Según la inteligencia artificial de Google un ateo podría participar en el cónclave:

  • “La posibilidad de que un ateo pueda participar en un cónclave no está totalmente excluida”.
  • “A pesar de la falta de ejemplos históricos de ateos en cónclaves, la posibilidad de que un ateo sea parte de un grupo de cardenales que elige al papa no se puede descartar completamente”.
  • “Los cónclaves, aunque tradicionalmente se enfocan en la elección de un líder religioso, también tienen un componente político y de gestión de la iglesia”.
  • “En este sentido, un ateo con conocimientos y experiencia en estos ámbitos podría ser considerado como un candidato viable, aunque menos común, según una investigación publicada en el Reuters Institute”.
  • “Es importante tener en cuenta que la participación de un ateo en un cónclave podría generar controversia y debates, tanto dentro como fuera de la iglesia”.
  • “La naturaleza de los cónclaves y la evolución de la iglesia católica podrían abrir la puerta a nuevas posibilidades en el futuro”.

El comunista español Santiago Carrillo dijo en una entrevista de hace 15 años: “Mucha gente se considera religiosa por conservadurismo, pero en realidad no creen. Hay multitud de cardenales y obispos que en el fondo son tan ateos como yo”.

La misma inteligencia artificial de Google —que acepta la posibilidad de que un ateo participe en el cónclave— asegura que “no hay documentación oficial o evidencia pública de que haya habido cardenales ateos en la iglesia católica”.

En El Diario de Sevilla leí acerca de un escritor, José María Blanco White, que “mostraba su estupor por los ‘cardenales ateos’ que pululaban por Sevilla”. Tal paradoja le sirvió a otro escritor, Jorge Edwards, para decir que su amigo “Pablo Neruda era un cardenal ateo de la religión comunista”, es decir, que el poeta chileno se decía comunista pero que en realidad no lo era.

De todo corazón deseo que en el cónclave se elija a un cardenal ateo, que más de uno habrá entre los candidatos, esto es, alguien que se ordenó sacerdote cuando de joven creía en la existencia de un dios creador, pero que dejó de creer cuando abrió los ojos, demasiado tarde para admitirlo, ya que estaba más que metido en los círculos de poder de la iglesia y, ya se sabe, ambición mata racionalidad.

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En fin, creo que hoy, segundo día del cónclave, a las cinco de la mañana de México no ha habido fumata blanca. Es decir, no se hizo presente el Espíritu Santo, que es algo así como el vocero de la Santísima Trinidad —según los doctores de la iglesia es el que se encarga de enviar a la Tierra los mensajes del Padre y del Hijo—.

Quizá mañana habrá nuevo pontífice. La probabilidad es alta porque empezará a aparecer la verdadera Santísima Trinidad, al menos para mí: el Giro de Italia, el Tour de Francia y la Vuelta a España.

En efecto, mañana empieza el Giro. Participará el mexicano Isaac del Toro; ojalá le vaya muy bien.

Si hay suerte, de la famosa chimenea saldrá humo blanco el viernes 9 de mayo, y así podrán los cardenales aficionados al ciclismo —tanto los creyentes como los ateos— dedicar su tiempo a una actividad bastante más placentera que la sucesión papal: seguir la primera gran vuelta en la TV.