Mucha gente pensó que Donald Trump tenia la popularidad destruida después de la derrota que tuvo contra el ahora presidente de los Estados Unidos, Joe Biden. Mucha gente también entendía que la popularidad que había perdido Trump la había ganado Biden y no fue así.
Biden y su equipo de trabajo han perdido muchísima popularidad desde el día que ganaron las elecciones hasta ahora y no va tanto tiempo de eso. ¿Cómo funciona la popularidad en los políticos? Es algo complicado de entender y comprender. Les cuento en 3 ejemplos.
Kamala Harris
Harris tiene todos los elementos para ser popular con la mayoría de las minorías de los Estados Unidos. Es mujer, no es blanca, su origen es multirracial y es hija de inmigrantes. Su educación es impecable y siempre ha luchado por causas muy populares. ¿Con todos esos elementos porque no es tan popular como debería? Puede ser que al momento de ejecutar no esté “cumpliéndole” a los grupos que la apoyaban. No es lo mismo estar desde la grada que cuando uno pasa al escenario donde todo mundo la ve y la escucha.
Cuando le pidió a los inmigrantes estacionados en Guatemala que no fueran a los Estados Unidos, fueron puntos menos en muchas de las asociaciones demócratas que no vieron este comentario como algo positivo.
El trabajo de Biden no ha sido el esperado porque no ha hecho las cosas tan diferentes a como las hubiera hecho Trump, y al parecer también Harris está pagando esta impopularidad.
¿Qué tiene que hacer Kamala Harris para poder ser una seria aspirante a la presidencia de los Estados Unidos? Primero, aumentar su popularidad con la célula dura de su partido, de ahí buscar espacios donde puedan brillar todos sus atributos. Será complicado, pero creo que es algo que tendrán que empezar a hacer lo más pronto posible.
AMLO
Odiado por muchos, amado por muchos también, Andrés Manuel López Obrador es el América de los políticos. Su frase “tengan para que aprendan” es el “Ódiame más” del Ame. A mi parecer, López Obrador no ha dejado de estar en campaña y para él es difícil salirse de ese esquema pues es lo que mejor le sale.
Mientras exista el enemigo personificado por “los conservadores”, AMLO seguirá siendo popular y difícilmente bajarán sus números. Es de los pocos presidentes a nivel mundial que después de 3 años sigue teniendo indicadores de popularidad altos.
La historia nos dice que la popularidad del presidente tendrá que bajar en algún momento, pero hasta ahora no ha pasado nada que indique que eso vaya a suceder.
Samuel García y Mariana Rodríguez
Este fenómeno tiene que ver más con el nivel de exposición que tienen, que con las propuestas que presentan.
En Nuevo León ya había pasado lo mismo con el anterior gobernador. El Bronco Rodriguez con la promesa de meter a su antecesor a la cárcel ganó muchos votos, también con la lucha que tuvo contra los medios y contra el que se le atravesara. Si hubiera aplicado ese ímpetu para gobernar y no se hubiera creído su popularidad local, seguramente hubiera hecho un mejor papel, pero no, se quiso lanzar a la presidencia y los nuevoleoneses sufrieron por esa decisión.
Ahora tenemos a Samuel García y Mariana Rodríguez con una sobre exposición en redes sociales. Mis paisanos por esa sobre exposición votaron por García en las elecciones más extrañas que me haya tocado vivir. Con apenas unas semanas, la pareja gubernamental ya hizo un viaje a Europa a la COP26 y al Vaticano con resultados que aún estamos esperando.
¿Por qué son populares Samuel y Mariana? Lo de ellos suena a algo más aspiracional que cognitivo. Lo que quiero decir es que muchos de los votantes ven lo que ellos hacen como pareja como algo que ellos quisieran hacer. Muchos quisieran las vacaciones que ellos han tomado , visitar al Papa o tener la joyería que tiene Rodríguez. Están viviendo las vidas de “los influencers” como muchas personas que compran los tenis que trae tal o cual y así.
Esperemos que esta popularidad inflada por las redes sociales no los lleve a hacer algo como lo que hizo El Bronco. Esperemos que García y Rodríguez terminen su término gubernamental sin “chapulinear”. Si piensan o han pensado en lanzarse por “la grande” seguramente se darán de topes porque a nivel nacional sí hay lobos y no los cachorritos con los que pelearon en Nuevo León, y un corte de pelo no será suficiente para conmover a la gente.
¿Entonces cómo juega la popularidad?
La popularidad es algo sentimental y no lógico. Muchas de las decisiones de voto se toman en la casilla o días antes por lo que se escucha en los medios o por las emociones que causan tales o cuales candidatos.
Por la preparación y todas las características que tiene Kamala Harris debería de ser muy popular, pero los resultados no la han favorecido. Por lo mal que hablan muchas personas de López Obrador debería de ser menos popular pero no lo es así, muchos de sus seguidores son más pasionales que objetivos. Es muy temprano para evaluar a Samuel García y Mariana Rodríguez pero si siguen los mismos pasos que El Bronco Rodríguez, seguramente explotará la burbuja de popularidad en algún momento de los 6 años que les faltan por gobernar.
Sirve la popularidad para ganar las elecciones, sí. ¿Sabe quién se va a aprovechar de esto en las próximas elecciones de los Estados Unidos? Sí, Donald Trump.