Escribo estas líneas en vísperas de la 80ª Asamblea General Anual de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA por sus siglas en inglés), que se llevará a cabo el 2 al 4 de junio, en la ciudad de Dubái, Emiratos Árabes Unidos. Un punto importante a destacar es que la organización de este magno evento está a cargo de Emirates, la aerolínea subsidiaria de The Emirates Group.
Además de la Asamblea General Anual de la IATA, también se llevará a cabo la Cumbre Mundial del Transporte Aéreo. Estiman tener la participación de más de 1,500 personas, provenientes de líneas aéreas, líderes de la industria aeronáutica, medios de comunicación y por supuesto funcionarios de distintos gobiernos.
Mediante comunicado, la IATA informó que será el ministro de economía de los Emiratos Árabes Unidos, Abdulla bin Touq Al Marri, el encargado de pronunciar el discurso de apertura a la asamblea, y dé la bienvenida a todos los participantes y delegados.
En este mismo comunicado se hace saber el sentir del director general de la IATA, Wille Walsh: “La conectividad líder en el mundo de Dubái la sitúa en la encrucijada del planeta. Y pronto será el centro del liderazgo de la industria aérea al albergar la 80ª Asamblea General Anual de la IATA y la Cumbre Mundial del Transporte Aéreo”
Tim Clark, el CEO anfitrión de Emirates, declaró en el mismo comunicado: “Esperamos recibir a nuestros colegas de la industria en Dubái, el hogar y centro de Emirates.
Esta es una ciudad que ha forjado su lugar en la aviación global y ha prosperado gracias a sus líderes visionarios y políticas progresistas que reconocen el papel del transporte aéreo como un facilitador económico clave.
En consonancia con esto, el año pasado la aviación contribuyó con el 27% del PIB de Dubái y generó 37 mil millones de dólares en valor agregado bruto.
Siempre hay novedades interesantes en Dubái y espero que los delegados visitantes tengan la oportunidad de experimentar por sí mismos esta animada ciudad y la renombrada hospitalidad de los EAU”.
Hago una pausa, pues de antemano sabemos que los Emiratos han fundado y sustentado a su aviación con base en su riqueza petrolera. Y hay que decirlo, la superficie de ese territorio es de 83,600 km²; un poco más grande que nuestro estado de Jalisco, pero menos grande que Oaxaca. Nuestro país mide 1,973 millones km², y la aviación nacional apenas contribuye al 3.7% del PIB de México.
Emirates Airlines es una línea del Estado; sí, esas que no suelen gustarle mucho a la oposición en nuestro país, pero que de 1985 a la fecha se han convertido en una potencia en materia de aviación. Y eso que nosotros como país somos pioneros, pero bueno, este fue tan solo un pequeñísimo paréntesis para tener contexto.
Posterior a la celebración de la 80ª Asamblea General Anual de la IATA, se llevará a cabo la “Cumbre Mundial del Transporte Aéreo” (WATS por sus siglas en inglés) cuya finalidad es abordar los temas peliagudos de la industria aeronáutica.
Uno de los principales temas, y que sigue sacando ámpula, es el referente a la descarbonización de la industria aérea, así como los retos que los países tendrán que enfrentar para acelerar la producción de combustibles sostenibles (SAF por sus siglas en inglés), que tiene como objetivo lograr la mitigación a cero de los gases de efecto invernadero también conocidos como CO2.
Por tanto, es enorme la labor que se requiere para convencer a los países de los beneficios de migrar a este nuevo tipo de combustible más eficiente y amigable con el medio ambiente, aunque el costo de producción es todavía más elevado que el de la turbosina, proveniente de los derivados del petróleo.
El punto de quiebre será poder encontrar ese delicado balance entre la sostenibilidad financiera y la producción de SAF. Ya veremos cómo se va dando la discusión, pues es claro que se busca llegar, a nivel mundial, al año 2050 con “cero emisiones de carbono a la atmósfera” y para lograrlo todavía hay un largo camino por recorrer, en parte por las economías del tercer mundo y quienes claramente han basado su aviación en la extracción y producción de combustibles fósiles, como son los países árabes petroleros.
Los panelistas que van a participar en esta cumbre son:
- Vanessa Hudson, directora ejecutiva y directora general de Qantas.
- Sir Tim Clark, CEO de Emirates Airlines.
- Scott Kirby, CEO de United Airlines.
- Shai Weiss, director ejecutivo de Virgin Atlantic Airways.
Y el moderador será Richard Quest de CNN, abordando los siguientes temas, tal y como nos lo comparte el comunicado oficial de la IATA:
- Una visión global de los desafíos que enfrenta la industria aérea con mercados energéticos cambiantes, una situación geopolítica global cada vez más compleja y cadenas de suministro y patrones comerciales cambiantes.
- El potencial de la IA en la aviación.
- Avanzando en la sustentabilidad con SAF y remociones de carbono.
- Cómo la aviación y el turismo pueden trabajar mejor juntos.
- Las perspectivas para la carga aérea.
Después abordaremos uno de los puntos, que en lo particular más me preocupa y me llama la atención: la integración de la Inteligencia Artificial en la aviación, qué pasará con los trabajos de servicio al cliente y cuál será su futuro; pero eso ya lo cuestionaremos más adelante, y con mayor profundidad.
Se aprovechará -al término de la cumbre- para dar por quinto año los Premios IATA a la “Diversidad e Inclusión” en el marco de la iniciativa 25by2025, que busca tener el próximo año un mejor equilibro en temas de género dentro de la industria aérea.
Esta es una pequeña probadita de todo lo que se vivirá en los próximos días en Dubái, y veremos qué acuerdos, propuestas e iniciativas emanan para la aviación, porque se vienen grandes cambios en la forma de viajar, eso es un hecho. Como siempre, la industria aérea en la vanguardia de la innovación tecnológica.