Estimados lectores, voy a compartir con Ustedes la transición de un texto, que inició con un mensaje, pero que a medio camino dio un giro de 180 grados. Al empezar a escribir esta columna, consideré necesario hablar de que el miércoles pasado, durante su conferencia “Mañanera”, el presidente de la nación terminó por darnos los “Santos Óleos” a los trabajadores de Mexicana de Aviación que sí queremos aceptar su propuesta de adquirir la marca y los bienes de la que fuera la aerolínea más antigua del país.

Y es que justo en el momento que escribía estas líneas, se dirimía en los Tribunales de Colegiados de Circuito, en el Palacio de Justicia de San Lázaro, la resolución de uno de los juicios amparo interpuestos por menos de 200 sobrecargos jubilados, representados por el abogado Juan Iván Peña Neder.

Un litigante que no ha salido a dar la cara por sus defendidos, y decidió dejarle esa responsabilidad, como vocero, a Iván Enríquez Barragán sobrecargo jubilado. Él, como sobrecargo inconforme, es quien ha dado la información y las réplicas en los medios cuando las notas de los medios, desde su punto de vista, no reflejan la realidad.

Quiero resaltar un dato curioso: como país ya estamos inmersos en la contienda electoral; no importa que apenas estemos en las pre-pre campañas, pues desde ahora todo lo que se lee -tanto en redes sociales, como en medios de comunicación-, son temas con arista electoral: que si las corcholatas, que si los candidatos de oposición, que si los que se salieron de “x” partido, en fin, todo gira entorno a los comicios del próximo año.

Y el caso de Mexicana de Aviación no podía ser diferente, pues el abogado que defiende a este grupo de jubilados, a través de la interposición de demandas de amparo han detenido la venta de los bienes y la marca de Mexicana de Aviación. Por lo que no es dato menor que el litigante, ni tardo ni perezoso, apareció en el programa de Julio Astillero explicando las razones por las que -para él y su partido de ultra derecha “México Republicano”- no ven a la candidata Xóchitl Gálvez como una opción electoral, porque la consideran “de izquierda”.

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Así que Julio Astillero preguntó si veía en el actor, productor, excantante y activista político conservador Eduardo Verástegui una opción electoral, y el abogado Juan Iván cual resorte pegó un brinco para decir: “mira, Eduardo Verástegui puede ser candidato por la vía externa, nosotros podríamos en 20 ciudades de los Estados Unidos y en 20 estados de la República donde tenemos estructura, proveer la capacidad logística para que obtuviera con relativa facilidad las firmas y gustosamente el movimiento México Republicano y partido en unos estados estaría convalidando esta candidatura”.

Pereciera que la verdadera intención de Juan Iván Peña Neder, es conseguir sentarse con Andrés Manuel, pero no para abogar por los sobrecargos jubilados que dice representar, sino para tratar temas relacionados con su propia agenda política.

Vio a los jubilados de Mexicana como la llave que conseguiría abrirle las puerta de Palacio Nacional de par en par. Sin embargo, esta intrincada triquiñuela no le ha salido bien; cosa que se demuestra con el anuncio que hizo el presidente en la mañanera, confirmando que tiene un sólido plan B, y que incluso ya hasta registró el nombre de “Aerolínea Maya” para que sea este el nombre que lleve la línea aérea del Estado.

Mientras escribía cómo el primer mandatario ya nos había dado por muertos, recibo información importante que modifica ese punto de vista. Y es que algunos de mis compañeros acudieron el día de hoy al Palacio de Justicia, y me acaban de informar que sale publicada la sentencia donde confirman que el laudo que sirve como base de acción para los amparos interpuestos, prescribió por inactividad procesal.

Por supuesto que esto pone muy contentos a los compañeros, pues puede entenderse que en efecto dominó, si la acción para ejecutar ese laudo se declara prescrita, entonces el resto de amparos que hoy impiden realizar la venta al gobierno federal correrán la misma suerte. Sin embargo, si algo he aprendido en estos diez años de litigio en el caso Mexicana, es que “en Derecho, nada es automático”.

Aunque esta resolución suena como una victoria, todavía no la podemos cantar a todo pulmón, pues ¿qué sigue? Ya lo mencionó Andrés Manuel en la mañanera: la revisión, es decir, la impugnación que los quejosos pueden intentar para seguir litigando. Y es que las palabras del presidente no dejaron lugar a dudas: no va a adquirir pleitos, y ¿saben algo? tiene razón.

Porque lo deseable sería que el grupo representado por Peña Neder aceptara que ya perdieron y que de buena gana manifestaran su conformidad con la propuesta del gobierno federal. Incluso, podrían ya no hacer nada, ni declarar nada, pues la propuesta de Andrés Manuel los ha contemplado a ellos desde el principio.

Hoy, se habla de pedirle una nueva prórroga al gobierno, parar poder “aterrizar” todo a partir de esta resolución. Sin embargo hay muchos nubarrones, pues ya en el mes de diciembre del año pasado, que se habló de comprar la marca y los bienes de la aerolínea, se nos dijo que el dinero con el que se pretende pagar es de lo que sobró del ejercicio fiscal del 2022. Es decir, existen plazos para “ejercerlo”.

De hecho, los sobrecargos tuvimos una asamblea el 5 de enero para definir si estábamos de acuerdo con la propuesta de compra por parte del gobierno federal, y ahí ante el órgano máximo del sindicato votamos y por mayoría se aceptó vender. Ya pasaron exactamente seis meses de esa votación; en la que solo 14 compañeros sobrecargos jubilados votaron en contra. Mientras que los votos a favor fueron 142, ya que la asamblea fue presencial y a media mañana.

Todo este tiempo, los inconformes han desconocido las asambleas que se han llevado a cabo donde la mayoría sí está a favor de la venta. Niegan que ellos son solo una pequeña minoría que no llegan ni a 200; menos de 30 de esos sobrecargos jubilados hicieron un video para la red social TikTok.

Insisto, todavía no podemos echar las campanas al vuelo; falta ver qué decisión tomará el gobierno federal, si nos da la oportunidad o ya de plano se va “como gorda en tobogán” con su plan B. ¿Ustedes qué harían?

La moneda está en aire, y solo nos resta esperar lo que nos informen el próximo sábado 8 de julio, fecha en la que el presidente dijo tomará una decisión. ¿Qué pasa en caso de que el gobierno decline comprar la empresa?, pues habría que continuar con los juicios que se tienen al día de hoy, todos esos litigios en los que de buena voluntad de la mayoría de las partes pusimos en stand by.

Tal es el caso del juicio de tercería, donde los trabajadores activos (de confianza, pilotos y sobrecargos) estamos peleando en contra de los sobrecargos jubilados, para definir quién tiene un mejor derecho, si ellos o nosotros.

Los jubilados argumentarán de nueva cuenta que ellos, por ser un grupo vulnerable, y los activos haremos lo propio al decir que al momento de la bajada de Mexicana nosotros sí éramos trabajadores activos de la compañía aérea, así que vamos primero en los pagos. Un bonito galimatías jurídico, y lo más probable es que sea innecesario e inútil, pues los bienes embargados para tal cobro, cada día valen menos.

Como siempre, estaremos muy atentos a la decisión gubernamental, y ojalá se logre deshacer este entuerto. Pareciera que más de una década, los trabajadores de Mexicana lo hemos visto todo… Pero la vida nos da sorpresas.