La conformación de la alianza opositora va más allá de lo que conocemos hasta ahora, es una propuesta sustentada en organizaciones sociales, bases de lucha y ciudadanos dispuestos a cuestionar, proponer y diferir; que nadie se confunda, el debate es la esencia de la democracia y no debe escandalizarnos. Ni el debate público, ni la confrontación de ideas son división o ruptura.
¿Enemigos en la sombra?
Pero no todo es “miel sobre hojuelas”, dentro de la alianza hay actores políticos que por acción u omisión ponen en riesgo su consolidación y pueden llevar al fracaso este proyecto.
Los dirigentes de los partidos: Alejandro Moreno, Marko Cortés y Jesús Zambrano, quienes parecen más interesados en conservar sus posiciones de control que en ganar el 2024.
Los aspirantes y suspirantes: Santiago Creel que por cuarta ocasión se postula y que pretende hacernos creer que no es militante del PAN, sino un ciudadano interesado en la democracia. El ex consejero electoral fue jefe político de personajes impresentables antes panistas y ahora miembros de la cuarta transformación, como Manuel Espino, Patricia Durán y José Luis Durán, cuyos pasos por las administraciones públicas federales y municipal de Naucalpan, están marcados por la corrupción.
No sobra mencionar a Germán Martínez, que parece traiciona por deporte; lo hizo con Calderón y luego dio la espalda a Morena, qué decir de José Murat Casab, quien funge como asesor de Alito Moreno y todo parece indicar actúa por encargo de quien despacha en Palacio Nacional, para reventar la coalición o mínimo sembrar dudas
Pero hay que ser pragmáticos y aliarse con impresentables ¿no?
Previo al anuncio público del método, que dicho de paso debe certificar su legalidad, los dirigentes del PRI, PAN y PRD pretendían que se les firmara desde la sociedad “un cheque en blanco”, para hacer y deshacer a su antojo la candidatura presidencial, actuaron a la vieja usanza del partido hegemónico, usando el chantaje y el autoritarismo como lo hacen Morena y AMLO. Sin embargo, la fuerza de la sociedad los está obligando -aunque sea mínimamente- a replantearse el camino.
La diferencia
Aunque con tropiezos, la alianza ciudadana va cobrando forma a través del debate, la discusión y las propuestas, pero sobre todo a sabiendas de que nadie tiene un cheque en blanco para la presidencia aunque tengo mis dudas en las gubernaturas y Congreso.
Para participar, Xóchitl Gálvez sugirió que se consideraran los medios electrónicos para la recolección de las firmas y su propuesta se atendió de manera positiva.
Aquí una propuesta que podría funcionar para que los partidos no “agandallen” firmas a través de sus operadores políticos de las estructuras oficiales, sería establecer un candado que sólo permitiera como máximo que las firmas de apoyo a los aspirantes, sean de un 30% del padrón partidista, para obligar a un respaldo social del 70%
Lilly Téllez lanzo 50 importantes preguntas relacionadas con el proceso y recibió respuesta por parte de Guadalupe Acosta Naranjo, señalando que sus inquietudes son atendibles, sobre todo porque son procedimentales.
Inteligentemente, son dos mujeres las que están haciendo el equilibrio y la propuesta.
Consejo Electoral Ciudadano
Por otra parte, se anunció que el Consejo Electoral Ciudadano ya no se encargará de realizar el proceso interno, el asunto fundamental es el respeto de la ley, y que los recursos que se inviertan en este proceso serán reportados oficialmente y sancionados por el INE. De otra manera, el Consejo estaría suplantando a la autoridad y violando las leyes electorales. Sin embargo, especial cuidado debemos poner a los árbitros internos del proceso, para evitar sesgos partidistas.
La oposición empieza a construir una verdadera opción contra el oficialismo, no solo para la candidatura presidencial, sino para el Congreso y la conformación de un gobierno de coalición representativa. Incluso, el día de ayer, diversas organizaciones ciudadanas emitieron un comunicado en el que hacen un llamado a Movimiento Ciudadano para que “en un ambiente de esperanza” se sume a esta alianza ¡válgame! Pero bueno, ganar a toda costa y con quien sea parece la consiga cómo Andrés lo hizo en el 2018.
La decepción de los mexicanos ante las promesas incumplidas de AMLO, ha propiciado que la oposición crezca y Morena ha tenido una caída, a tal grado que el mismísimo presidente López Obrador reconoció que en la elección de Congreso pueden quedar 50-50.
El reto de la oposición no es menor, debe concentrarse en convocar a la mayor participación ciudadana y cerrar el paso a traidores y troyanos; lo lograrán con candidatos ciudadanos y militantes comprometidos, pero sobre todo manteniendo respeto irrestricto a la ley.
Para ganar, deben evitar que Alito Moreno y Marko Cortés, se conviertan en juez y parte, como coloquialmente se dice, “deben cuidarles las manos, pero también la boca”, porque son presas fáciles para caer en el juego que el presidente -ahora coordinador de campaña de su movimiento- desea que participen: el de la pirinola, donde todos ponen y el tabasqueño toma todo.
Twitter: @diaz_manuel