Sonora Power
La continuidad en el plan de desarrollo económico es un tema que resulta fundamental para el futuro inmediato y en el largo plazo, pues es evidente que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador generó un cambio en la visión de lo que es construir el crecimiento y el bienestar a partir de nuevas estrategias.
El plan básicamente fue reordenar el crecimiento, retomar la rectoría del Estado en materia de desarrollo, planificar, dirigir el presupuesto público a grandes proyectos de infraestructura y fortalecer el mercado interno, incorporando a millones de personas a la economía de consumo a partir de la estrategia de programas de bienestar y el fortalecimiento de los ingresos salariales.
El esquema, que ahora conocemos como “economía moral” ha funcionado, sin embargo de cara al proceso electoral ya en puertas, es conveniente echar un vistazo a lo que la candidata presidencial que muy seguramente sucederá a López Obrador en el cargo, plantea para el futuro.
Claudia Sheinbaum dispone de un enorme archivo de información técnica, financiera y estratégica del momento que vive hoy el país, conoce a fondo el plan puesto en marcha por el presidente y busca implementar su plan de desarrollo a partir de lo ya andado, no se trata de improvisar, mucho menos de partir de cero.
La semana pasada en Monterrey, Nuevo León, la candidata presidencial presentó al sector empresarial de esa entidad algunos de los esbozos de lo que será su política industrial, que parte de un entendimiento del momento que vive el país y de la perspectiva justamente de tomar esas oportunidades.
Me llamó la atención su visión muy estructurada de crear polos de desarrollo en todo el país, tomando en cuenta ante todo las condiciones geográficas, la disponibilidad de recursos naturales e infraestructura, las vocaciones productivas y la experiencia.
Y se refirió a la oportunidad que existe de aprovechar el proceso de relocalización de inversiones como un planteamiento de no solamente ponerse a exportar, porque no se trata de tener una serie de unidades productivas enfocadas a eso, sin vincularse a las condiciones de cada región.
Se trata -dijo- de vincular a la industria de cada región, ya tuvimos el caso de la maquiladora, se trata de vincularse con cadenas de valor, con pequeñas y medianas empresas y con otros sectores, como es el caso del sector terciario y el primario.
Y es fundamental este aspecto, el caso clásico de Sonora es que las empresas manufactureras llegaron a ciudades como Hermosillo, Nogales, Guaymas-Empalme, Cajeme, Navojoa y San Luis Río Colorado y generaron sí miles de empleos en cada una. Sin embargo ninguno de esos proyectos en su momento tomó en cuenta la vocación de cada zona, o vinculó al empresariado con la finalidad de crear un círculo virtuoso, que hiciera de estas grandes operaciones empresariales, el eje de un desarrollo regional.
La situación fue exactamente la contraria, cada empresa de grandes proporciones trajo consigo nuevas complicaciones a cada región, rompió con la dinámica económica tradicional de cada región, generó desintegración familiar y problemas sociales, o bien problemas urbanos, porque no había infraestructura, no había transporte urbano, no había vivienda o servicios médicos.
El resultado no fue por esa razón del todo positivo, porque si bien la llegada de grandes empleadores a cada una de esas ciudades genera una nueva dinámica económica a partir de los sueldos, tiende a romper los vínculos tradicionales y las vocaciones.
El empleo es algo que es muy importante, pero creo que es más relevante el enfoque a la sustentabilidad, es decir que cada aspecto, el social, el comunitario, el de infraestructura, el de servicios, el de integración de cadenas de valor, sea tomado en cuenta.
La visión de Claudia Sheinbaum va justamente a eso, es decir se trata de dar impulso a la economía, crecer a partir de un plan de industrialización, pero también de desarrollar cada región.
Y es aquí donde surgen la diferencia entre crecimiento y desarrollo, que son dos conceptos que se han desvinculado, pero que ahora pueden ir bien unidos.
La candidata presidencial lo puso en estos términos: “Nuestra idea es generar polos de desarrollo en el país, enorme oportunidad, que permitan atraer inversiones, desarrollar la infraestructura en las regiones”.
“Pero además que en esos lugares se invierta en vivienda, educación, acceso a la salud y que no ocurra como en otros lugares donde se desvincula al trabajador de su centro de trabajo”, anotó.
Sheinbaum lo puso claro, se trata de tener vinculación entre el gobierno y el sector privado, pero en términos de tener sostenibilidad y sustentabilidad en el desarrollo, y eso es justamente entrar en el concepto de una economía planificada y ordenada, que opera no solo en función de la urgencia de generar empleos, sino de que estos empleos sean los adecuados de acuerdo a la formación, vocación productiva y aspiraciones laborales de las personas en cada región.
Más aún su plan es aprovechar oportunidades en sectores como semiconductores, electrónica, electro movilidad y automotriz, dispositivos médicos e industria farmacéutica, agroindustria, turismo, energía y tecnologías de la información.
También se trata de aprovechar los grandes proyectos de infraestructura desarrollados por el presidente López Obrador e incorporar otros nuevos, por ejemplo en mi tierra está el multicitado Plan Sonora de energías renovables, pero también la recuperación y modernización de Guaymas como puerto de altura, la red ferroviaria y la red carretera, para vincular a todo el noroeste de México.
En fin cuesta trabajo ir decantado las campañas de lo que se viene, pero en mi enfoque resulta fundamental ir entendiendo lo que propone Claudia Sheinbaum para ir subiendo a cada región y a cada estado a un plan que busca hacer de México la nueva potencia emergente en materia de desarrollo.
Correspondencia a demiandu1@me.com | X: @Demiandu
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