Conocí este fuerte caso de Monterrey debido a la intervención de Mariana Rodríguez, quien mantiene autoridad en el Sistema DIF de Nuevo León. Lupita TikTok es una influencer viviendo una compleja situación porque recientemente se convirtió en madre y su hija se encuentra hospitalizada con un diagnóstico de gravedad confirmado por el padre de la bebé. Lupita TikTok tiene, por lo que se sabe en redes sociales, 22 años y un condición física denominada enanismo, es decir, que su cuerpo cuenta con huesos más pequeños y su estatura por tanto es limitada.
Las redes sociales se han llenado de capacitismo, una forma de discriminación social generada por discapacidades o características que cuestionan su maternidad, con una carga dura de odio en contra de ella. No hay certeza sobre su condición mental aunque en redes sociales señalan un posible retraso o discapacidad mental. El asunto es tan viral que se hace difícil distinguir entre lo real y lo falso así como entre las declaraciones o contenido subido por ella misma contra lo alterado.
Hay tantas tragedias en este caso que comienzo por lo obvio. El contexto de la desinformación y el uso desproporcionado de Mariana Rodríguez para usar sus redes sociales exponiendo la delicada situación de Lupita TikTok y su hija. El contenido de Mariana se ha enfocado a difundir información sensible como la intervención del DIF, la posibilidad de quitarle a su hija por negligencia, la incapacidad de Lupita TikTok para cuidar y los insistentes cuestionamientos en su contra, mientras que poco o nada se dice de quien ha embarazado a Lupita. Se le señala por sus capacidades mentales y su contexto socio económico. En redes sociales, evocan lo peor de la humanidad aludiendo a crímenes como la esterilización forzada y la privación de las personas con enanismo a tener hijas e hijos. Un debate que vale la pena dar justo en el momento en que la interdicción ha sido eliminada del sistema legal después de que en 2021, la Corte declaró inconstitucional esta figura que permitía, mediante un juicio, quitarle decisión legal sobre sí mismas a las personas con algún tipo de discapacidad física o mental. Los juicios de interdicción se realizaban para probar que una persona era incapaz de tomar decisiones legales y por tanto, se les asignaba un tutor que podía decidir plenamente sobre sus cuerpos, situación y bienes, desembocando en tutores que administraban todo el patrimonio de una persona aún si se tratara de una discapacidad física que no le impidiera pensar o que le quitaba a sus hijos a una persona con trastorno de déficit de atención o bipolaridad. Esa figura ya no está en nuestro sistema, fue expulsada mediante el nuevo Código Nacional de Procedimientos Civiles y Familiares.
Una entrevista revela que el padre de la bebé tiene cerca de 50 años y una declarada pedofilia... Además de la tragedia por la salud de la bebé, Lupita TikTok es la expresión máxima de la indiferencia, su contenido es muy consumido a pesar de que es evidente la diferencia de edad y el sometimiento al que la ha tenido el señor que la embarazó, de quien se puede advertir cierto abuso con tan solo leer la posibilidad de que mantengan una relación de parentesco pues posiblemente, es su tío. Aún si no lo fuera, si es quien graba y comparte el contenido de Lupita, quien ha declarado que de eso es de lo que vive.
Que no se me malinterprete pues si Lupita es creadora de contenido por decisión, es válido y tiene todo para decidir hacer lo que hace, pero gran parte de su contenido es grabado por una tercera persona que es este sujeto, en posiciones y situaciones sugerentes y sexualizadas de ella. A últimas, en la misma entrevista donde declara su edad, dice que al ver a Lupita piensa que esta con una niña de 14 años y que eso es lo que le gusta pues desde hace un tiempo, su primera esposa cuando el tenía 29 años era otra menor de 14, con quien también tuvo un hijo. Desconozco si tiene una cuenta en la plataforma azul pero es posible por la cercanía entre ella y Karely Ruíz. De la bebé hospitalizada se han hecho públicos varios datos sensibles como el nombre, el parte médico y la imagen.
Lupita lejos de ser reconocida y tratada como víctima, ha sido exhibida por autoridades y usuarios de redes sociales, cosechando todo tipo de burlas por su forma de hablar, por sus rasgos físicos y por comentarios entre los que parece no ser suficientemente consciente de cómo criar a un bebé.
De aquella, se debate entre la vida y la muerte mientras la intervención en su favor parece tardía y teatralizada, tan tardía como la ayuda que parece haber necesitado Lupita cuando, en razón de su condición, fue aparentemente abusada por un sujeto que guarda asimetrías imposible de ignorar... Asimetrías de edad y poder.
Lo que deja exhibido es la nula política de atención a infancias y la nula política de atención a personas con discapacidades o en vulnerabilidad. Lo peor: el derecho de la niña y el interés superior del menor han quedado a un lado. Ninguna autoridad tiene derecho a informar a la opinión pública de un diagnóstico médico o de la situación de un menor de edad, menos tiene derecho a estigmatizarle o a cerar contenido a costa del menor de edad. El show construido me recuerda a la niña Polett en tiempos de Peña Nieto.
¿Tiene Mariana Rodriguez derecho a explotar y exhibir esta historia en sus redes, por ser influencer sobre otra influencer? ¿Tenemos todos los usuarios el derecho de juzgar o burlarnos de un caso que no conocemos completo? ¿Hay conciencia sobre lo privado del dolor sobre tener una hija en el hospital en estado de gravedad? ¿Hay conciencia del derecho de la familia a mantener el estatus de la salud de la niña en privacidad? Este circo desatado por la primera dama con disfraz de preocupación me parece completamente reprochable, un abuso de poder y de influencia en el que hemos obligado a una joven a exhibir su doloroso momento. En gran medida, se dice que este contenido se deriva de un video previo en el que Lupita TikTok dice en sus redes sociales que alimenta a su recien nacida con “Coca Cola y chetos”.
Al final no queda claro si Mariana Rodriguez accede a la información del DIF en su carácter de titular de la oficina “Amar a NL”, en calidad de autoridad o en calidad de influencer o política. La titular del DIF Nuevo León es Gloria Ivette Bazán Villarreal y tiene muchas respuestas que darnos.
Este caso de completa irresponsabilidad en el manejo de las autoridades y en el uso de redes sociales para exhibir una historia que no formaba parte del contenido de una creadora y la ha expuesto a una estigmatización, burla y discriminación enorme es digno ejemplo del riesgo y abuso que una autoridad puede realizar con las benditas redes.