“La traición es una mancha que jamás envejece.”
ELENA ANAYA
“Hoy tuvimos un diálogo amplio, franco e intenso en el grupo parlamentario de Morena; tras esa deliberación se ha resuelto apoyar la reelección de la Maestra Piedra Ibarra. He expresado a mis compañer@s mi respeto por esa decisión, pero no la comparto.”
JAVIER CORRAL
Regalo a López Obrador con motivo de su cumpleaños. Cumplir las órdenes dictadas desde Palenque y concretadas por Adán Augusto. Maximato. La senadora Reyna Celeste Ascencio defendiendo a Rosario Piedra a pesar de su carta de recomendación apócrifa.
Refrendar que Piedra quede otra vez como presidenta de la CNDH luego de que los mismos morenistas la descalificaron no es cualquier maroma. Es indigno mismo para los morenistas. Todo esto y más es realmente patético.
Vamos, ‘la doblada’ de Ebrard ventilada por Trump se quedó corta. La vulgaridad dicha por Paco Ignacio Taibo II aplicada contra el propio oficialismo. Javier Corral admitiendo en público que hubo una farsa y que después todo se diseñó para garantizar una nueva presidencia de Piedra Ibarra en la CNDH a pesar de que solo una legisladora la apoyó en deliberaciones.
Queda por esperar ahora la maroma de Claudia en la mañanera de hoy hablando de Rosario Piedra como una mujer ética, digna e íntegra; todo sea para disimular la imposición de la que fue objeto.
La integridad moral —tanto de la postulante, como de todos los senadores que votaron en favor de Rosario por ser ‘una cuestión de Estado’— no existe. Tanta “integridad” que mandan retirar la mampara de votación que la oposición había pedido para garantizar voto libre y secreto; Morena se niega y obligan a los senadores de la 4t a revelar el sentido de su voto. Copian a los panistas que tanto criticaron porque en la legislatura pasada mostraban su voto y violentaban la secrecía.
Más que un apoyo unificado para Rosario Piedra se trató de un amago y una amenaza para favorecer a la candidata peor calificada. No permiten la libertad entre ellos. En nombre de una falsa transparencia y más allá de una nueva imposición de Andrés Manuel a Claudia, así como de la rebeldía del Legislativo contra el Ejecutivo federal, la cota de soberbia del oficialismo es sorprendente. Actitud indigna para salirse con la suya y para no aceptar que Piedra no está ni nunca estuvo a la altura.
Tania Ramírez, hija también de un desaparecido y quien ha demostrado su compromiso con la defensa de los derechos humanos, fue anulada para que Piedra pudiera ser votada. Si la designación de esta hace seis años fue vergonzosa, su reelección queda inscrita en los anales de la ignominia.
El mensaje es demoledor: no importan los derechos humanos (ni la CNDH como institución; ni siquiera los senadores de la bancada). Tampoco demostrar que Regeneración Nacional es bastante peor que aquel PRI de antaño. La dictadura llegó a su propia casa. Por supuesto que sí.
Con la instrucción del narcisista bananero todo está dicho. Sheinbaum no ha podido imponerse. No en esto y no ahora. Ni siquiera por la vía de Nashieli Ramírez quien es abiertamente partidaria de la 4t. La presidenta con A pierde un round simbólico, pero no por ello menos importante, ante los rancios de Morena. López Hernández y Fernández Noroña se crecen. ¿Alguien duda del cómo se elegirán mañana a los jueces, magistrados y ministros? Ya no.
Simbólico todo esto porque confirma que la CNDH ya no funciona; importante, porque se da cuenta de quien manda aquí. No importó que los legisladores morenistas no estuvieran todos con Piedra, aceptaron la imposición…
Espectáculo indigno hasta para los estándares de Morena.
Siendo hoy 13 de noviembre de 2024, Rosario Piedra Ibarra ha sido reelecta por el Senado de la República con la mayoría calificada de Morena y aliados para ser titular de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.