“Te has llevado
Solo lo que yo quería
Me has dejado
Bailando bajo la luz del día
Solo ha sido
La historia que se acaba cuando sale el sol
Y así es mejor”
ELLA BAILA SOLA
“Me llegas con esas maneras románticas que tienes
disfraces y miles de argucias me convencen
y siempre me siento en las nubes junto a ti
me atrapas me jalas los hilos de alma cuando quieres
y siempre que caigo en la trampa me posees
promesas sutiles maneras de mentir”
DULCE
Se olvidó del significado del trabajo, del esfuerzo, del mérito y del respeto.
Se olvidó de que los maestros están para enseñar y que su ejemplo es la más fuerte enseñanza posible.
Es tal el olvido, que se le olvidó que no hay dinero en las arcas nacionales. Y lo que es peor, se olvidó que lo que ya fue aprobado por el Congreso y por al menos 23 congresos estatales se encuentra detenido en el Senado (¿congelado permanentemente?) por —ni más ni menos que— Gerardo Fernández Noroña. Porque aunque en la 4t quieran que se olvide, y al parecer la presidenta Sheinbaum lo ha olvidado, nosotros no olvidamos que desde hace tiempo el legislador tiene detenida la emisión de la declaratoria de constitucionalidad —y por lo tanto su puesta en marcha— de la reforma que aumentaría el salario a tres millones de trabajadores del sector salud, maestros, policías e integrantes de las Fuerzas Armadas.
Desde octubre de 2024, la reforma constitucional aprobada cumple con todos los requisitos para ser publicada en el DOF, pero el presidente del Senado de la República no ha hecho la declaratoria de constitucionalidad y con ello tiene detenido el aumento del salario mínimo para los servidores públicos antes mencionados. El salario promedio mensual actual de los profesores de nivel BÁSICO es de 7,750; el de los policías es de 8 mil y el de las fuerzas armadas 9,340. La reforma permitirá llevar su salario a casi 18 mil pesos mensuales.
Eso sí, no puso ninguna traba ni tuvo problema alguno con aquello del aumento que se da año con año a los senadores. Así, su salario mensual es ahora ya de 131 mil 700 pesos.
¿Por qué no hacer la declaratoria de constitucionalidad antes mencionada? ¿Odio a algún ramo en específico de servidores públicos? ¿Falta de dinero y arcas del Estado quebradas? Yo me inclino por esta segunda explicación. ¿Y qué mejor que tener al Senado para frenar lo que ya fue aprobado en la ley?
Lo que nos lleva al día de ayer, Día del Maestro. La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (“maestros” de Oaxaca, Guerrero, Chiapas y Michoacán, lo que coincide con los estados con los peores niveles de educación pública) se instaló en la plancha del Zócalo capitalino y calles aledañas en demanda de la eliminación de la reforma al ISSSTE de 2007 (eso, de entrada, imposible), un aumento al salario del gremio y una larga lista de peticiones y exigencias de todo tipo. ¿A cambio dar más horas clase?, ¿mejorar su capacitación?, ¿exigir tecnología de punta o mejores espacios educativos donde no llega la luz? No, eso no.
El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, por su parte, aceptó la propuesta de la mandataria Sheinbaum de congelar la edad de jubilación establecida por la Ley del ISSSTE, un aumento salarial global retroactivo al primero de enero de un 9% y un adicional del 1% a partir del primero de septiembre. Aplaudible… si se cumple, mas, en lugar de ese 10% lo que debiera haber ocurrido es cumplir con lo que ya está autorizado para los maestros y para todos los servidores públicos antes mencionados, lo que significaría un aumento sustancialmente mayor al ofrecido ayer por la Presidencia de la República.
Ahora que si en realidad este es un problema que va más allá de los cotos de poder del senador Fernández Noroña, y Hacienda está quebrada —no alcanza para pagar pensiones, comprar medicinas, devolver impuestos y un largo etcétera—, entonces vale la pena que se pare la sangría de los elefantes blancos que dejó el sexenio pasado como herencia.
Un ejemplo: el Tren Maya perdió 2,564 millones de pesos durante su primer año de operación. Solo generó lo suficiente para cubrir el 10% de sus gastos de operación y eso que recibió transferencias por más de 13 mil millones de pesos.
Por lo pronto seguimos en el peor de los mundos posibles; la CNTE tiene colapsada la capital de México, secuestrada la educación pública del país y el aumento necesario a los verdaderos trabajadores de México sigue sin llegar porque lo tiene detenido Fernández Noroña.
En pocas palabras, a los de la CNTE les acaban de recetar una cucharada de su propio atole (o como se diga).