Este jueves en Culiacán, Sinaloa, se realizó un foro concerniente a la reforma al Poder Judicial, y la presencia del magistrado presidente del Supremo Tribunal de Justicia local Jesús Iván Chávez Rangel, quien a falta de detallar un poco más, se mostró a favor de los cambios en constitucionales para reformar el Poder Judicial federal y local también.

Considero importante resaltar que el magistrado dijera que “la reforma es jurídicamente viable y que no había que temer intentar el cambio”. Poco más habría que abundar al respecto, pues la voz de Chávez Rangel es más que autorizada para hablar del Poder Judicial.

Entre lo que dijo, señaló que, a nivel federal, “los asientos de los ministros no tienen vista a la calle”. Es decir, están alejados de lo que sucede afuera y sus decisiones se basan únicamente en papeles. No conocen de primera mano las historias de la señora que pelea una pensión alimenticia justa para sus hijos, o a la pareja que busca adoptar para formar una familia.

Creo que en el análisis del todo, escuchando al magistrado presidente es mucho más sencillo comprender el sentido del voto popular este 02 de junio.

El humanismo mexicano que trajo consigo el presidente López Obrador y que llegó para quedarse con la 4T, abarca todas las esferas y el pueblo desea también un Poder Judicial más humano. Ese sentir es algo que el propio magistrado presidente dejó entrever en su participación.

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En alguna otra entrega llamé “aristocracia togada” a los ministros de la corte, pues como también señaló en su ponencia Chávez Rangel, se alejaron del sentir del pueblo.

En Sinaloa, el Poder Judicial edita una revista de título “Aequitas”, y leyendo la edición número 30 publicada en el año 2022, un juez local redactaba en su colaboración dentro del apartado de Justicia y Cultura, una autocrítica bastante interesante que tituló “¡Ser humanos!”, en la que refería que “jueces, magistrados, fiscales, defensores o asesores, personal administrativo o jurisdiccional, no solo deben regirse por una visión formalista, externa o letrista, sino también por una visión más humana, más cercana al conflicto.”

Lo que más me atrapó es que definitivamente el espíritu reformista no es nuevo ni una ocurrencia, y que dentro del mismo Poder Judicial existe una visión de impulsar el humanismo más puro en el ámbito de la impartición de justicia.

Pienso con más certidumbre que la reforma al Poder Judicial debe salir adelante, porque el momento político que vivimos es justamente lo que el pueblo demanda. El pueblo pone y el pueblo quita; un pueblo sabio que abraza la idea del humanismo y que quiere que sus jueces y magistrados sean sus iguales. Un vecino más, pero con sentido común y la responsabilidad social de dar resultados a la gente que le eligió, y no un “aristócrata togado”, que parezca lejano e intocable, de criterio frio al que no le importen las historias de contexto, sino únicamente su implacable criterio basado en un par de papeles.

Habría que meterse de una forma más sigilosa, más a fondo, al poder judicial le falta ser más humano. No solo ver papeles. Cada caso es una historia. Hay vidas afectadas y personas inocentes purgando años en prisión esperando una sentencia absolutoria que no llega por culpa de un proyectista que sistemáticamente gusta de reponer procesos por cualquier nimiedad. Ahí, hay algo qué cambiar y también asuntos por debatir en la reforma.

El ciudadano de a pie realiza un esfuerzo para buscar la justicia. Es justo también, que la justicia se acerque al pueblo, a todos, sobre todo la protección de quienes menos tienen o se encuentran en estado de vulnerabilidad.

Al final, el ejercicio ha sido muy interesante. La participación del magistrado presidente Jesús Iván Chávez Rangel ha sido esclarecedora en forma y fondo. Porque prestarse a emitir un posicionamiento al respecto deja patente que desde el Poder Judicial también quieren el cambio.

Creo que la conclusión de los Foros sobre la Reforma al Poder Judicial con sede en Sinaloa el próximo 08 de agosto tendrá matices muy importantes. El estado de los once ríos cuenta con una camada joven e interesante de magistrados y jueces, que muy probablemente comparten la visión de Chávez Rangel.

Definitivamente que la clausura sea en Sinaloa, es poco y nada casual.

Vanessa Félix en X:@vanessafelixmx