La Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC), al ser el ente que regula la aviación, debe tomar cartas en el asunto con urgencia. Tenemos un grave problema con la entrega de licencias al personal aeronáutico.
Varios estudiantes de la carrera de Protección Civil y Piloto Aviador, de la Escuela Nacional de Protección Civil Campus Universitario Chiapas (ENAPROC) se acercaron a mí para plantear la problemática que enfrentan. Ellos forman parte de la segunda generación (2020-2023), y resulta que debieron entregarles sus títulos, sus licencias comerciales de piloto aviador y sus cédulas profesionales desde el año 2023.
Pero eso no ha sucedido, a pesar de haber cubierto todos los pagos, como consta en las facturas correspondientes. La irregularidad implica a la escuela, la que de plano armó una “pseudo graduación”, utilizando material apócrifo, con tal de lavarse las manos de cualquier responsabilidad.
Desde el mes de agosto de 2023, los alumnos esperan una respuesta, pero no la han obtenido. Este grupo me hizo llegar carta, de la que abordaré puntos importantes, para que ustedes tengan conocimiento de este caso, y a manera de denuncia pública para que la AFAC se haga responsable, porque no es posible que defrauden a la gente y acaben con sus ilusiones.
La licenciatura de la Escuela Nacional de Protección Civil Campus Universitario Chiapas (ENAPROC), en la carrera de Protección Civil y Piloto Aviador cuenta con el permiso F-184, que arrancó en enero del 2020.

Promete que la duración de la carrera son tres años y que al concluir se hará entrega de título, cédula profesional y lo más importante, licencia de piloto comercial. Cabe resaltar que durante los primeros cuatrimestres la escuela en cuestión carecía de los permisos para operar, además de no tener aeronaves para las prácticas, esto es, las horas de vuelo que se necesitan para la carrera de piloto aviador.
Del total de alumnos que han pasado por sus aulas durante los cinco años que llevan impartiendo la carrera, solo tres se han podido graduar. Aquí el punto álgido es el siguiente: simularon dos graduaciones a las que asistieron el ex gobernador del estado de Chiapas Rutilio Escandón Cárdenas junto con el ex secretario de protección civil Luis Manuel García Moreno, así como funcionarios federales de primer nivel, militares y grupos relacionados al mundo de aviación nacional; ahora todos ellos voltean para otro lado, dejando a estos estudiantes a su suerte.
La situación actual es que el nuevo gobernador de Chiapas, Eduardo Ramírez Aguilar, así como el ex diputado y ahora nuevo secretario de protección civil de dicha entidad federativa, Mauricio Cordero Rodríguez, comparten la respuesta de los directivos de la ENAPROC, y aseguran que “no es ni su problema, mucho menos su prioridad”.
Además de que reconocen que no se cuenta con los recursos suficientes, agregan que el “problema” se dio durante el sexenio anterior, por lo que la actual administración gubernamental del estado sureño “no tiene vela en el entierro”, no se sabe quién o quiénes se llevaron el dinero que los estudiantes pagaron durante su carrera profesional; cada uno un poco más de 375 mil pesos de colegiatura, más las horas de vuelo.
Lo preocupante es que a los alumnos afectados les han negado la posibilidad de abrir una carpeta de investigación por fraude, para que recuperen su inversión económica, o les hagan entrega de los documentos a los que la escuela se comprometió, pero tras casi dos años, no les han dado respuesta.
Seguramente me estará leyendo algún abogado litigante, y sí, me queda claro que el delito de fraude es del fuero común, de hecho tipificado en el artículo 302 del Código Penal de Chiapas. Sin embargo, sostengo que una agencia federal como la AFAC tiene que involucrarse este caso. Y Procedo a explicarme:
A pesar de que la ENAPROC empezó a impartir la carrera en enero del 2020, no fue sino hasta finales del 2022 que pudieron hacerse de una aeronave para realizar las prácticas y certificar las horas de vuelo de los alumnos. Aquí el detalle más importante es que ese avión se accidentó en 2023.
Y no puedo ignorar que dentro de las funciones de la AFAC está la de supervisar, así como regular a las escuelas de aviación del país. De hecho está dentro del listado de escuelas autorizadas por la AFAC y así la tienen registrada:
“F-184 INSTITUTO PARA LA GESTIÓN INTEGRAL DE RIESGOS DE DESASTRES DEL ESTADO DE CHIAPAS” OCOZOCOAUTLA DE ESPINOZA, CHI. CARRETERA PANAMERICANA KM. 1.5 TUXTLAOCOZOCOAUTLA, COL. ANTIGUO AEROPUERTO DE LLANO SAN JUAN, C.P. 29140.
