia de la evidencia, de los hechos, y a la vez, que pugnan por sacar de la indefensión ideológica a los millones de mexicanos que, derivado de condiciones estructurales, viven en las penumbras de la ignorancia.

AMLO es el maestro de la polarización. Su mensaje se nutre de ello. Sin embargo, no es sorprendente, pues se trata de una tradicional táctica política utilizada por mandatarios carismáticos carentes de una auténtica visión de Estado. Lamentablemente, nos lacera como nación.