No hubo sangre en la marcha en México por el Día Internacional de la Mujer. No hubo sangre como nos advirtió el secretario de Gobierno Martí Batres.

De pronto se nos convirtió en reportero, y yo creo que ni Jacobo Zabludovsky en su época dorada habrá hecho tantos reportajes en un solo día, porque durante toda la tarde estuvo mandando fotos en Twitter de lo que para él eran cohetes y armas peligrosísimas que supuestamente traían algunas mujeres en sus mochilas.

Toda la tarde insistiendo que no tardaba en suceder un “Queretanazo”… pero nada sucedía. Cánticos y consignas y las calles pintadas de morado pero nada más.

Claudia Sheinbaum también lo advirtió ayer, con tal angustia que me pareció más que una advertencia un llamado a la provocación. Dijo que se esperaba una marcha sumamente violenta...

¡Ah!, pero por supuesto el jefe de jefes, Andrés Manuel López Obrador, no se iba a quedar atrás, además de que también dijo que había gente infiltrada que desataría la violencia el día de hoy, se armó su propio Día de Andrés Manuel López Obrador celebrando en el patio de su Palacio, convocando a cuánta mujer morenista se dejara para que le fueran a echar porras. Algo realmente grosero y provocador para todas las mujeres que marcharían con un verdadero objetivo que era visibilizar la violencia contra la mujer. Pero a nuestro presidente no le gusta que lo opaquen, la fiesta se tenía que tratar de él, y de nadie más. Así que se mandó colocar una hermosa carpita y ahí con sus invitadas aventándoles porras y él feliz. Hasta una foto se sacó con todas ellas por demás pavorosa. Y miren que la consigna que tenían todas esas mujeres eran demostrarle tal amor y apoyo que hasta la bella Geraldine viajó a la CDMX. (Francamente no sé qué tenía que hacer aquí. Pero el amor siempre cruza fronteras.)

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Y así las cosas, bellamente las mujeres no cayeron en la violencia. Por supuesto hubieron pintas y uno que otro desmán, pero no corrieron ríos de sangre como casi emocionado y esperanzado nos advertía Martí Batres ayer por la mañana.

Y tan fue así que hubo un momento en que las mujeres policías se sumaron por unos minutos a la marcha con las otras mujeres: Las mujeres convertidas todas en una sola. Unidas y sin violentarse. Se regalaron rosas entre ellas y unas abrazaban a las mujeres policías, entendiendo que también son mujeres oprimidas por el sistema, explotadas y con muy pocas condiciones de seguridad para ellas.

Supongo que también se identificaron con otras mujeres. Supongo que quizá sabían que habrían conatos de violencia provocados y que estarían en riesgo también ellas. Pidieron paz como las otras. Y fueron una sola.

Mientas la tarde moría y avanzaba la noche, Martí Batres seguía suplicando que hubiera violencia, esperando el momento estelar, tuiteando ya pasadas las 7:00 de la tarde-noche una foto poco clara diciendo que ya habían entrado en acción “hombres a desestabilizar la marcha”, pero la verdad es que ni eran muchos ni se veían en la foto que fueran hombres.

¿Martí Batres triste porque no corrió sangre? No me hagan pensar eso por favor.

Por supuesto que saldrán a decir el jefe de jefes y Claudia Sheinbaum que gracias a ellos fue todo un éxito la marcha.

Y es que la cuenta de la Fiscalía tuiteó un video donde unas mujeres les aplauden a otras mujeres policías atribuyéndoselo y diciendo que la Fiscalía reconocía el trabajo de las mujeres policías… No bueno… Las que reconocían la labor de las mujeres periodistas fueron otras mujeres ¡y nada más!

Ya sé que me van a decir que soy muy mal pensada y que para nada quería el presidente que hubiera violencia. Pero simplemente al no respetar que hoy era un movimiento to puramente de mujeres y haber organizado su mini evento, pues eso es violencia, así sin más.

Si a su nuera le llama como “esa señora que al parecer tiene dinero” ¿qué muestra de respeto podíamos esperar de él?

Esas vallas que mandó poner, ese blindaje insólito a Palacio Nacional me hizo entender muchas cosas.

El presidente nos tiene miedo y no le interesamos a la vez.

En fin. Comprobando que esta marcha fue una de las marchas de las mujeres más pacíficas que han habido en este país, estaré con la esperanza y con la certeza de que la estabilidad, la paz y la fuerza radica en las mujeres, quienes son las únicas que pueden y podrán poner a salvo a este país.

Cuando todo parecía perdido ¡apareciste tú, mujer¡ ¡Gracias por eso!