Matrículas de los aviones XB-COR, XB-RHG, XB-RPH, tipo de aeronaves CESSNA 182, CESSNA 150, CESSNA 150”
Sobre este particular, los alumnos afectados me compartieron la siguiente información, que me parece oportuno que la conozcan para que tengan una fotografía más completa:
“La escuela dice que cuenta 6 equipos pero su compra siempre ha sido un negocio corrupto y no dicen que el Tecnam P2010 está accidentado y 2 años después aún no lo han reparado, los 2 Cessnas 182 siguen sin poder volar por su documentación chueca, el bimotor Britten Norman Islander lleva un año en mantenimiento y por último, sus 2 Cessnas 152 de los cuales solo uno está operativo ya que se han ido canibalizando las piezas entre ellos para poder dar abastecimiento a más de 50 alumnos han entrado recientemente a mantenimiento también por un overhaul de 1000 horas”
Como podemos observar, la información con la que cuenta la AFAC no coincide con lo que les ha tocado vivir a los estudiantes de esta escuela. Lo que pide este grupo de estudiantes afectados es que les cumplan, la ENAPROC utiliza sus redes sociales para acallar este lamentable tema y decir que todo está bien.
La realidad es que hay una generación completa que desde 2023 pagaron por una licenciatura, y hoy no cuentan con toda la documentación que les prometieron. La AFAC pide a los estudiantes que verifiquen si la escuela está avalada por ellos, para evitar fraudes, pero en este caso, la escuela está reconocida como válida dentro del portal de la AFAC ¿qué garantía tienen los estudiantes que la escuela donde están acudiendo no va a ser un timo?
Lo peor es que un ex gobernador se haya prestado a la farsa en graduaciones simuladas, con alumnos amenazados de tener que participar si es que querían sus papales. Existe un video de este evento, de Milenio: https://www.youtube.com/watch?v=LPoQDl8R-Bs, y se puede buscar en YouTube bajo el nombre de “Rutilio Escandón asiste a la ceremonia de graduación de la Escuela de Protección Civil en Chiapas”.
En donde el ex gobernador declara “…me da mucho gusto saber que la Escuela Nacional de Protección Civil cuando inició este gobierno eran 183 personas que hacían uso de estos espacios educativos, hoy han rebasado los 3 mil…”
¿Se dan cuenta del tamaño del fraude que se está ejecutando y del que nadie se hace responsable? Los alumnos están cansados, pero sobre todo desgastados económicamente, pues el dinero no se consigue en los árboles, y hoy no pueden ejercer la profesión que estudiaron para ganarse la vida.

Aquí destaca la falta de supervisión, pero sobre todo la indolencia, y eso no lo podemos permitir. Como país, nuestra aviación ya ha sufrido la degradación a categoría 2, y lean muy bien lo que voy a decir, y espero que la boca de profeta se me haga chicharrón.
Resulta que las medidas que últimamente ha tomado Donald Trump en materia de aviación empiezan a cobrarle factura; según el medio Infobae, el país de la hoja de maple (o sea Canadá) ha reducido las reservas en un 70% para cualquier destino norteamericano, lo que ha generado nerviosismo dentro de la industria aérea de los Estados Unidos.
¿Eso afecta a la aviación mexicana? ¡Por supuesto! Durante la pandemia de Covid 19, los Estados Unidos aplicaron a México la degradación a categoría 2 como una medida para que su aviación se recuperara. Si hoy Trump ha generado esta crisis aérea, una degradación de México a categoría 2 le vendría fenomenal a la industria norteamericana, pues le permitiría hacer frente a las bajas reservaciones, ya que nuestros vecinos gringos dependen del turismo que hacen tanto Canadá como México.
Si la AFAC enfrenta este tipo de descontrol sobre las escuelas de aviación, le están poniendo a los Estados Unidos los elementos suficientes, no solamente de manera cómoda, sino en charola de plata, para que nos dejen caer -otra vez- una degradación de categoría a nuestra aviación nacional.
Para quienes no recuerden en qué consiste una degradación a categoría 2, diré resumidamente que mientras esté vigente, las aerolíneas del país no pueden abrir nuevas rutas a los Estados Unidos, y tanto Viva, como Volaris y Aeroméxico se han recuperado gracias a las rutas que han abierto hacia el vecino país.
Y no solo genera beneficio para ellas; es importante no perder de vista que la aportación que hacen las aerolíneas al Producto Interno Bruto (PIB) del país ronda entre el 3.5% y el 3.7%, lo que significa una derrama económica para nuestra nación.
Por eso este tema es urgente, y no debe echarse en saco roto. La AFAC tiene una responsabilidad de la cual no se puede deslindar, además sabemos que “piloto que no vuela, se descalifica”, y los alumnos de esta escuela tienen casi dos años padeciendo una situación que, afortunadamente, sí tiene remedio; el chiste es que quieran tomar al toro por los cuernos, y que los responsables respondan como es debido.